Desde la Dirección de la Terminal de Ómnibus de Asunción (TOA) confirmaron que, hasta la medianoche del miércoles 7 de diciembre, más de 15.000 peregrinos emprendieron viaje hacia Yparacaí, desde donde comenzaron su caminata para llegar junto a la Virgen de Caacupé. Apuntaron que se reportaron inconvenientes para el retorno de los buses.
Al menos hasta las 21:00 se reportó una importante cantidad de personas que llegaban para poder acercarse hasta Ypacaraí, pero pasada esa hora ya hubo un descenso importante de personas. “Entre las 18:00 y 21:00 ocurrió un inconveniente con el retorno de los buses por los desvíos aplicados”, detalló Sara Giménez, directora de la TOA.
Confirmó que los desvíos se realizaron antes de tiempo en la zona de Pirayú y en vez de hacer una U para volver y poder llevar más pasajeros, se perdieron como una o dos horas para hacer los desvíos correspondientes. Por lo que se registró una aglomeración importante de personas dentro de la Terminal de Asunción.
Según manifestaciones de los choferes, los buses solo podían llegar hasta Ypacaraí debido a la gran cantidad de personas que ya comenzaban su peregrinación desde esa zona. Lo que indica que el 90% de los peregrinos bajan para caminar desde ese lugar y el resto representa a adultos mayores como personas con niños que intentan llegar hasta la basílica para la serenata.
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Caen dos paraguayos que iban a San Pablo con tres maletas cargadas de drogas
Ciudad del Este. Agencia Regional.
Una tarea de inteligencia de agentes especiales de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de la oficina de Ciudad del Este derivó en la detección e incautación de un cargamento de marihuana que estaba siendo transportado en un ómnibus de larga distancia, con destino a San Pablo, Brasil. La intervención fue en la terminal de buses de Ciudad del Este.
Fueron incautados 85 kilos de marihuana y detenidos dos paraguayos: Estefani Alexis Benítez, de 27 años, y José Antonio Figueredo, de 25 años. El valor de la droga incautada es de aproximadamente 2.500 dólares, en territorio paraguayo. Sin embargo, de haber llegado a territorio brasileño su cotización superaría los 15.000 dólares, según la Senad.
En base a informaciones recabadas, los antidrogas procedieron a verificar en la zona de embarque de la estación de buses, a pasajeros y maletas que iban a bordo de un ómnibus de la empresa Expreso Paraguay. El vehículo había salido de la terminal de Asunción y tenía como destino la ciudad brasileña de San Pablo, previo paso por la estación de la capital de Alto Paraná.
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En coordinación con el fiscal antidrogas Elvio Aguilera, detectaron la existencia de tres maletas que se encontraban cargadas con un total de 85 kilos y 555 gramos de marihuana. Luego identificaron a los dueños de las citadas maletas y resultaron ser los citados Estefani Alexis Benítez y José Antonio Figueredo.
Según datos recabados por los agentes, ambas personas abordaron el ómnibus en la zona de Caaguazú. Tras la detención, fueron remitidos a la base regional de la Senad, por disposición del fiscal interviniente, Elvio Aguilera. Se exponen a penas que oscilan entre 10 y 25 años, por tráfico internacional de drogas, según el agente del Ministerio Público.
En nota con La Nación/Nación Media, el fiscal Elvio Aguilera dijo que no se tomaron medidas en contra de empresa de transporte ni de los choferes porque la pareja subió en Caaguazú y no se hallaron elementos de conexión previa, tomando en cuenta los datos que disponen sobre la carga que estaba de viaje y fue abortada.
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Aumenta flujo de promeseros de Caacupé en la Terminal de Asunción
La víspera del día de la Virgen de Caacupé cuenta con un movimiento mayor de personas en la Terminal de Ómnibus de Asunción, que desde la madrugada y la mañana viajan con dirección a la capital espiritual del país. Allí se intensificó desde la noche del martes y se espera una afluencia récord luego de la eliminación de las medidas sanitarias por la pandemia.
La cantidad de viajeros va aumentando con el correr de las horas luego de que la Dirección Nacional de Tránsito (Dinatran) desde el pasado 5 de diciembre haya liberado los horarios de todas las empresas de transporte público intermunicipal hasta el mediodía del jueves 8 de diciembre, día de la Virgen de los Milagros.
El pasaje hasta la ciudad de Caacupé tiene un precio de G. 7.600, mientras que hasta el desvío de San Bernardino es de G. 5.600 y hasta Ypacaraí es de G. 5.100, siendo estos los tres puntos donde estos vehículos bajan pasajeros en su marcha a la Villa Serrana. Recuerdan que los buses habilitados deben tener el cartel de “Caacupé” o “Hasta Ypacaraí” en el parabrisas.
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“Pienso que entre hoy y mañana vamos a tener mucha gente. Hacemos dos viajes por día, pero por el tráfico ya no se puede hacer mucho. Con agua combatimos el calor”, expresó un chofer en contacto con el canal NPY, esta mañana.
Por su parte, efectivos de la Policía Nacional recorren mediante patrullas los alrededores de la Terminal con la intención de salvaguardar la integridad de los peregrinantes y evitar que personas sean víctimas de “descuidistas” que puedan operar en el sitio ante la alta concurrencia de personas que llegan desde distintas ciudades del departamento Central, principalmente Asunción.
Mientras que el Ministerio de Salud dispuso de más de 1.800 personas que brindarán asistencia, entre médicos, enfermeras y personal de apoyo, que acudirán a los 28 puestos fijos del trayecto a la capital espiritual del país para brindar atención a los peregrinantes que así lo requieran y en los 41 puestos provisorios ubicados en Cordillera, Caaguazú, Central, Paraguarí y Asunción.
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Microtráfico pulula en los barrios
El tráfico de estupefacientes gana terreno en los barrios burlando penosamente el control de los organismos de seguridad y con rasgos de violencia que caracterizan a las peleas entre los capos del negocio del narcotráfico. Las cifras del microtráfico, específicamente de consumidores, crecen sistemáticamente, un flagelo que silenciosamente se expandió y ahora muestra fortaleza, se los sindican de actos de violencia por dominio territorial, sin mayores reservas ante las debilidades institucionales.
Hace un par de días hubo un enfrentamiento con balacera en un populoso distrito del departamento Central. Fueron detenidas algunas personas que presumiblemente abrieron fuego por una guerra detrás de una zona donde circula una importante cantidad de drogas.
“Sería por problemas de grupos delictivos, se presume que son vendedores de drogas, ya que durante el allanamiento se encontraron distintas clases de estupefacientes”, decía en estos días uno de los uniformados.
El negocio ilícito es una de las principales causas de la inseguridad reinante en nuestro país, según los organismos de seguridad, sin embargo, crece de forma gradual al punto de que existen puntos de la red de distribución y consumo hasta en las inmediaciones de la Secretaría Nacional Antidrogas. Esta institución es una de las más aplazadas en gestión, considerando las cifras del microtráfico y las grandes narcoexportaciones que tristemente nos colocan como corredor de cocaína en auge ante el mundo.
Zonas como la Terminal de Ómnibus, 4 Mojones, ubicadas en el radio cercano de la Senad, son focos de venta y consumo de estupefacientes que empujan a todo tipo de actos irregulares.
Estudios revelados hace apenas unos meses nada más refieren que cerca de 70.000 personas están en el vicio de las drogas en el departamento Central, de los cuales el 80% está en el rango etario que no supera 25 años. Los análisis incluso detallan que una persona en el rubro microtráfico vende por lo bajo 50 kilos de droga al mes, trayendo de la zona de Bolivia, según las estimaciones del mercado negro dejan una ganancia de US$ 1.500 por kilo, lo que sugiere una ganancia de unos US$ 75.000, equivalentes a unos G. 500 millones al mes.
Este circuito de la droga, referido en los análisis de los mismos órganos especializados, sugiere que el insumo tiene la ruta allanada para llegar sin problemas a destino. Misma circunstancia que la narcoexportación que, gracias a la liberación de control en puertos privados, una de las primeras decisiones de este gobierno, salen toneladas de cocaína que caen con decomisos en el extranjero.
Hay 1.600 kilómetros de distancia entre el departamento Central y la frontera boliviana, todo este trayecto recorre la droga que llega a nuestro país y que llena el bolsillo de quienes se dedican al ilícito. Este tránsito vulnera varias estaciones de control, sin embargo, no nos solemos enterar del desmantelamiento de unidades antinarco ni castigos a los funcionarios corruptos, responsables.
Las máximas intervenciones se traducen en decomisos de algunos gramos de crack y otros en puestos clandestinos.
Negocio redondo en las narices de las autoridades que se pasan allanando e interviniendo pequeños puestos, sin embargo, estos tienen una capacidad de migrar a ritmo mucho más veloz que la Senad y otras instituciones.
Es inentendible que no existan resultados concretos que provengan de las alianzas entre los entes de control. La situación se escapa de las manos y se ha hecho normal que incluso desde las cárceles el negocio se maneje con total impunidad.
Se debe trabajar en que la droga no llegue al mercado negro local. Desmantelar los laboratorios y castigar como corresponde a los que ejecutan el ilícito, así también a los colaboradores que desde los organismos de control hacen el guiño correspondiente.
Además de los cientos de programas antidrogras que frecuentemente nos promocionan las instituciones pertinentes mediante inspiradoras gacetillas, necesitamos acción, presencia de agentes honestos, comprometidos con el bien común que cumplan con el cometido de extirpar el negocio. Hemos visto que ya no hay reservas y que los que se dedican a vender estupefacientes toman las calles, desatan violencias por peleas territoriales en las narices de los encargados de combatir este mal y en detrimento de la paz de la ciudadanía.
Ya tenemos suficientes estrategias plasmadas en los flyers de los diferentes programas antinarcóticos, ahora urge que estos se hagan realidad disminuyendo los índices del negocio.
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Vendedores de la TOA piden estabilidad y reconocimiento a la antigüedad
Los vendedores de la Terminal de Ómnibus de Asunción (TOA) realizaron este sábado una manifestación exigiendo estabilidad para más de 80 trabajadores del sector. Denunciaron supuestos desalojos por parte de la directora Sara Giménez y pidieron el reconocimiento de sus antigüedades.
La presidenta de la Asociación de Vendedores Ambulantes de la Terminal de Asunción, Angélica Morel, señaló que varios vendedores están hace varios años en el lugar y para la firma del contrato piden que se reconozca la antigüedad de todos.
“Hay compañeros que están trabajando hace 30 o 35 años. Estamos pidiendo que se nos reconozca nuestra antigüedad porque si firmamos el contrato sin nuestra antigüedad, desde hoy nomás empezamos a trabajar en la terminal”, dijo la presidenta del gremio en una entrevista con el programa “Maitei Paraguay”, emitido por el canal GEN/Nación Media.
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Mencionó que hay muchas personas de edad avanzada trabajando en la Terminal de Asunción y corren riesgo de perder sus puestos y quedarse sin el sustento diario. Los vendedores acusan a la directora Sara Giménez de amenazarles constantemente con desalojos.
“Nosotros queremos que se reconozca nuestra antigüedad, cuando se reconozca nuestra antigüedad vamos a firmar todos. Queremos un contrato justo, legal y hay un contrato del 2021 que nos quiere hacer firmar ahora y en diciembre ya se tiene que pedir la renovación del contrato”, agregó Morel.
Los vendedores de la Terminal de Ómnibus de Asunción (TOA) temen también que no se les renueven los nuevos pedidos de contrato para el próximo año, ya que si no firman los documentos, ya no podrán trabajar en dicho predio, a pesar de estar hace varios años.
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