Esta semana, desde el Arzobispado de Asunción dieron a conocer las orientaciones para setiembre y octubre. Entre ellos comunicaron a todas aquellas personas que realizaron los sacramentos de la Iglesia católica en el Santuario Nacional Divina Misericordia ubicado al lado del Mercado de Abasto no son válidos y deben rehacerlos.
“Para los incautos y apurados para recibir sacramentos, bautismo, confirmación, matrimonio, son inválidos deben completar los ritos y se debe rehacer en cada parroquia”, apunta el documento.
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Desde la máxima autoridad de la Iglesia católica del país, emitieron un aviso especial en que advierten que el santuario es una secta. “Alerta sobre las celebraciones hechas por la iglesia cristiana católica apostólica nacional paraguaya Santuario Nacional Divina Misericordia es una secta que usurpa el nombre y la liturgia católica”, manifestó.
Explicaron que para aquellas personas que cayeron en los engaños de esta secta o falsa iglesia resaltaron que los sacramentos no son válidos, por lo que deben recurrir nuevamente a sus parroquias y rehacer los sacramentos.
Requerimiento para validar
Así también, dieron a conocer las normas a tener en cuenta para validar estos tres sacramentos. Para el bautismo deben completar el rito del santo crisma, para lo cual deben avisar y anotarse en sus parroquias.
En tanto que para los confirmandos y los nuevos matrimonios, declararon que estos son totalmente nulos y que la única forma de validación es rehacer todos los pasos de ambos sacramentos en cada parroquia, tanto la confirmación como la boda.
“Oportunamente enviaremos a los párrocos el documento orientador que estará preparando un equipo de teólogos y pastoristas, sobre cómo realizar la sanación del sacramento realizado por la secta”, sentencia.
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Masacre en Kenia: asciende a 201 muertos por inanición en culto religioso
El número de muertos en prácticas de ayuno extremo promovidas por una secta religiosa en un bosque de Kenia se elevó a 201, tras el hallazgo de 22 nuevos cuerpos, informó una funcionaria gubernamental de este país de África oriental. La prefecta regional, Rhoda Onyancha, informó además que 26 personas ya fueron detenidas en relación con la masacre del bosque de Shakahola, entre ellas el extaxista Paul Nthenge Mackenzie, “pastor” de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva, que incitaba a sus adeptos a privarse de comida para “encontrar a Jesús”.
Mackenzie, de 50 años, se entregó a las autoridades el 14 de abril, tras el descubrimiento de las primeras fosas. Desde entonces ya se hallaron unas cincuenta. La búsqueda de otros cuerpos se interrumpirá durante dos días, para permitir reorganizar la investigación, y se reanudará el martes, indicó Onyancha.
Entre los detenidos figuran igualmente los miembros de una “banda de matones”, que vigilaban que nadie rompiese el ayuno o intentase huir del bosque, precisó. Las autopsias revelaron hasta el momento que la mayoría de las víctimas -entre ellas varios niños- pereció de hambre, aunque también hay indicios de personas estranguladas, apaleadas o asfixiadas, según el forense del gobierno, Johansen Oduor.
A algunos cuerpos se les había extraído ciertos órganos, lo cual levantó sospechas de “un tráfico de órganos humanos bien coordinado que implica a varios actores”, según un acta judicial establecida el lunes pasado. El ministro del Interior keniano pidió sin embargo el martes tratar esa sospecha “con cautela”, dado que por el momento se trata “de una teoría en curso de investigación”. Onyancha indicó que recibió denuncias de unas 600 personas desaparecidas, algunas de ellas de aldeas cercanas al bosque de Shakahola.
La deriva de una secta
En medio de voluntarios en traje blanco y mascarilla, Titus Katana lleva varios días removiendo la tierra ocre del bosque de Shakahola, en el este de Kenia, donde murieron más de un centenar de seguidores de una secta que habían ayunado para “conocer a Jesús”. Este hombre de 39 años conoce bien a Paul Mackenzie Nthenge, el “pastor” que está en el centro de lo que se ha denominado “la masacre de Shakahola”.
“Solíamos adorar (a Dios) juntos”, cuenta a la AFP. Katana rezó, e incluso predicó, junto a Mackenzie, un taxista que se acabó proclamando “pastor” de la Iglesia Internacional de Buena Nueva (Good News International Church), que él mismo creó. “No sé qué le pasó”, lamenta Titus Katana, afirmando haber permanecido “algunos años” en el grupo, pero sin dar fechas precisas.
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“Al principio, las intenciones de la Iglesia Internacional de Buena Nueva eran buenas. Teníamos la impresión de ver a Dios en esta Iglesia”, asegura el hombre, que en general trabaja para la economía informal y que es oriundo de Malindi, una ciudad de la costa keniana, a unos 80 kilómetros de Shakahola.
Pero, al final, tomó distancias porque “se introdujeron demasiadas leyes que exigían a las mujeres no trenzar su cabello, prohibían ir al hospital y a los niños, ir a la escuela”, explica. “Iba demasiado lejos para mí. No tuve más remedio que irme y encontrar otra Iglesia”, señala. Paul Mackenzie Nthenge fue arrestado en 2017, acusado de radicalización por predicar que no había que escolarizar a los niños porque, según él, la educación no está reconocida en la Biblia. Fue puesto en libertad bajo fianza y absuelto por la justicia en 2021.
Calendario macabro
Al menos 109 personas, la mayoría niños, murieron después de seguir los preceptos de Paul Mackenzie Nthenge de ayunar para “conocer a Jesús”. Titus Katana visita todos los días el sitio donde se están llevando a cabo las búsquedas. Desde hace una semana, no pasa un día sin que se desentierren cuerpos.
Uno de sus amigos le dijo que el ayuno mortal había sido programado. “Paul Mackenzie estableció el calendario en enero. Los niños y los solteros debían morir primero, seguidos por las madres y luego los padres”, explica Titus Katana. “El pastor y su familia debían ayunar los últimos”, añade. Según Hussein Khalid, director ejecutivo de la oenegé Haki África -que alertó a la policía sobre las acciones del “pastor” Mackenzie-, “se les dijo que el fin del mundo iba a llegar en junio”.
Hasta el miércoles, 39 fieles fueron encontrados vivos, vagando por el bosque. Algunos se negaban a aceptar el agua y la ayuda que les ofrecían los servicios de socorro. También los hay que continúan huyendo de los socorristas, determinados a acabar el ayuno que empezaron. Bajo la influencia del “pastor”, muchos fieles vendieron “propiedades, casas y empresas para esperar la llegada de Jesús” en el bosque de Shakahola, cuenta Titus Katana. “Me siento mal por lo que pasó porque conocía a muchos fieles que ahora están muertos”, subraya, apenado.
Otro pastor acusado
Uno de los pastores más influyentes de Kenia fue detenido el jueves en la ciudad de Malindi acusado del “asesinato en masa de sus fieles”, anunció el ministro del Interior Kithure Kindiki, pocos días después de la revelación de la muerte de 98 fieles de otra iglesia. Ezekiel Odero, jefe del Centro de Oración e Iglesia de la Nueva Vida (New Life Prayer Centre and Church), “fue detenido y procesado penalmente por el asesinato en masa de sus fieles”, dijo el ministro en un comunicado.
Odero, vestido de blanco y con una Biblia en la mano, fue trasladado a la sede de la policía regional en Mombasa. Este televangelista atrae multitudes a su iglesia, que puede acoger a unas 40.000 personas al sur de Malindi. Según él, trozos de tejidos “sagrados” vendidos en sus reuniones pueden curar enfermedades.
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Las autoridades anunciaron medidas contra los cultos “inaceptables”, calificados de “terroristas”, tras el descubrimiento de decenas de cadáveres de seguidores de otra secta, la Iglesia Internacional de la Buena Nueva (Good News International Church), que conmocionó a este país de África del este.
Un total de 98 personas -en su mayoría niños- murieron, según un balance todavía provisional, mientras que prosiguen las búsquedas de fosas comunes en el bosque de Shakahola, a unos 80 kilómetros de Malindi. El autoproclamado pastor de esta secta, Paul Mackenzie Nthengue, predicaba un ayuno extremo como medio de encontrar a Dios. La policía no relacionó el arresto de Ezekiel Odero con el de Paul Mackenzie Nthenge.
Fuente: AFP.
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Masacre en Kenia: ayuno extremo de secta deja 90 muertos
El macabro recuento de víctimas continúa en el bosque de Shakahola, en el este de Kenia, donde se hallaron este martes otros 17 cadáveres de miembros de una secta que promovía el ayuno extremo para “conocer a Jesús”, llevando el total a 90 muertos. Este balance, entre los cuales figuran niños, es provisional. Las autoridades siguen peinando un bosque de más de 300 hectáreas, cerca de la ciudad costera de Malindi, en busca de otras fosas comunes.
El terrible descubrimiento ha conmocionado a toda la nación y el presidente William Ruto prometió tomar medidas contundentes contra aquellos que “utilizan la religión para promover sus actos atroces”. De visita en la zona de búsqueda, el ministro del Interior, Kithure Kindiki, advirtió que el balance de víctimas podría subir.
“No sabemos cuántas fosas comunes, cuántos cuerpos hallaremos”, dijo Kindiki. Añadió que unas 34 personas fueron halladas vivas en el bosque. Kindini evocó la posibilidad de que se inculpe de “terrorismo” a Paul Mackenzie Nthenge, el “pastor” de la llamada Iglesia Internacional de la Buena Nueva (Good News International Church) que promovía el ayuno entre sus seguidores para “conocer a Jesús”.
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Morgue llena
“La mayoría de cuerpos exhumados son de niños”, dijo a AFP un forense bajo condición de anonimato. Según un investigador se encontraron fosas con hasta seis personas. Frente a la llegada masiva de restos, la morgue del hospital local está llena, dijo Said Ali, responsable del establecimiento. Añadió que tuvieron que pedir a la Cruz Roja que proporcionara contenedores refrigerados.
Los equipos siguen buscando sobrevivientes en una carrera contrarreloj. “Cada día que pasa, hay muchas posibilidades de que mueran otras personas”, según Husein Jalid, director ejecutivo de la ONG Haki Africa, que alertó a la policía de las acciones del líder del grupo. “El horror que hemos visto en los últimos cuatro días es traumático. Nada te prepara para ver fosas poco profundas con niños dentro”, añadió.
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Según la Cruz Roja kienana, 212 personas han sido reportadas desaparecidas. El ministro del Interior, Kithure Kindiki, tiene previsto ir a la zona de búsqueda este martes. Muchos acusan a las autoridades policiales y judiciales de no haber actuado antes. Paul Mackenzie Nthenge ya había sido detenido en dos ocasiones, la última vez en marzo de este año, tras un caso en el que dos niños murieron de hambre. Pero fue liberado tras pagar una fianza de alrededor 700 dólares.
Este taxista que se convirtió a “pastor” en 2003 se entregó a la policía la noche del 14 de abril y comparecerá ante un juez el 2 de mayo. Este drama ha reavivado un debate sobre el control del culto religioso en Kenia, país predominantemente cristiano, donde los “pastores”, las “iglesias” y otros movimientos religiosos marginales son a menudo noticia.
Para el ministro del Interior esta masacre debería conducir “no sólo a un castigo más severo para el autor o los autores de atrocidades (...), sino también a una regulación más estricta de cada iglesia, mezquita, templo o sinagoga en el futuro”.
Fuente: AFP.
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Masacre en Kenia: un taxista convertido en “pastor” es el principal sospechoso
Acusado de haber empujado a sus seguidores a morir de hambre en el este de Kenia, Paul Mackenzie Nthenge es un taxista que se convirtió en “pastor” en el 2003, y cuya predicación extrema le ha valido dos arrestos, desde el 2017. Se encuentra en el centro de lo que este país de África oriental llama la “Masacre del Bosque de Shakahola”, llamada así por el nombre del bosque donde fueron encontradas decenas de cuerpos, al parecer miembros de la Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas, y que él fundó en el 2003.
Mas de 70 cadáveres había sido hallados según un balance provisional entregado el lunes por Japhet Koome, jefe de policía de Kenia. El presidente William Ruto denunció una actuación de “terroristas”. La policía había presentado al líder de esta “Iglesia” como Makenzie Nthenge, en un informe del 14 de abril, cuando las fuerzas del orden local intervinieron después de recibir informes acerca de “ciudadanos ignorantes muertos de hambre con el pretexto de conocer a Jesús después de haber pasado por un lavado de cerebro”.
Mackenzie Nthenge sabía que lo buscaban y se entregó a la policía la noche del 14 de abril. En los documentos judiciales consultados por AFP, su nombre es Paul Mackenzie Nthenge, pero en el sitio internet de su organización, se indica que esta fue “creada el 17 de agosto del 2003 por el servidor de Dios PN Mackenzie”. Con sucursales en varias regiones de Kenia, la Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas cuenta con más de 3.000 miembros, mil de ellos en la ciudad costera de Malindi, donde se había instalado.
“Los últimos tiempos”
“La misión de este ministerio es nutrir a los fieles de manera holística en todas las áreas de la espiritualidad cristiana mientras nos preparamos para la segunda venida de Jesucristo a través de la enseñanza y la evangelización”, se lee.
Paul Mackenzie Nthenge difundía un programa titulado “Mensaje de los últimos tiempos” que evocaba “enseñanzas, prédicas y profecías sobre el final de los tiempos, comúnmente llamados escatología”. Afirmaba “llevar el evangelio de nuestro señor Jesucristo libre del engaño y del intelecto del hombre”.
También lanzó un canal de YouTube en el 2017, donde se pueden encontrar videos de sus sermones en su iglesia en Malindi, donde advertía enfáticamente a sus fieles sobre las prácticas “demoniacas” como usar pelucas y efectuar transacciones digitales sin dinero en efectivo. Este año, fue arrestado por primera vez por “radicalización”, por haber promovido la no escolarización de los niños, afirmando que la educación no estaba reconocida por la Biblia.
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Afirma haber cerrado su iglesia dos años después para establecerse en el pueblo forestal de Shakahola. “Tuve la revelación de que había llegado el momento de parar”, declaró el 25 de marzo al diario The Nation. “Sólo rezo conmigo mismo y con aquellos que han elegido creer”, aseguró.
Unos días antes, había sido arrestado de nuevo “tras ser vinculado con la muerte de dos niños que se presume que murieron de hambre por instrucciones de este criminal”, dijo el lunes Japhet Koome. Según el jefe de policía de Kenia había recomendado a sus seguidores “ayunar hasta la muerte para encontrarse con su creador”.
Había sido liberado gracias a una caución de 100.000 chelines kenianos (unos 670 euros). En su entrevista, con The Nation, decía estar “conmocionado por las acusaciones en su contra”. Esto sucedió algunas semanas antes de que la policía encontrara a las primeras víctimas en el bosque de Shakahola: 15 de sus adeptos, muchos de ellos debilitados y demacrados. Cuatro murieron durante su traslado al hospital.
Una ofensiva contra las sectas
El presidente de Kenia, William Ruto, prometió el lunes tomar medidas contundentes contra movimientos religiosos “turbios”, después de que la policía encontró 73 cadáveres de personas sospechosas de pertenecer a una secta que instaba a sus seguidores a ayunar para “conocer a Jesús”.
El balance de muertos por hambre aumentó a 73, informaron este lunes a AFP fuentes de policía, cuando seguían descubriéndose más cuerpos en fosas comunes en un bosque cerca de la costa. “Hemos encontrado 73 cuerpos en el bosque hasta esta noche” y la búsqueda de nuevos cuerpos “seguirá mañana”, indicó un policía implicado en la investigación. El anterior balance de muertos era de 58.
El presidente de Kenia, William Ruto, prometió el lunes tomar medidas contundentes contra movimientos religiosos “turbios”, después de que la policía encontró cadáveres de personas sospechosas de pertenecer a una secta que instaba a sus seguidores a ayunar para “conocer a Jesús”.
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“Lo que vimos en (...) Sakhola es propio de terroristas”, declaró el mandatario en una ceremonia de entrega de diplomas a funcionarios de prisiones. “Los terroristas utilizan la religión para promover sus atroces actos. Personas como Mackenzie utilizan la religión para hacer exactamente lo mismo”, continuó. El 14 de abril, las autoridades encontraron los restos de cuatro adeptos de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva (Good News International Church), dirigida por Makenzie Nthenge, quien habría instado a sus seguidores a ayunar para “conocer a Jesús”.
Ese día, otras 11 personas habían sido rescatadas y hospitalizadas. Pero los macabros hallazgos siguieron en ese bosque, situado cerca de la ciudad costera de Malindi. El jefe de la policía, Japhet Koome, que acudió el lunes al lugar, afirmó que la cifra incluye “los cuerpos exhumados y los que murieron de camino al hospital”, detalló.
El presidente keniano aseguró que pidió a los “organismos responsables que se ocupen del asunto y lleguen a la raíz y al fondo de las actividades de las religiones y de las personas que buscan usar la religión para promover una ideología turbia e inaceptable”. Los policías aún esperan encontrar más cuerpos en este bosque donde se reunían los miembros de la secta. Varios adeptos de esa iglesia se esconden todavía en el lugar, aunque 29 personas ya fueron recuperadas, según Koome.
“Matanzas masivas”
Una mujer fue hallada el domingo por las autoridades con los ojos desorbitados y rechazó alimentarse, antes de ser trasladada en una ambulancia. La mujer “rechazó absolutamente los primeros auxilios y cerró con fuerza la boca, negándose a comer y quiso continuar su ayuno hasta la muerte”, dijo Hussein Khalid, miembro de Haki Africa, organización que alertó a la policía sobre las actuaciones de la iglesia.
“Pedimos al gobierno nacional enviar tropas al terreno para que podamos ir al interior (del bosque) a socorrer a las víctimas que siguen ayunando hasta la muerte”, añadió. El bosque, de más de 300 hectáreas, está acordonado y ha sido declarado “escena de crimen”, afirmó el ministro del Interior Kithure Kindiki en Twitter el domingo.
“Es un gran golpe y una gran conmoción para nuestro país”, declaró Sebastian Muteti, encargado de la protección de la infancia en el condado de Kilifi. Para él, se trata de “matanzas masivas”. Los macabros hallazgos suscitan interrogaciones sobre la actitud de las autoridades, que conocían las actividades del pastor desde el 2017.
Nthenge ya había sido detenido porque convencía a muchos niños a no ir a la escuela bajo el argumento de que supuestamente, la educación no estaba reconocida en la Biblia. En esa época, fue acusado de “radicalización” y de dirigir una escuela no registrada. El pastor volvió a ser detenido el mes pasado después de que dos niños murieran de hambre. Pero pagó una fianza de 100.000 chelines kenianos (unos 740 dólares) y fue liberado. Nthenge se entregó a la policía y lleva detenido desde el 15 de abril. Comparecerá ante un juez el 2 de mayo.
Fuente: AFP.
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Kenia: exhumaron 47 cuerpos de presuntos miembros de una secta
Otros veintiséis cuerpos fueron exhumados este domingo pasado en el este de Kenia, llevando a más de 50 el número de cadáveres descubiertos desde hace más de una semana en el marco de una investigación sobre la muerte de seguidores de una secta.
“Hoy [domingo] exhumamos 26 cuerpos, lo cual lleva el número total a 47″ en tres días, declaró Charles Kamau, jefe de investigaciones criminales del subcomité de Malindi (este), al precisar que las búsquedas continúan.
La semana pasada, las autoridades ya habían encontrado los restos de cuatro adeptos de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva (Good News International Church), dirigida por Makenzie Nthenge, quien habría instado a sus seguidores a ayunar para “conocer a Jesús”.
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Los investigadores intervinieron en la zona a raíz de una información que apuntaba a una posible fosa común. Varios adeptos de esa iglesia se esconden aún en el bosque. Una mujer fue hallada el domingo por las autoridades con los ojos desorbitados y rechazó alimentarse, antes de ser trasladada en una ambulancia.
La mujer “rechazó absolutamente los primeros auxilios y cerró con fuerza la boca, negándose a comer y quiso continuar su ayuno hasta la muerte”, declaró a la AFP Hussein Khalid, miembro de Haki Africa, organización que alertó a la policía sobre las actuaciones de la iglesia.
“Pedimos al gobierno nacional a enviar tropas al terreno para que podamos ir al interior (del bosque) a socorrer a las víctimas que siguen ayunando hasta la muerte”, añadió. Otros 11 fieles de entre 17 y 49 años, siete hombres y cuatro mujeres, fueron hospitalizados la semana pasada tras ser socorridos en el bosque de Shakahola.
El jefe de la secta, Makenzie Nthenge, acudió el 15 de abril a la policía, antes de ser detenido. Una fuente policial afirmó que Nthenge inició una huelga de hambre y que “reza y ayuna” durante su arresto. Según medios locales, seis seguidores de Makenzie Nthenge también fueron detenidos.
“Gran conmoción”
La policía indicó en un informe que había sido informada de varias personas “muertas de hambre con el pretexto de conocer a Jesús después de que un sospechoso, Makenzie Nthenge, pastor de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva, les lavara el cerebro”.
Según medios locales, Makenzie Nthenge había sido detenido e inculpado el mes pasado, después de que dos niños murieron de hambre mientras estaban siendo cuidados por sus padres. Pero pagó una fianza de 100.000 chelines kenianos (unos 740 dólares) y fue liberado.
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Hombres vestidos en uniformes blancos y con máscaras siguen cavando la tierra ocre en busca de otros cuerpos, constató el domingo un periodista de la AFP. “Muchos agentes de seguridad fueron desplegados en todo el bosque de casi 320 hectáreas, que está cercado y declarado escena de crimen”, afirmó en Twitter el ministro del Interior Kithure Kindiki, quien dijo que irá al lugar el martes.
Varios cuerpos fueron empacados en bolsas azules, constató un periodista de la AFP. “Es un gran golpe y una gran conmoción para nuestro país”, declaró a la AFP Sebastian Muteti, encargado de la protección de la infancia en el condado de Kilifi. El caso será examinado por la justicia el 2 de mayo.
Fuente: AFP.