Acusado de haber empujado a sus seguidores a morir de hambre en el este de Kenia, Paul Mackenzie Nthenge es un taxista que se convirtió en “pastor” en el 2003, y cuya predicación extrema le ha valido dos arrestos, desde el 2017. Se encuentra en el centro de lo que este país de África oriental llama la “Masacre del Bosque de Shakahola”, llamada así por el nombre del bosque donde fueron encontradas decenas de cuerpos, al parecer miembros de la Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas, y que él fundó en el 2003.

Mas de 70 cadáveres había sido hallados según un balance provisional entregado el lunes por Japhet Koome, jefe de policía de Kenia. El presidente William Ruto denunció una actuación de “terroristas”. La policía había presentado al líder de esta “Iglesia” como Makenzie Nthenge, en un informe del 14 de abril, cuando las fuerzas del orden local intervinieron después de recibir informes acerca de “ciudadanos ignorantes muertos de hambre con el pretexto de conocer a Jesús después de haber pasado por un lavado de cerebro”.

Mackenzie Nthenge sabía que lo buscaban y se entregó a la policía la noche del 14 de abril. En los documentos judiciales consultados por AFP, su nombre es Paul Mackenzie Nthenge, pero en el sitio internet de su organización, se indica que esta fue “creada el 17 de agosto del 2003 por el servidor de Dios PN Mackenzie”. Con sucursales en varias regiones de Kenia, la Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas cuenta con más de 3.000 miembros, mil de ellos en la ciudad costera de Malindi, donde se había instalado.

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“Los últimos tiempos”

“La misión de este ministerio es nutrir a los fieles de manera holística en todas las áreas de la espiritualidad cristiana mientras nos preparamos para la segunda venida de Jesucristo a través de la enseñanza y la evangelización”, se lee.

Paul Mackenzie Nthenge difundía un programa titulado “Mensaje de los últimos tiempos” que evocaba “enseñanzas, prédicas y profecías sobre el final de los tiempos, comúnmente llamados escatología”. Afirmaba “llevar el evangelio de nuestro señor Jesucristo libre del engaño y del intelecto del hombre”.

También lanzó un canal de YouTube en el 2017, donde se pueden encontrar videos de sus sermones en su iglesia en Malindi, donde advertía enfáticamente a sus fieles sobre las prácticas “demoniacas” como usar pelucas y efectuar transacciones digitales sin dinero en efectivo. Este año, fue arrestado por primera vez por “radicalización”, por haber promovido la no escolarización de los niños, afirmando que la educación no estaba reconocida por la Biblia.

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Afirma haber cerrado su iglesia dos años después para establecerse en el pueblo forestal de Shakahola. “Tuve la revelación de que había llegado el momento de parar”, declaró el 25 de marzo al diario The Nation. “Sólo rezo conmigo mismo y con aquellos que han elegido creer”, aseguró.

Unos días antes, había sido arrestado de nuevo “tras ser vinculado con la muerte de dos niños que se presume que murieron de hambre por instrucciones de este criminal”, dijo el lunes Japhet Koome. Según el jefe de policía de Kenia había recomendado a sus seguidores “ayunar hasta la muerte para encontrarse con su creador”.

Había sido liberado gracias a una caución de 100.000 chelines kenianos (unos 670 euros). En su entrevista, con The Nation, decía estar “conmocionado por las acusaciones en su contra”. Esto sucedió algunas semanas antes de que la policía encontrara a las primeras víctimas en el bosque de Shakahola: 15 de sus adeptos, muchos de ellos debilitados y demacrados. Cuatro murieron durante su traslado al hospital.

Una ofensiva contra las sectas

El presidente de Kenia, William Ruto, prometió el lunes tomar medidas contundentes contra movimientos religiosos “turbios”, después de que la policía encontró 73 cadáveres de personas sospechosas de pertenecer a una secta que instaba a sus seguidores a ayunar para “conocer a Jesús”.

El balance de muertos por hambre aumentó a 73, informaron este lunes a AFP fuentes de policía, cuando seguían descubriéndose más cuerpos en fosas comunes en un bosque cerca de la costa. “Hemos encontrado 73 cuerpos en el bosque hasta esta noche” y la búsqueda de nuevos cuerpos “seguirá mañana”, indicó un policía implicado en la investigación. El anterior balance de muertos era de 58.

El presidente de Kenia, William Ruto, prometió el lunes tomar medidas contundentes contra movimientos religiosos “turbios”, después de que la policía encontró cadáveres de personas sospechosas de pertenecer a una secta que instaba a sus seguidores a ayunar para “conocer a Jesús”.

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“Lo que vimos en (...) Sakhola es propio de terroristas”, declaró el mandatario en una ceremonia de entrega de diplomas a funcionarios de prisiones. “Los terroristas utilizan la religión para promover sus atroces actos. Personas como Mackenzie utilizan la religión para hacer exactamente lo mismo”, continuó. El 14 de abril, las autoridades encontraron los restos de cuatro adeptos de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva (Good News International Church), dirigida por Makenzie Nthenge, quien habría instado a sus seguidores a ayunar para “conocer a Jesús”.

Ese día, otras 11 personas habían sido rescatadas y hospitalizadas. Pero los macabros hallazgos siguieron en ese bosque, situado cerca de la ciudad costera de Malindi. El jefe de la policía, Japhet Koome, que acudió el lunes al lugar, afirmó que la cifra incluye “los cuerpos exhumados y los que murieron de camino al hospital”, detalló.

El presidente keniano aseguró que pidió a los “organismos responsables que se ocupen del asunto y lleguen a la raíz y al fondo de las actividades de las religiones y de las personas que buscan usar la religión para promover una ideología turbia e inaceptable”. Los policías aún esperan encontrar más cuerpos en este bosque donde se reunían los miembros de la secta. Varios adeptos de esa iglesia se esconden todavía en el lugar, aunque 29 personas ya fueron recuperadas, según Koome.

“Matanzas masivas”

Una mujer fue hallada el domingo por las autoridades con los ojos desorbitados y rechazó alimentarse, antes de ser trasladada en una ambulancia. La mujer “rechazó absolutamente los primeros auxilios y cerró con fuerza la boca, negándose a comer y quiso continuar su ayuno hasta la muerte”, dijo Hussein Khalid, miembro de Haki Africa, organización que alertó a la policía sobre las actuaciones de la iglesia.

“Pedimos al gobierno nacional enviar tropas al terreno para que podamos ir al interior (del bosque) a socorrer a las víctimas que siguen ayunando hasta la muerte”, añadió. El bosque, de más de 300 hectáreas, está acordonado y ha sido declarado “escena de crimen”, afirmó el ministro del Interior Kithure Kindiki en Twitter el domingo.

“Es un gran golpe y una gran conmoción para nuestro país”, declaró Sebastian Muteti, encargado de la protección de la infancia en el condado de Kilifi. Para él, se trata de “matanzas masivas”. Los macabros hallazgos suscitan interrogaciones sobre la actitud de las autoridades, que conocían las actividades del pastor desde el 2017.

Nthenge ya había sido detenido porque convencía a muchos niños a no ir a la escuela bajo el argumento de que supuestamente, la educación no estaba reconocida en la Biblia. En esa época, fue acusado de “radicalización” y de dirigir una escuela no registrada. El pastor volvió a ser detenido el mes pasado después de que dos niños murieran de hambre. Pero pagó una fianza de 100.000 chelines kenianos (unos 740 dólares) y fue liberado. Nthenge se entregó a la policía y lleva detenido desde el 15 de abril. Comparecerá ante un juez el 2 de mayo.

Fuente: AFP.

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