Aunque los péptidos están presentes en la piel de forma natural, su producción y calidad disminuyen con los años y necesitamos de una ayuda extra: más propiedades antiaging.
Los péptidos refuerzan la barrera cutánea que defiende a la piel de los agresores externos, haciendo que el rostro sea menos susceptible a la irritación, descamación o manchas. Además, pueden disminuir la apariencia de arrugas y hacer que la piel adquiera firmeza y tersura, a su vez alivian la inflamación e igualan el tono de la piel.
Pero, ¿qué son los péptidos? Se trata de algunas moléculas con propiedades regeneradoras que surgen de la unión de diferentes aminoácidos a través de enlaces peptídicos. Es decir, son fragmentos de proteína que luchan contra el envejecimiento y forman parte de los productos cosméticos.
Estas moléculas se encuentran en la naturaleza y dentro de nuestro organismo, y tienen funciones antibióticas y hormonales. Además, operan como neurotransmisores para avisar al cuerpo de que es necesario producir determinadas sustancias sanadoras cuando hay heridas. También minimizan las lesiones en la piel a causa de los rayos solares y actúan como antioxidantes en el organismo.
Como su producción disminuye después de los 30 años, es importante recurrir a algunos productos para mantener la firmeza, el brillo y la uniformidad en la piel. En los productos para el cuidado de la piel, los péptidos están diseñados para aumentar la producción de colágeno y elastina, también ayudan a reducir la aparición de líneas finas de expresión y a reafirmar el rostro.
¿Cómo usar péptidos en la piel?
A través de sueros y cremas es la forma más efectiva de aplicar los péptidos sobre la piel, ya que estos productos suelen tener mayor concentración del activo y penetran más allá de lo que podría hacerlo un limpiador o mascarilla. Y es que estas alternativas deben enjuagarse, por eso no tendrían el mismo efecto.
Para que resulten beneficiosos para la piel deben combinarse con otros activos, como los antioxidantes o hidratantes, o bien, con el alfa hidroxiácidos o retinol. Sus efectos no se mantienen cuando dejas de usar el producto, así que deberás usarlos continuamente para ver sus bondades, ya sea en tu rutina skincare de día o noche.
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