Cada vez que nos exponemos al sol nuestra piel absorbe rayos ultravioleta (UV) que provoca daños acumulativos en ella. Los malos cuidados de la piel a lo largo de la vida podrían generar lesiones cutáneas, y en el peor de los casos hasta cáncer.

La dermatóloga, Rocío Marecos, afirma en entrevista con la VOS que los malos hábitos repercuten en la piel generando envejecimiento precoz, flacidez, manchas blancas y marrones, así como también cáncer de piel tras un daño celular en el organismo.

“Que la piel tiene memoria, aunque suene a poesía no es así, es algo muy real. El daño que sufre al estar expuesta a la radiación sin protección queda acumulado para siempre”, indica.

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La piel es un órgano que funciona de barrera ante las infecciones, evita la deshidratación, regula la temperatura corporal, nos protege de los rayos UV y ayuda a producir vitamina D. Cuenta con tres capas: epidermis, dermis e hipodermis, que a su vez tienen tres células fundamentales: escamosas, basales y melanocitos.

Es en la epidermis, la capa más superficial, donde se producen las lesiones que pueden derivar en el diagnóstico de cáncer de piel aunque solo el dos por ciento son melanomas, las cuales, en su mayoría, causan mortalidad.

Explica que si bien a simple vista solo se observa el bronceado, la piel a nivel molecular se encuentra dañada en el núcleo celular, específicamente en el ADN, generando dímeros de timina. La radiación deja su impronta celular.

El dímero T es el enlace covalente entre dos residuos de timina adyacentes dentro de una molécula de ADN, muchas veces catalizado por la radiación ultravioleta o por agentes químicos mutagénicos. Es uno de los casos de daño más generales en el ADN conocido como desoxirribonucleasa.

“Funciona generando los dímeros T a nivel del ADN, al producirlos las células siguen replicándose, pero con estas fallas genéticas. Si estas fallas están localizadas a nivel de genes supresores de tumores o de oncogenes, esto sería como una base de control que tiene la célula para evitar la aparición de tumores. Al fallar no hay control y la célula a pesar de ser maligna sigue multiplicándose porque tal control ya no existe”, detalla.

Cuidar la piel es prioridad

La dermatóloga nos comparte algunas sugerencias para evitar que nuestra piel desarrolle enfermedades y logre mantenerse en óptimas condiciones:

-No exponerse al sol entre las 10:00 a 16:00.

-Utilizar protector solar con un mínimo de FPS de 30, pero para mayor resguardo sería el FPS 50 o más.

-Vestir ropas que ofrezcan fotoprotección.

-Usar accesorios como sombreros, anteojos de sol, etc.

-Si el daño ya está hecho, acudir a tratamientos efectivos como peelings, láser, cremas con ácido retinoico, y fluorouracilo.

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