La ex ministra de Hacienda Lea Giménez cuestionó el discurso político que mantiene la ex titular de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) Soledad Núñez al buscar despegarse del anterior gobierno, con la finalidad de posicionar su figura dentro del sector de la oposición con miras a las próximas elecciones.
La instó a ordenar sus ideas políticas para luego volver a salir al ruedo electoral ya con la suficiente madurez, humildad y honestidad.
“Quedé algo confundida con respecto a su mensaje, no me quedó a mí como espectadora lo que ella está planteando, si está procurando políticamente o si quiere ser presidenta, no se entiende cuál es su propuesta”, explicó en el programa “Hoy de siesta”, emitido por radio Universo 970 AM.
Lea Giménez destacó la gestión que realizó Núñez al frente de lo que hoy es el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH) y espera que más mujeres puedan tomar la decisión de incursionar en política, pero le recomendó actuar con seguridad y claridad.
“Siento mucho respeto por Soledad, hizo un trabajo interesante, pero, sin embargo, me parece que le falta seguridad y claridad. Desde el punto de vista de una mujer que sale al ring, aplaudo esa decisión, pero quiero que ella aclare para que se entienda, pero hace falta más mujeres en el ámbito político y animarnos a tomar esos espacios que nos corresponden como 50% de la población”, indicó.
Le pidió reconocer el apoyo que le brindó el gobierno de Cartes durante toda su administración al frente de la Senavitat, pues el ex mandatario apostó por dar oportunidad a jóvenes dentro de su gabinete.
“Me pareció de mal gusto lo que salió a decir, pero tiene que tener más humildad y sinceridad porque ella, como todos nosotros, fue parte del grupo de jóvenes que se formó durante el gobierno del ex presidente Horacio Cartes y sabe muy bien el apoyo que recibimos todos y sin eso ninguno de nosotros iba a poder hacer mucho”, dijo.
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Una mesa de diálogo exige cordura, madurez y razón
La experiencia del error también es un camino para construir el aprendizaje en tanto se la acepte como tal y se la supere. En esta condición, se convierte en un disparador que nos predispone a continuar hacia el siguiente estadio: la formulación de la verdad mediante la concordancia entre el pensamiento y los hechos o el razonamiento que despeja toda duda mediante la ratificación de las evidencias, la certeza y la ausencia de contradicciones. He ahí el verdadero conocimiento que ha de acompañarnos y ayudarnos durante toda nuestra existencia para la resolución de los problemas cotidianos, para sobrellevar y trascender los conflictos, incluidos los interiores, amortiguar las cargas por la supervivencia en un mundo cada vez más competitivo y aprender a convivir o a vivir con los demás, que es uno de los ejes centrales de la educación. En ese trayecto no serán pocas las ocasiones en que tratarán de convencernos por medio de las falacias o razonamientos aparentes el sofisma o los argumentos falsos y las opiniones que son conocimientos probables, pero que carecen del rigor de la ciencia. Estas son herramientas que deben administrar quienes ocupan una escala superior en el proceso de enseñanza-aprendizaje: los universitarios, porque ellos son los ciudadanos del futuro y profesionales del mañana, en un periodo corto que suele transitar entre cuatro y seis años, de acuerdo con las carreras elegidas. Y si optan por ingresar a la política como actividad dirigida al bien común, el bienestar colectivo y el progreso económico sin exclusiones, su compromiso y responsabilidad serán todavía mucho mayor.
La juventud es por naturaleza rebelde. Y está bien que así sea, antes que asumir una actitud conformista, que solo favorece las reproducciones de las injusticias, la desigualdad social y los detestables privilegios. Y en ese afán de cambiar todo en el menor tiempo posible, les lleva, también, a cometer algunas equivocaciones, que solo podrán ser corregidas mediante una autocrítica saludable, que es lo que la sociedad espera de quienes, como ya dijimos, dentro de pocos años podrían tener en sus manos los destinos de la república o un centenar de obreros, o la posibilidad de prolongar vidas o concretar investigaciones que podrían aportar a la medicina, la producción, la industria, la educación y el desarrollo material armónico con el entorno. Y en este campo de verificación constante y de observación sistemática de los acontecimientos para validar resultados, y de coherencia entre la palabra y la acción, podemos afirmar que la decisión adoptada por algunos líderes de los universitarios que se encuentran de paro en el campus de la Universidad Nacional de Asunción no fue la más acertada. Sobre todo, la prohibición de que periodistas de GEN, canal de televisión integrante del grupo Nación/Media, ingresaran a un espacio público. Porque la caracterización de público de ese espacio está confirmada por los propios estudiantes al solicitar al Estado la vigencia del Arancel Cero, así como otros programas sociales y de investigación. Es nuestra función y misión apuntar ese error conceptual de estos jóvenes de considerar dicho lugar como uno de carácter privado.
Ningún argumento puede justificar dicha prohibición. De nuestra parte, a lo largo de este conflicto hemos informado las cosas tales como son. De los reclamos –legítimos, por cierto– de los estudiantes y las propuestas de las autoridades, así como de los canales de diálogo abiertos para llegar a una solución favorable para todos los involucrados. Hemos expuesto los acontecimientos desde diferentes ángulos, cumpliendo de esta manera cabalmente con uno de los requisitos fundamentales para que la sociedad pueda sentar juicio sobre un determinado acto: el derecho del pueblo a estar informado. Ese es un punto que nos distancia de las corporaciones mediáticas, que solo abrieron sus órganos periodísticos para subrayar con letras de molde las expresiones de disconformidad de los alumnos, en tanto inficionaban de opiniones malintencionadas, siempre a su estilo, las salidas ofrecidas por el Poder Ejecutivo a través de sus diferentes instituciones. Alguien sostuvo alguna vez que la credibilidad de un medio o de un periodista depende de si dice o escribe lo que el receptor quiere escuchar. Es aconsejable que los estudiantes universitarios apliquen los criterios de la verdad, la razón reflexiva, las proposiciones lógicas y la capacidad de discernimiento para establecer las estrategias que garanticen el éxito de sus reclamos.
Las últimas informaciones indican que la condición innegociable para levantar el paro es que el Gobierno derogue la Ley Hambre Cero. Estamos, como mínimo, ante una grave contradicción. Una negociación, paradójicamente, contrasta con esta demanda imperativa. Debería tratarse de una puerta abierta para encontrar soluciones compartidas y no un cerrojo para clausurar toda propuesta que no provenga de un solo sector. El comunicado dado a conocer en la víspera es bien explícito: “No levantaremos las medidas de fuerza hasta que el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo nos escuchen y actúen de acuerdo a nuestras exigencias”. Y aquí cabe apuntar otro error: así planteado, no estamos ante una mesa de diálogo, sino de unilateral posición. Esperemos, sin embargo, que la cordura, la madurez y la razón sean el punto neurálgico para la solución inteligente del problema.
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La humildad práctica
- Por el Pastor Emilio Daniel Agüero Esgaib
Según los evangelios Jesús estaba en la eternidad al lado del Padre en humildad y fue esa humildad la que le permitió hacerse hombre y morir en la cruz (Fil 2:5-8). Durante toda su vida en la Tierra fue humilde y su humildad le llevó a morir en una cruz donde mostró su máxima mansedumbre en la cruz donde no se quejó, no maldijo, no se defendió, perdonó a sus verdugos y pidió al Padre que no le sea tomado en cuenta ese pecado. Y luego Dios lo exaltó hasta lo sumo y en esa exaltación vemos en el cielo a un cordero humilde y manso.
Cristo sigue siendo humilde aún en la exaltación. Su esencia es la humildad.
Por el contrario, sus discípulos que convivieron con él tres años mamaron de su sabiduría y ejemplo, vieron sus milagros, incluso dos de ellos lo vieron en la transfiguración, dejaron todo por seguirlo, cuando en Juan, capítulo seis, la multitud le había dejado a Cristo, ellos siguieron a su lado, estaban dispuestos a morir por él, creían en él, lo amaban, le obedecían, pero a pesar de todo eso, muy en el fondo de su ser estaba una fuerza imbatible, llena de miserias que, a pesar de todo lo que habían visto y gustado de la misma persona de Cristo, no podían vencerlo, tal vez ni siquiera se percataban de su presencia: el ego, el orgullo.
Juan y su hermano Santiago anhelaban estar a la derecha y la izquierda de Cristo cuando venga a su reino. Había celos entre ellos de quién sería el mayor. Pedro no quiso ser lavado sus pies por Jesús a quien Jesús le dijo: “si no te dejas lavar (o sea, si no eres humilde) no tienes parte conmigo”. El mismo Pedro se jactó de su valentía desmeritando a sus compañeros diciendo: “Aunque todos te abandonen, yo no”. Se juzgaban entre sí, competían. Jesús hizo que se sentaran en la misma mesa a comer un publicano (como Mateo que recaudaba impuestos para Roma, extorsionando a sus compatriotas) junto a un zelote y revolucionario hebreo llamado Simón que odiaba a Roma y a todo lo que estuviera aliado al Imperio. A un incrédulo y pesimista Tomás, a un jactancioso Pedro, a un codicioso Judas, a los “hijos de ira” Santiago y Juan que pidieron eliminar toda una ciudad mandando fuego solo porque no quisieron darle albergue por una noche. Ese era el ambiente íntimo que nuestro Señor vivía el día a día.
Así, hoy hay muchos maestros bíblicos, pastores, evangelistas, líderes espirituales con mucho carisma, dones, grandes ministerios que han entregado su vida a Cristo, han dejado todo para seguirles, saben la Biblia y la enseñan, pero a la hora de la verdad, en su día a día se ve que carecen totalmente de humildad y ni siquiera se dan cuenta.
Hay orgullo espiritual (soy el más ungido, todos tienen que seguirme, soy el hombre de Dios, soy padre de multitudes, no toques el manto del ungido), orgullo intelectual (soy el mejor teólogo, el que más sabe, el mejor apologeta), orgullo ministerial (mi iglesia es la más grande, si dejas esta iglesia estas bajo maldición), orgullo carnal (tengo más recursos económicos, soy el más carismático, el más elocuente, el que tiene más seguidores). Sin dudas todos estos hombres y mujeres estarían de acuerdo con que la humildad es una de las virtudes más elevadas, pero la más difícil de conseguir.
¿Cómo podemos tener un corazón manso y humilde? Jesús se humilló hasta la muerte, el creador de los cielos y la tierra muere en una cruz desnudo, golpeado, humillado y desamparado para que podamos entender la gravedad del pecado del orgullo y el ego.
La muerte de Cristo destruyó el poder del pecado y del diablo y efectuó una redención eterna. Nos falta comprender la cruz, nos falta una revelación de ella, Gálatas 2:20 nos dice: " Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí…”.
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Madurez digital de las pymes en América Latina: ¿por dónde empezar?
- Por Douglas Wegner
- Profesor de la Fundação Dom Cabral, Brasil
El mundo de los negocios ha sido impactado por el avance exponencial de la inteligencia artificial (IA), la cual promete aumentar la eficiencia de tareas relacionadas con diversos procesos empresariales. Esta nueva ola tecnológica es apenas un elemento adicional del proceso de transformación digital por el cual las empresas han venido atravesando. Como siempre, las empresas de gran tamaño cuentan con muchos más recursos financieros y humanos para invertir, mientras que las pymes necesitan encontrar alternativas para adaptarse al nuevo contexto. Al mismo tiempo que la digitalización es un requisito indispensable, estas empresas necesitan ser precisas e invertir correctamente los recursos que tienen a su disposición. Por lo tanto, la pregunta clave para las pymes es: ¿cómo alcanzar altos niveles de madurez digital de manera efectiva invirtiendo solamente lo necesario?
Una investigación recientemente publicada por Gonzales-Tamayo y colegas, llevada a cabo con 490 pymes de Argentina, Costa Rica, Ecuador, México y Uruguay, reveló cómo estas empresas están aumentando su madurez digital. Los resultados demuestran que invertir en la realización de capacitaciones en habilidades digitales es el factor más importante en el desarrollo de la madurez digital de una empresa. La investigación también reveló que el compromiso de la empresa para alcanzar una mayor madurez digital no es suficiente si no va acompañado de las respectivas inversiones para capacitar a las personas. Es decir, incluir la búsqueda de madurez digital en la estrategia de la empresa no tendrá efecto si las personas no están suficientemente preparadas para dirigir la empresa en esa dirección.
El estudio también demostró el importante papel desempeñado por las personas que ya tienen alguna experiencia digital. Ellas pueden apoyar tanto capacitando a otros colaboradores de la empresa como en el desarrollo directo del nivel de madurez digital del negocio con la aplicación de sus conocimientos. La investigación también reveló que las empresas de América Latina son bastante similares en términos de los problemas y desafíos que enfrentan para promover la madurez digital. Así, compartir prácticas y soluciones que puedan beneficiar a emprendimientos de toda la región es una forma de acelerar el desarrollo de las pymes latinoamericanas y reducir costos.
LECCIONES APRENDIDAS
Ser una empresa digitalmente madura va más allá de invertir en nuevas tecnologías. Consiste en ser una empresa preparada para realizar adaptaciones sistemáticas a los cambios digitales y en la sociedad. En otras palabras, la madurez digital significa que la empresa es capaz de adaptarse a medida que nuevas tecnologías surgen y se consolidan. Empresas digitalmente maduras incorporan la transformación digital a su estrategia y cuentan con líderes que comprenden la importancia de asignar recursos a la implementación de esta transformación. Cuando se trata de pymes, donde los recursos son escasos y necesitan ser muy bien gestionados, algunas lecciones pueden ser destacadas:
• Además de incluir la transformación digital en la estrategia, invierta en las personas. Al capacitar a las personas con habilidades digitales, la empresa garantiza que sean capaces de llevar a cabo la transformación. Esto significa ofrecer cursos, capacitaciones, talleres y seminarios de buenas prácticas de manera rutinaria.
• Identifique a las personas que ya tienen experiencia digital y colóquelas en posiciones que les permitan aplicar ese conocimiento en el negocio y preparar a otras personas. Califique y retenga a las personas con experiencia para estimular la transformación digital en todos los niveles y sectores.
• Colabore con otras empresas que estén aumentando su madurez digital, incluso si son de sectores de negocios distintos. Las empresas de pequeño y mediano tamaño tienen desafíos similares y pueden apoyarse mutuamente a través de talleres conjuntos, intercambio de experiencias y compartiendo buenas prácticas.
Finalmente, busque el apoyo de escuelas de negocios que puedan apoyar a su empresa. La Fundação Dom Cabral, por ejemplo, cuenta con programas como el PAEX –Parceiros para Excelência– que son reconocidos por apoyar la calificación de empresas, ampliar la experiencia digital de los colaboradores y promover el networking cualificado entre organizaciones que pueden aumentar su madurez digital de manera colaborativa. Incorporar el tema de la madurez digital a la estrategia es fundamental, pero recuerde que las personas necesitan estar en el centro del proceso de ejecución.
Colabore con otras empresas que estén aumentando su madurez digital, incluso si son de sectores de negocios distintos. Las empresas de pequeño y mediano tamaño tienen desafíos similares y pueden apoyarse mutuamente a través de talleres conjuntos, intercambio de experiencias y compartiendo buenas prácticas.
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La humildad, ¿cómo es Cristo y cómo son los hombres?
Hoy miraremos la humildad desde el carácter de Cristo para que desde nuestro interior, no desde el esfuerzo humano, sino desde el espíritu, adquiramos esta virtud espiritual.
“...Y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Señor, eres digno de recibir la gloria y el honor y el poder, porque tú creaste todas las cosas , y por tu voluntad existen y fueron creadas”, Apocalipsis 11:36.
“Porque de Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas. A Él sea la gloria por los siglos. Amén”, Romanos 11:36. Dios creó el universo para su gloria y para hacer partícipes a sus criaturas de su gloria y amor. Él las creó y Él la sostiene, si dejará de hacerlo todo desaparecería en un instante.
Cuando Él crea a sus criaturas (ángeles, el ser humano, los animales y todo ser vivo) no le dio nada que ellos puedan poseer por su misma, ni siquiera su propia vida, nadie es dueño de nada, ni de su propia vida, todo proviene de Dios, Él da y Él quita. Por lo tanto, nuestra dependencia hacia Él debe de ser total. Nuestras acciones, pensamientos, sentimientos, relaciones, trabajo, espiritualidad, familia, todo debe de estar en una absoluta dependencia y obediencia hacia él.
Con el mismo poder que Dios creó al mundo, con ese mismo poder lo sostiene, por lo tanto, la humildad del hombre consiste en depender entera y totalmente de Él. El primer deber y la más alta virtud de una criatura es depender de su Creador, esto no se logra sin humildad y la raíz de todas las virtudes cristianas está en depender totalmente de nuestro Creador.
Por el contrario en el orgullo humano, en la soberbia de creer que se puede vivir sin Dios, e incluso ese orgullo llega a tal extremo que no solo no se depende de Dios, sino que se niega su propia existencia. La falta de dependencia de Dios es la raíz de toda maldad, pecado y dolor, aún cuando esta maldad se disfraza de falsa piedad, o sea, se puede ser religioso y ser una persona absolutamente independiente de Dios.
Es por eso que cuando los ángeles se revelaron y cuando el hombre sucumbió a la tentación de “ser como Dios” (Genesis 3) fueron echados inmediatamente de su presencia. La independencia de Dios, o sea, el orgullo, es el camino al infierno.
“... Se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte…”, Filipenses 2:8.
“Se hizo obediente…”. Acá Jesús nos muestra el camino a la salvación, a la recuperación de esa humildad perdida, la dependencia hacia Dios y en esa humildad su muerte tuvo valor, su muerte nos reconcilió con Dios. Esta humildad es nuestra salvación, y está salvación es nuestra humildad.
El resultado de esto debería de ser que todos los redimidos deberían de llevar el sello de la humildad que es la dependencia de Dios y el alejamiento del pecado para ser restaurado al estado original de una relación directa de la criatura con su Creador en todas dependencia y armonía.
Dios nos hizo seres pensantes, razonables, es por eso que cuanto más sepamos y comprendamos quién es Dios más fácil será obedecerle. Jeremías 9:23, 24 dice: “Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico en sus riquezas (sabiduría humana, poder y dinero son las cosas en las que el hombre caído se gloria y jacta). Más alábese en esto el que se hubiera de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago Misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová” y Jesús oro diciendo en Juan 17:3: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. Es por eso que las personas que invierten tiempo en estudiar la Biblia y orar tienen más firmeza, convicción y victoria espiritual que los que no.