El precandidato a la Presidencia de la República por el movimiento Nueva República, Euclides Acevedo, sostuvo que el diálogo es una herramienta política y que una de sus estrategias como eventual presidente de la República es el cogobierno.

Estas declaraciones surgen a raíz de un encuentro, según él fortuito, que mantuvo con Martín Burt y Eduardo Nakayama, que despertó todo tipo de rumores. Acevedo aclaró que fue un encuentro casual, antes de un programa de televisión al cual acudieron pero, no obstante, dijo no oponerse al diálogo con estos precandidatos.

“Dialogamos con Martín Burt de un posible cogobierno, es una herramienta política, mi propuesta es esa, no me puedo negar a dialogar, lo que no puedo es negociar con el enemigo que persigue las instituciones democráticas, tenemos que buscar la reconciliación por lo menos de los políticos entre sí para transmitir la reconciliación nacional, la gente está harta del canibalismo político, de la mezquindad y la pobreza espiritual que revela un altísimo resentimiento social de los que critican este tipo de acuerdos”, argumentó en la 1020 AM.

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El presidenciable manifestó que tanto Burt como Nakayama son sus amigos y compañeros e insistió en aclarar que el encuentro se dio de pura casualidad. “Yo no me meto en las internas de los partidos y no me niego al diálogo, no me niego al diálogo hasta con Alegre y tampoco con Wiens”, puntualizó.

Al referirse a su propuesta política, dijo que al hablar de “nueva república” se refieren precisamente a cambiar el modelo de país que va desde la reforma estructural de la tierra hasta la transformación de los poderes del Estado, léase saneamiento del Poder Judicial y el Ministerio Público.

“Sin eso, ninguna política de seguridad será integral porque nuestra principal plataforma es la seguridad en el sentido de tener un nuevo Estado, la seguridad es el fundamento de la existencia del Estado y este Estado no es que es vulnerable, está vulnerado hace mucho tiempo, por los poderes fácticos, por el crimen organizado, y sobre todo por la cultura del “anti-Estado” que es darle vigencia, protagonismo y gestión a gente que le importa muy poco la democracia, la libertad, la igualdad de oportunidades”, concluyó.

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