• PEDRO JUAN CABALLERO
  • POR EMERSON DUTRA
  • CORRESPONSAL.

El atraco se registró este fin de semana y, esta vez, la víc­tima de los marginales fue el local de empanadas Raulito, ubicado sobre la calle Yegros, pleno centro de la capital departamental.

Datos revelan que los margi­nales llegaron al sitio a bordo de un vehículo de color bordó. Según se puede apreciar en las cámaras de seguridad, tres fueron los asaltantes que, tras rendir a los funcionarios del local, se alzaron con la recau­dación del día. La administra­ción del local no dio a conocer el monto de dinero robado. “Todos tenían parte del ros­tro cubierto con tapabocas y quepis”, revelaron los agentes intervinientes.

Lo anecdótico del caso es que el local comercial se encuentra a escasos 50 metros de la Direc­ción de Policía de Amambay donde también posee su base el Grupo Especiales de Opera­ciones (GEO).

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Sin embargo, eso no fue motivo para atemorizar a los margina­les, quienes tranquilamente ingresaron al local para per­petrar su fechoría. El hecho demuestra, entre otras cosas, que a la Policía se le ha per­dido el respeto en la terraza del país. Y eso se demostró con el asalto que sufrió la citada casa comercial que tiene como veci­nos a dependencias de la Poli­cía Nacional, con hombres fuertemente armados que, lejos de brindar protección, ni siquiera logran ahuyentar a los asaltantes. Cabe recordar que casi a diario suelen registrarse pequeños atracos en la zona de frontera. Farmacias, surtido­res e inclusive locales gastro­nómicos son las “presas” pre­feridas de los delincuentes que operan, casi impunemente, en esta parte del país.

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