La Dra. Maura Isabel Díaz Lezcano, investigadora categorizada en el PRONII del Conacyt, y Esteban Israel Moreira Rivas, estudiante de la Facultad de Ciencias Agrarias UNA (FCA – UNA) realizaron una investigación sobre la convivencia de un hongo con árboles de la zona urbana de Asunción. El trabajo, denominado “Asociación de Phlebopus sp. con especies forestales del arbolado urbano de Asunción, Paraguay”, fue publicado en la revista científica cubana de Ciencias Forestales. Los investigadores seleccionaron como puntos de referencia para el estudio dos plazas de Asunción: De las Américas e Infante Rivarola y el parque Carlos Antonio López.
Allí encontraron tres ejemplares de macrohongos del género Phlebopus asociados a los árboles conocidos como vides trompetas y leguminosas. Asimismo, se identificaron dos especies forestales nativas frecuentes que son el lapacho negro y jacarandá. También se encontró una exótica, conocida como el árbol orquídea (Bauhinia variegatal) unida con el hongo del género Phlebopus sp.
Los ecosistemas paraguayos albergan una gran diversidad de organismos en el arbolado urbano que incluyen las interacciones hongo-planta; es decir, la unión beneficiosa entre los hongos y las raíces de las plantas conocida como micorrizas. Los cuerpos fructíferos de los macrohongos encontrados fueron recolectados y llevados al Laboratorio de Biología de la FCA – UNA, en donde se procedió al secado de estos para su observación microscópica e identificación.
El hongo del género Phlebopus es de color marrón claro, de hábito solitario a gregario. Los organismos del Reino Fungi han sido estudiados a lo largo de la historia universal dejando evidenciado que presentan una forma de vida que interactúa con los cientos de hospederos del Reino Plantas. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – ONUAA, son muchos los beneficios económicos producidos por los hongos desde el punto de vista forestal, ya que estos se reflejan en comunidades rurales, especialmente en países en desarrollo.
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Plantatón: inscriben para octava edición en mayo
El evento ambiental más importante de Asunción, la Plantatón confirmó la realización de su octava edición, con el lema “Generamos vida”, el próximo sábado 11 de mayo, desde las 8:30, en la Costanera Sur. El proyecto, que ha hecho posible la plantación de miles de árboles en la capital del país, habilitó su inscripción gratuito para los voluntarios interesados en la nuevo convocatoria.
“¿Querés seguir haciendo historia con nosotros? Habilitamos el link de inscripción para el evento ambiental más grande de la capital, Plantatón 2024 en su VIII edición”, anunció el ambientalista José Alvarenga Bonzi, el impulsor de esta actividad a través de la red social X, que fuera concejal de Asunción y que se desempeña actualmente como jefe del área de Medio Ambiente de la Entidad Nacional Yacyretá (EBY). El formulario de inscripción: https://forms.gle/63mveZjLbqMh7zx28.
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En julio de 2023 se realizó la séptima edición en la Costanera Norte de Asunción, con el lema “Cada vez mejor”, oportunidad en que el objetivo fue la plantación de 5.000 árboles “alcanzando los 80.000 árboles plantados en la Capital durante estos estos 7 años”, según había manifestado Alvarenga hace casi un año.
El impulsor de la Plantatón había asumido como concejal de Asunción en diciembre del 2015, a los 27 años de edad, para el período 2015-2020, y presidió la Comisión de Recursos Naturales y Medio Ambiente, siendo reconocido ante la comuna y la sociedad civil como concejal ambientalista. Viene trabajando en arborizaciones puntuales a lo largo y ancho de la capital del país y en gestiones concernientes a la preservación y conservación del medio ambiente.
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Temporal con ráfagas de viento en Asunción y alrededores causa caída de árboles
Un temporal con fuertes ráfagas de viento se registró en el microcentro de Asunción y en varias otras ciudades del departamento Central donde se ha producido caídas de árboles, y de columnas que han generado gran susto en la ciudadanía. Igualmente en la zona del aeropuerto se registraron accidentes así como se reportaron daños de aeronaves.
También varios árboles cayeron en la zona del microcentro de Asunción, situación que generó susto en las personas que buscaban resguardarse del temporal que duró por varios minutos. También en la zona de Loma Pytá se registró caída de granizos.
Del mismo modo, en la zona de la avenida autopista se registraron varios accidentes de tránsito que dejaron daños materiales a raíz del temporal que ocurrió en la tarde de este miércoles.
Igualmente, en diferentes departamentos de nuestro país se observaron intensas lluvias que afectaron varias viviendas humildes. Se solicita la cooperación de la Secretaria de Emergencia Nacional a los efectos de asistir a las familias que se quedaron sin techo.
La Dirección de Meteorología e Hidrología informó que existe un aviso meteorológico vigente en los departamentos de Concepción, San Pedro, Cordillera, Guairá, Caaguazú, Caazapá, Itapúa, Misiones, Paraguarí, Alto Paraná, Centro, norte, este y sur de Central, Ñeembucú, Canindeyú, Sur y este de Presidente Hayes.
Meteorología informó que núcleos de tormentas continúan desarrollándose sobre la zona de cobertura y no se descarta la ocurrencia de fenómenos de tiempo severo durante la noche de este miércoles.
En la zona conocida como Isla Guazú y Urundey, de la localidad de Arroyos y Esteros se desarrolló una tormenta que dejó una importante cantidad de viviendas destechadas.
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Tornado en Santaní deja una niña fallecida, casas destruidas y árboles caídos
Un tornado que pasó por algunas localidades del Departamento de San Pedro segó la vida de una niña de 12 años, específicamente en la ciudad de Santaní, de acuerdo a los informes policiales, que también reportaron una veintena de viviendas destechadas, columnas derribadas, árboles caídos y una gran cantidad de personas heridas.
Diversos medios de comunicación reprodujeron imágenes de este tornado que se registró aproximadamente a las 18:30 en una compañía de San Estanislao (Santaní).
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El tornado es uno de los fenómenos más severos y destructivos que se producen sobre la superficie de la tierra. Es una combinación de la fuerza del viento rotatorio que en ocasiones puede alcanzar los 500 km/h.
Fenómeno en Arroyos
Este fenómeno atmosférico también pasó por la zona de Arroyos y Esteros, del Departamento de la Cordillera. Los primeros datos refieren que alrededor de 25 viviendas fueron derribadas, en tanto varios heridos están siendo atendidos en estos momentos en el hospital de la zona.
La primera medida de las autoridades sanitarias fue que los médicos que no están de guardia acudan al hospital para atender a las personas heridas debido a este fenómeno de la naturaleza.
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Los árboles en Paraguay
Partiendo de reflexiones de la obra de Rafael Barrett, Osvaldo González Real y de los artistas y pensadores indígenas Clemente Juliuz, Bruno Barras Dubylyke y Plutarco López, el autor de este artículo plantea la interrogante de cuál es la valoración que tiene la sociedad paraguaya respecto a los árboles, especies tan necesarias para la vida humana, pero que al mismo tiempo están sometidas a un exterminio implacable.
- Por Riccardo Castellani
- Fotos Gentileza y archivo
Buscando una definición de lo que es la maleza, reviso un documento disponible en internet titulado “Malezas comunes del Paraguay - Manual de identificación”. En él se la define como “especies vegetales que afectan el potencial productivo de la superficie ocupada o el volumen de agua manejado por el hombre. Los daños ocasionados pueden medirse como pérdida del rendimiento agrícola por unidad de área cultivable en nuestro país.”
Siguiendo esta definición, maleza es sencillamente una planta que un propietario no desea porque tiene otros planes para la tierra. Así, cualquier planta puede ser maleza. Esto se hace bastante evidente cuando vemos en el mercado productos destinados a erradicar especias vegetales que compiten con los cultivos de soja, maíz y trigo.
¿Cómo devienen maleza los principales cultivares del país? Son simplemente las plantas que nacen de los granos esparcidos durante cosecha, fuera de la fecha establecida por el propietario.
No puede definirse la maleza desde el punto de vista de las plantas: no existen en biología. Es el ojo del propietario el que las crea. Siguiendo esta definición y observando las prácticas más comunes en el Paraguay con respecto al mundo vegetal en los terrenos, aunque no estén en esa lista, podemos asegurar que los árboles son probablemente las principales malezas.
LOS PARAGUAYOS Y LOS ÁRBOLES EN EL PASADO
“No hay sitio de la república, de los que he recorrido, en que no haya visto funcionar el hacha estúpida del propietario”, escribe Rafael Barrett en su breve texto “El odio a los árboles”.
“Hasta los que nada tienen destruyen las plantas. Alrededor de los ranchos se extiende un árido yermo cada año mayor, que da miedo y tristeza”, continúa. El texto ya tiene casi un siglo, pero podría haberse escrito ayer, puesto que esta práctica no muestra signos de menguar. Tal vez apenas el discurso ha cambiado. Los contemporáneos de Barrett se mueven en parte por el miedo, “temen que el bosque proteja facinerosos y anime fantasmas”.
Hoy el discurso apunta más al progreso. Pero la actitud ante el árbol es la misma. Al momento de la tala, el árbol se presenta como un bárbaro, ese otro sin alma:
“Se diría que los hombres no son ya capaces de sentir, de imaginar la vida en los troncos venerables, que tiemblan bajo el hierro y se desploman con lastimero fragor. Se diría que no comprenden que también la savia es sangre y que sus víctimas se engendraron en el amor y en la luz”.
LOS PARAGUAYOS Y LOS ÁRBOLES EN EL FUTURO
“Anticipación y reflexión”, de Osvaldo González Real, uno de los libros fundadores de la ciencia ficción paraguaya, verdaderamente anticipa muchas situaciones actuales.
Sus páginas incluyen el tema de la deforestación en la historia titulada “Otra vez Adán”. Este cuento, ilustrado por Ricardo Yustman, relata una expedición que tiene por objetivo talar el último árbol.
Uno de los personajes asegura el éxito de la empresa: “Somos expertos en el oficio. Hemos estado cortando árboles desde hace años”. Y el personaje no miente, se nota en los mapas de satélite que muestran el paso del verde al beige del territorio nacional, se nota por las columnas de humo en el horizonte y por la multiplicación de tocones por las veredas.
“La gran poda fue la medida tomada por los Industriales Avanzados con el fin de demostrar que el hombre ya no dependería del mundo vegetal”, explica González Real en su cuento.
“En el Nuevo Orden solo se toleraban las flores de plástico y los sabores artificiales”, continúa el autor.
EL OTRO PARAGUAY
La denuncia contra la deforestación aparece asimismo en el arte y el discurso de los pueblos indígenas que habitan el territorio nacional, tanto en el Chaco como en la frontera agrícola de la región Oriental.
El artista nivaclé Clemente Juliuz mencionaba en una entrevista: “Estoy pensando acerca de la deforestación, me preocupa mucho, porque se están terminando los bosques. No sé cuantas hectáreas se eliminan cada día. Ya casi no queda bosque en nuestros alrededores”.
En su obra ocupan un papel importante las topadoras y las talas de árboles, además de los animales e insectos que se extinguen a su paso, así como los nuevos que van llegando, entre ellos los mosquitos.
“Hay mosquitos que viven en lugares deforestados, de allá se mudaron y traen el dengue. En los bosques no hay tantos mosquitos”, afirma.
Un ejemplo que parece coincidir con el de Clemente Juliuz aparece en “Mitos ancestrales de los Yshyro Ybytoso Clan Kytymyrajha”, del académico cacique Bruno Barras Dubylyke.
Al listar los deberes de los yshyro, menciona que “la ley de la madre naturaleza enseña al pueblo en general que no se debe adulterar a la naturaleza. No tocar los árboles, el día de tala de estos vendrán insectos invisibles al hombre y no se podrán combatir porque son invisibles a la vista de estos y los perjudicados serán los hijos”.
En la región Oriental, el cacique mbyá-guaraní Plutarco López, líder de la comunidad Mbariguí 14 de Caaguazú, durante las Jornadas sobre la Lengua Guaraní en Paraguay, recogidas en el libro “Tañandeayvu mbarâete” (Desatar nuestras palabras) deja bien en claro lo siguiente: “Ha ymaite naturaléza kuéra yvyráva oi tiempo, ore roime upéa ryepýpe avei. Ha ko’ánga ha’ete vaicha ku yvyráicha avei ropa mbeguekatúva ohóvo, ha naimbareteporãveima”. (Hace mucho tiempo, cuando los árboles existían en la naturaleza, nosotros también éramos parte de ella. Y ahora parece que, como los árboles, despacio vamos desapareciendo, y todo esto ya no es suficientemente fuerte).
¿EXISTE PERDÓN PARA LOS ÁRBOLES?
En Paraguay parece imposible que el amor a los árboles supere al amor por el cemento y el asfalto. Todo discurso que apunta contra la deforestación rebota contra nuestra propia naturaleza, que todavía se expresa exuberante, que aprovecha cualquier gotera de aire acondicionado, cualquier bache en la calle o la vereda para florecer.
Todavía los extranjeros llegan y ven un país verde. Solo los que habitamos aquí vemos toda la sombra que falta. Parece ser en verdad el destino de toda ciudad: volverse un gran estacionamiento comunicado por viaductos, rotondas y túneles.
En Serbia, la empresa Liquid3 ya instala tanques de 600 litros llenos de microalgas, que utilizan la fotosíntesis para convertir el CO2 en oxígeno en el mismo proceso que lo hacen los árboles. ¿En cuantos años estarán instalando uno en nuestro barrio?
Parece una pregunta absurda. Pero hace apenas unas décadas parecía absurdo pagar por agua potable en botellas personales de plástico.
“¡Ay!”, se queja Barrett en el texto mencionado, “No se trata de cultivar, sino de perdonar a los árboles. ¿Cómo aplacar a los asesinos?”.
¿Cómo dejar de pensar que son maleza?