La Policía Nacional avanza en la investigación en relación al caso de sicariato registrado ayer en la ciudad de Capitán Bado, departamento de Amambay. Los nuevos datos extraídos de su teléfono celular revelan que, al parecer, la víctima también estaba metida en actividades ilícitas al igual que sus hermanos asesinados años atrás.
El Crio. César Casco, Jefe de Investigación de Capitán Bado, comentó a Universo 970/Nación Media que, en el marco de la investigación por el asesinato de Eulalia Amarilla, lograron extraer datos de su teléfono celular que fue sometido a una pericia.
Fue así como lograron confirmar que la víctima venía teniendo contacto con un hombre que ella no conocía pero que se hizo pasar como amigo de su hermano fallecido, quien coincidentemente había sido asesinado exactamente en la misma fecha pero del año pasado.
Los datos recolectados del teléfono celular de la mujer dan a entender que ella seguía “en el mismo negocio”, sostuvo Casco, ya que aparentemente ayudaba a conseguir armas, drogas y vehículos.
El número de teléfono desde el cual eran enviados los mensajes tenía prefijo de Brasil, por lo que se presume que se trataba de una persona de nacionalidad brasileña la que la había contactado. El hombre le venía solicitando dinero para cerrar un supuesto negocio, mencionó Casco.
“El sujeto se hizo pasar por el secretario de esta persona a quien debía entregarle el dinero, en los mensajes le decía que no conocía bien la zona. En los últimos mensajes le dijo si podía salir porque ya estaba en la esquina de la terminal, que era a media cuadra”, refirió en su relato.
El hermano de Amarilla, quien también fue asesinado a balazos, se dedicaba al narcotráfico, según los datos que maneja la Policía Nacional. Su anterior pareja, coincidentemente, había sido acusado por un hecho de sicariato en nuestro país y por ello había huido al Brasil, donde fue detenido por una causa pendiente por tráfico de drogas.
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