Desde el inicio de la pandemia del COVID-19 varios niños, niñas y adolescentes se adentraron más al mundo digital, tanto para realizar sus tareas como para socializar con su maestros, compañeros y amigos, pero aplicar el uso de la tecnología puede traer sus riegos en torno a la edad y a las plataformas de interacción que el menor utiliza.
Según Christian Alvarenga, presidente ejecutivo de la Fundación Protección Online, entre los riesgos más comunes y ya muy conocidos como el ciber acoso o ciberbullying, pasando por problemáticas difíciles como el sexting cuando se filtran hasta llegar a casos como el del grooming, cuando personas adultas se hacen pasar por menores en el ámbito digital con fines netamente sexuales.
“También hay que entender que estos no son los únicos riesgos, pues es sabido que hoy en día los menores están más expuestos a contenidos pornográficos con una facilidad tremenda, o a través de los videojuegos el entablar conversaciones con extraños, llegando con suma facilidad a consumir contenidos violentos no propicios para su edad, con personajes hiper sexualizados, y dedicándole demasiadas horas, más de las recomendadas delante de las pantallas”, resaltó en contacto con La Nación.
Aseguró que los riesgos también pueden ser el acceso a contenidos no propicios para la edad del menor, como mensajes depresivos que llevan a pensamientos y estímulos suicidas, hasta acceder a incitaciones de consumo de drogas.
¿Qué se puede hacer para protegerlos?
“Educar para proteger. Esa es la esencia”, resaltó el profesional y agregó que, así como desde siempre se enseñó a los hijos a no hablar con extraños en el entorno real, también se debe enseñar que no se debe hablar con personas extrañas o ajenas en el entorno digital. “Si les decimos que no deberían de relacionarse con personas que no conozcan en el entorno de la vida “real”, también tenemos que educarlos de la misma manera en el entorno digital”, refirió.
Señaló que, así como los padres no aceptan que los hijos en el entorno real digan malas palabras, también hay que inculcarles que no lo hagan en el entorno digital. “Como padres ya no podemos separar estos dos mundos, pues para ellos es uno solo. Entonces la educación que debemos brindar a nuestros hijos debe ser enfocada a estos dos ámbitos, pues ellos lo conciben como uno solo”.
Decir no a ciertos contenidos
Alvarenga confirmó que los padres, encargados o tutores conocen la responsabilidad que es el educar y establecer límites para protegerlos, ya que el menor muchas veces no dimensiona el beneficio de las decisiones que toman los padres. “Decir no a ciertos contenidos de videojuegos por más populares que sean, pero no para su edad, no está mal. Decir no más de 3 horas diarias delante de la pantalla en vacaciones no está mal. Es ahí donde debemos ser fuertes y confiar en que nuestras decisiones son las más acertadas”, detalló.
Indicó que lo recomendable es tratar de dialogar con ellos y explicarles, no solamente imponerles nuestras decisiones de entrada de forma autoritaria, sino tratar de que ellos entiendan del porqué no es conveniente. “Allí se marca la diferencia, porque si solamente imponemos, es muy probable que ellos busquen horarios o lugares donde papá o mamá no tengan poder de control, y harán igual lo que les dijimos que no hagan”, puntualizó.
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Consejos para el uso correcto
“Es difícil que un niño aprenda a cruzar solo la calle si papá y mamá no lo han aprendido antes o no les han transmitido estas enseñanzas posteriormente. Esta analogía es vigente a lo referente al mundo digital 100%, por ello es imperioso que como padres comprendamos y tengamos en cuenta siempre los riesgos que existen para conversar con ellos”, sostuvo el profesional.
Afirmó que se debe comprender como padres el riesgo que ellos corren al hablar con un extraño, por lo que estas reglas simplemente trascienden las plataformas y ellos guardarán los principios que les hemos enseñado. “Así como podemos educarles a que no hagan ciber bullying, si tienen esa enseñanza desde la casa, no importa cuál sea la plataforma de moda que utilicen, siempre respetarán las reglas porque son valores establecidos desde el hogar”, detalló.
Es recomendable establecer otro tipo de controles a parte del diálogo, como por ejemplo hacer uso de los controles parentales de los diversos dispositivos, además enseñarles sobre la importancia de tener instalado un antivirus. Así también, ponerles límites de horarios, no saltarnos las edades recomendadas para que hagan uso de tal o cual red social de moda.
Una forma de vida
Por último, relató que el mundo tecnológico definitivamente ya no es una moda, es una forma de vivir y es parte del vivir de los menores, por lo que no es recomendable prohibir, sino acompañar. “La mejor forma de acompañar es educándonos primero, sabiendo detectar e identificar lo mejor y lo peor que tiene el mundo tecnológico para la vida de nuestros hijos menores. Ser guías es lo fundamental. Aprender que hay cosas muy buenas y positivas para ellos también es clave”, dijo.
Así también, instó a buscar que los menores se preparen para el mundo en el que viven, donde no solo deben ser consumidores de videojuegos, sino hacedores de los mismos, a través de la programación y la animación, desarrollarán habilidades lógicas, resolutivas, de trabajo en equipo, creatividad y de controlar programas informáticos. “Así se volverán en creadores, que es lo que el mundo está empezando a precisar ampliamente”, concluyó.
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