En la 231ª Asamblea de Obispos del Paraguay, desarrollada desde el lunes 1 de noviembre y que concluyó hoy, viernes 5 de noviembre en la Casa Pastoral Monseñor Juan Sinforiano Bogarín, los obispos analizaron varios temas de interés nacional y se mostraron preocupados por la elección del exsenador Víctor Ríos como ministro de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), además de su indignación por la reelección de Miguel Godoy en la Defensoría del Pueblo.
“Reiteramos nuestra preocupación en relación con toda acción que debilite la independencia judicial y propicie una posible manipulación política en el grupo de magistrados responsables de velar por la equidad, la jurisprudencia, el derecho y la aplicación recta de las leyes nacionales en el marco jurídico establecido por la Constitución Nacional”, es parte del comunicado de los obispos, que fue leído por Aníbal Casco, director de Comunicación de la CEP.
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El colectivo de obispos señala que la Justicia debe ser independiente para reencauzar la honorabilidad y credibilidad de las instituciones. Además, manifestaron su indignación e inquietud por el acelerado proceso para la elección del defensor del pueblo.
“Un cargo de esa naturaleza requiere reflexión, atención y una selección desinteresada. Lamentamos el acelerado proceso que priva de una sana reflexión y amplio debate sobre el perfil del más preparado para asumir este cargo”, señalaron.
También hablaron de varias cuestiones sociales como la problemática de las tierras e hicieron un llamado a los sacerdotes del país a acompañar a la gente del campo, a reflexionar sobre la problemática de la tierra, crear conciencia y asistir a las víctimas de la injusticia.
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“Urge impulsar un proyecto para promover la reforma agraria. Exhortamos a todos los sectores a promover un verdadero diálogo en torno a la tierra con enfoque concreto y profundo. Se requiere una mirada profunda de la problemática relacionada con la tenencia y propiedad de la tierra, juzgarla en equipo desde elementos históricos y elaborar propuestas desde la doctrina social de la iglesia”, decía en otra parte el comunicado.
Respecto a la inseguridad reinante en la sociedad, los obispos instan a las autoridades a tomar medidas que puedan evitar el avance de la inseguridad en las comunidades. Aseguraron que el narcotráfico ha permeado las instituciones públicas y se actúa con violencia atentando contra la vida con absoluta normalidad.
“Vemos el preocupante aumento del sicariato, feminicidio, robos y asaltos con derivación fatal, entre otras manifestaciones de la inseguridad creciente. El Gobierno y las instituciones responsables deben redoblar esfuerzo para devolver la tranquilidad y paz a nuestro pueblo”, decía también el comunicado.