• Por Cristhian Tindel
• Nación Media

El automovilismo tiende a ser un deporte primeramente cos­toso, muy exigente, pero sobre todo, muy marcado por la com­petitividad, y en ciertos casos, el machismo y la falta de chances a las mujeres. En nuestro país, esto se empezó a romper con la llegada de una mujer que, a base de carisma, temperamento y, por sobre todo, resultados, se abrió paso en una modalidad en la que es muy difícil sobresa­lir. Andrea Lafarja, el nombre que sonó desde el 2017 y hasta la fecha no para de sorprender a propios y extraños.

A solo días de cerrar su ter­cer Rally Dakar, la piloto ofi­cial del Puma Energy Rally Team charló con el equipo de “GEN tuerca”, comentando no solo los pormenores de su experiencia en el rally más duro del mundo, también se abrió a temas muy profundos como su rol como mujer y lo que representa portar la ban­dera paraguaya en una com­petencia de renombre mun­dial como el Dakar.

Andrea Lafarja consiguió su mejor resultado en el Rally Dakar, tras catorce etapas y más de 8.000 kilómetros de recorrido en el desierto árabe. La única representante paraguaya en el rally recono­ció la dureza de esta edición y el gran apoyo familiar que la ayudó a contenerse en los momentos culminantes de una carrera con alta exigen­cia física y mental.

ASO preparó este año un reco­rrido muy exigente, con una primera parte con muchas pie­dras y una segunda totalmente sobre dunas. “Como para cual­quier piloto esta carrera fue una de las más duras en muchos años. Fue larga, intensa, con muchas complicaciones hasta para la navegación, con dos días de etapa maratón, eso significa que estuvimos sin asistencia de mecánicos durante 4 días de 15 de carrera. Pero fuimos solucio­nando los problemas a medida que iban surgiendo, ¡de eso se trata el Dakar!”, señaló Andrea sobre la dureza de esta edición.

Sobre la administración de la máquina, Andrea comentó que tenían que ser muy inteli­gentes: “Teníamos que sacrifi­car a veces velocidad para no llantar las cubiertas porque solo llevamos dos de repuesto. Esta carrera fue muy mental, teníamos que estar fuerte para no decaer. Esos días de mara­tón también fueron muy duros y lo peor de todo, el famoso Empty Quarter! ¡Yo pensé que en Perú lo había visto todo! Pero en Empty me sorprendió! Dunas altísimas y peligrosas, llegamos a los 300 metros de altura! Y las dunas bajas eran muy traicioneras”.

Lafarja logró un resultado his­tórico en la categoría coches para un piloto paraguayo, top 15 en la T1 y P29 en la T1, en una carrera donde, pese a las situaciones cuesta arriba, la paraguaya demostró tem­ple para sobrepasar los pro­blemas: “Desde el día uno le dije a Carolina Silva de Puma Energy que este año vamos a estar entre los 20 de T1+. Aparte, con el equipo que for­mamos entre Puma Energy Rally Team y mi equipo con­formado por Nicolás Carlo­magno y Nicolás Fusch tenía que llegar al objetivo, ellos confiaron mucho en mí y eso te da fuerza. Fue muy sacri­ficado todo este año, pero lo logramos, pasamos el objetivo y somos top 15 en la categoría máxima”.

Tras llegar a la rampa final en Dammam, Lafarja no pudo ocultar las emociones y los sen­timientos encontrados: “¡Ese momento es único! Se te pasan miles de cosas por la cabeza, emoción a tope, felicidad, agra­decimiento, pienso en mis seres queridos que están y los que ya no, no sabes cómo les habrían gustado a mis abuelos ver todo lo que hice, eso es lo que más siento. Pienso que me encan­taría que cada uno de los para­guayos tenga esa oportunidad de representar al país, ese orgu­llo es indescriptible. Y siempre pienso en la gente que me apoya hasta sin conocerme. Esa es la clave de todo esto! La gente! Sin ellos yo no estaría participando ni representando a Paraguay. Y sí pienso en mi victoria per­sonal, pero como mujer, me encanta demostrar a quien sea que puedo, que podemos!”.

“Represento a las mujeres que quieren ser representadas por mí, soy una mujer fuerte con ganas de demostrar que las mujeres estamos al mismo nivel que cualquier hombre, que somos iguales dentro de un auto de carrera, que somos competitivas, y que si pone­mos garra y corazón, podemos alcanzar nuestras metas y sue­ños, sea cual sea”, es la dedica­toria de Andrea para todas las mujeres que ven en ella a un símbolo.

“Es una responsabilidad muy grande porque la gente espera más! La vara para una mujer es más alta que para cualquier hombre. Con solo mirar los comentarios de los periodis­tas al dar la noticia ya te das cuenta. A los pilotos hombres les felicitan y a mí me compa­ran; es increíble, pero es un mundo muy machista, que a veces hasta cuesta estar en este deporte. Por suerte soy una mujer grande, segura de mí misma, pero hay cosas que tienen que cambiar! Y espero que sea muy pronto! Y empie­cen a apoyar más a cualquier piloto sea quien sea!”.

Lafarja no solo contó con el apoyo de Puma Energy, tam­bién estuvo bajo la estruc­tura de un equipo top como el Team Overdrive: “Over­drive es uno de los mejores equipos del Dakar, aposta­mos a lo mejor y pudimos lle­gar al objetivo. Puma Energy apostó a una mujer paraguaya pudiendo elegir a cualquier piloto sudamericano. Eso me llena de orgullo y siento una responsabilidad muy grande hacia ellos. Aparte que es una empresa donde te dejan ser, te respetan, te escuchan. Así da gusto trabajar, porque este trabajo se convierte en una hermosa amistad con todos los que trabajan en este pro­yecto”.

Por último, Lafarja dejó abierta la chance a un último Dakar para cerrar su carrera deportiva, o en todo caso, ir por la prueba madre del rally nacional: “El Chaco dependo de Nasser, él me responde en febrero, si viene él, hago mi despedida en el Rally del Chaco o sino Puma quiere que siga en el Dakar 2024. ¡No sé todavía qué voy a hacer! Anota unos días de descanso y la semana que viene empe­zamos a pensar en mi último año de rally”.