El periodista y escritor Julio Benegas Vidallet es quien se encuentra detrás de La Cocina de Julio, una microempresa que se dedica a realizar los platos más tradicionales todos los sábados desde las 12:00 en Casa Karaku (Montevideo 1025), para “dar una mano” a quienes prefieren descansar y con un mensaje o llamada contar con su almuerzo listo.

Así lo explicó Benegas Vidallet a La Nación/Nación Media, quien dio detalles de cómo nació la idea de emprender un local de comidas solo los días sábados. “La idea de abrir solo los sábados es porque soy periodista y escritor y no tengo tiempo para abrir todos los días. Además, el tema de los sábados es que la gente no quiere preparar comida, entonces es un punto laxo/vacío que le sirve a muchos, de tener disponible la comida al mediodía”, indicó.

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Precisó que son tres los platos principales que se podrán encontrar en La Cocina de Julio: vorivori de pollo y queso, vacío al horno y pollo con papas a la crema, acompañados de guarniciones, entre ellos, las infaltables mandioca y chipa guasú. “Le esperamos a la gente. Es un ambiente cordial y coloquial”, señaló.

También contó que en semanas más implementarán la participación de cocineros, sean profesionales o aficionados, para que preparen sus mejores platos y los puedan vender. “La idea es que los primeros sábados del mes que las personas que se dedican a la cocina o eventualmente lo hagan, que puedan preparar sus platos y lo puedan ofrecer”, dijo a LN.

Foto: Gentileza

Por otro lado, consultamos a Julio Benegas cómo logra compaginar su vida profesional con el arte culinario, y explicó que si bien su primera fuente de ingresos es gracias a la enseñanza que imparte en talleres de escritura y redacción, hoy muchos de sus alumnos o gente interesada en sus servicios no puede adquirirlos por la crisis económica. Ante eso, decidió emprender con la cocina, algo en lo que según indicó, le va bien.

“Mi fuente laboral más importante son los talleres de escritura y redacción. Ante la crisis económica hay menos personas que tienen posibilidades, no menos ganas, entonces dije si me gusta esto por qué no emprendo. El primer sábado reventó, faltó comida. Estoy aprendiendo también, lo mío es más coloquial y de amigos, más de casa”, explicó.

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