En este espacio que pretendemos impulsar al sector emprendedor nacional acercamos la peculiar, interesante e innovadora propuesta de Sutil Flores Prensadas, que sumerge en un mundo de colores y formas a través del proceso de conservación.
La emprendedora del día es Magalí Casartelli, quien casi toda su vida laboral se dedicó a la comunicación institucional y alguna que otra incursión en medios de prensa escrita.
“Mi formación académica es de ese ámbito, pero siempre me sentí tironeada a conectar con la belleza, el arte. La redacción me motivaba más si podía desarrollarla desde esa necesidad y no tanto con las estructuras duras de informes, por ejemplo”, comenzó la charla.
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Su emprendimiento Sutil Flores Prensadas fusiona su pasión por la botánica y el arte con la creación de piezas de arte que utilizan flores y hojas naturales tras un proceso artesanal que permite conservar su color, forma y duración en el tiempo.
Utiliza la técnica de prensado, la misma que usan los botánicos para la creación de herbarios. Los herbarios son registros físicos que acopian la variedad existente de flora en el mundo, con información científica que permite el estudio y la investigación, explicó.
El proceso de conservación es de 3 a 4 semanas, para luego retirar el agua y aplanar las muestras, y una vez listas, Maga crea piezas de arte como cuadros, colgantes (trabajo con vidrios), tarjetas, dijes, marcadores de página y todo lo que pueda erigir con ellas.
Hallazgo e inspiración
A finales de diciembre del 2019, en pleno puerperio de su tercer bebé (Maga es madre de dos niñas: de 10 y 6 años, y un bebé de 1 año y 9 meses), cuando de manera casual dio con el enlace de un blog que hablaba del herbario de la escritora estadounidense Emily Dickinson (1830-1886).
Con fervor nos comentó que el magnetismo de aquel hallazgo fue inmediato, pues desde sus últimos años de colegio, la literatura fue parte de ella, y esta vez quedó cautivada por el híbrido de una figura femenina de la poesía y su interés por recolectar e indagar sobre especies botánicas, conjugando literatura, botánica y arte.
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“Aquel breve artículo daba algunos detalles del proceso de prensado de plantas y flores que hizo que hasta nuestros días se conservara, en el museo de la Universidad de Harvard, el herbario de Emily Dickinson”, mencionó.
Al día siguiente comenzó con las primeras pruebas –fallidas–, intentando prensar con ladrillos y hojas de papel diario. Disconforme con el resultado, investigó más y más, buscó un modelo sencillo de prensa, le pasó la idea a un carpintero con medidas específicas y se hizo de dos prensas de 10x20 centímetros.
Más adelante llegó la pandemia y entre otros coqueteos con técnicas sencillas de pintura acrílica, se dedicó a pasar tiempo con la familia y a recolectar hojas y flores. Pero la inquietud no estaba satisfecha, por lo que empezó a seguir cuanta página encontraba en Instagram sobre flores prensadas, más aún cuando empezó el boom de los talleres online.
Investigar y corregir errores
Así, ya lleva dos años investigando, invirtiendo en materiales, haciendo pruebas, cometiendo errores y corrigiendo. Se anotó y tomó talleres virtuales de Chile, Colombia y España sobre el tema. “Sobre todo rescato mi búsqueda personal constante para entender el mundo de las plantas. Mi casa es un lugar más agradable con ellas dentro y fuera, en todas sus versiones”, recalcó la emprendedora.
Sus creaciones son ideales para personas que aprecien el arte con piezas singulares, inspiradas en la naturaleza, así como para aquellas que busquen atesorar un recuerdo o un evento especial, procesando sus flores con esta técnica para luego enmarcarlas.
Recepciona pedidos personalizados de novias que buscan conservar flores de sus ramos en una composición enmarcada, ya que se convierte en algo que queda para el recuerdo. Llegó a vender piezas como pequeños colgantes que van desde G. 80 mil, o enmarcados con diseños más elaborados de G 1.200.000.
Compartir lo aprendido
Los interesados pueden acercarle, con anticipada coordinación, sus flores frescas que quisieran conservar y crear de ellas una composición que adorne algún rincón de la casa.
A más de crear las piezas, Maga también quiso compartir sus conocimientos a través de talleres para personas que estén interesadas en aprender y llevarlo como un hermoso hobby lleno de disfrute.
Subrayó que es un proceso de paciencia, lentitud, respeto al medioambiente, conexión con una misma y el entorno. “Yo diría que es terapia de bienestar trabajar con esta técnica”, acentuó.
Lograr que sea sostenible
Ante la consulta de si considera que es difícil emprender en Paraguay, alegó que es más fácil o no dependiendo del lugar del que una persona parte. En su caso, aún no se dedica netamente a esto, pues realiza trabajos de comunicación, y al no contar con caudal económico para una inversión de lleno, no puede soltar sus demás ocupaciones que le generan ingresos más o menos fijos.
Pero a lo largo de casi dos años viene invirtiendo tiempo y dinero en su emprendimiento; es decir, lo puede sostener en este proceso de volverlo sostenible, lo cual no es poca cosa, reconoció.
A la vez, tiene condiciones que le favorecen para transitar y persistir con Sutil Flores Prensadas gracias al apoyo de su familia y amigos, a más de gozar de salud. “Tengo amigas y amigos solidarios y creativos que me aconsejan, me dan su mirada valiosa, me ayudan a transitar y a tener energía para persistir. Es difícil o no tan difícil dependiendo de los recursos, no solo económicos, con que se cuentan”, subrayó.
Pero lo más difícil sería el factor tiempo en primer lugar. Con la pandemia se multiplicaron las atenciones en el espacio doméstico, los hijos, al cuidado del hogar, a seguir con el trabajo remunerado inicial desde la casa, convirtiéndose en un malabarismo desgastante. Y esto hacía difícil encontrar huecos para el impulso del proyecto a emprender.
Maga no necesariamente pensó en qué podría emprender en el contexto de la pandemia, sino simplemente empezó a mover una actividad manual, artística y de disfrute que la llenaba y –por añadidura– le hizo bien para evadir la incertidumbre y el temor que veía a su alrededor. Luego, una cosa llevó a la otra y solo comenzó a mostrar y ofrecer sus creaciones en Instagram y vía WhatsApp.
Sus piezas generan interés
Teniendo en cuenta que no es un artículo o un servicio de primera necesidad, lo interesante es que aun así genera interés de compra. “No se trata de productos industrializados que se pueden trabajar en cantidad; y, aunque a estas alturas ya el concepto puede sonar trillado, son piezas únicas, no las puedo repetir. Cada plantita, cada resultado, es único”, resaltó.
Así mismo, el taller que dicta aporta desde salud mental, con el conocimiento que acerca para seguir creando, cree que pueden aportar mucho. Los califica como una invitación a apasionarse con una actividad manual que promueve la desconexión del exceso de tecnología, a caminatas al aire libre que cambian de sentido, y a contemplar la naturaleza desde una perspectiva más respetuosa y agradecida.
No obstante, Maga es consciente de que no puedo decir aún que vive del emprendimiento, ya que todavía realiza trabajos relacionados a su profesión, pero en menor escala, de manera de dedicar más tiempo y energía al proyecto artístico. “Si miro el camino recorrido en estos casi dos años, pues sí, ha crecido y no es lo mismo que al inicio”, asintió.
Apunta a espacios de exposición
Su objetivo es, paulatinamente, entregar más tiempo a este proyecto. Extender las propuestas creativas y la presencia de sus obras en otros espacios. Por ejemplo, que sirvan para conectar a las personas que asisten con la posibilidad de conocer más el mundo botánico, la necesidad de crear y cuidar espacios verdes y de atracción a polinizadores, acotó.
Maga también quiso dar su aporte para motivar a los emprendedores, instándolos a capacitarse en el tema que les apasione, ya que muchas veces no es necesario tomar cursos extensos, sino investigar por cuenta propia, hacer lecturas, experimentar, hacer pruebas, preguntar.
“Rodearse de gente creativa y nutrirse de esos vínculos. No trabajar en función a producir más y más, que ese no sea el principal motor, sino en crear algo que les haga sentir orgullosos y que les apasione el proceso”, dijo para despedirse la emprendedora.
Los que quieran ver y conocer más acerca de sus creaciones, pueden visitarla y seguirla en Instagram @sutilfloresprensadas.