En una edición más del especial de Emprendedores LN, sí, no es martes, pero no quisimos esperar para compartir con los lectores esta inspiradora historia de perseverancia, pasión y ganas de encontrar esa motivación por la cual perseguir un sueño.
Se trata de Fernando Brítez, sus amigos le llaman Ferb, tiene 28 años y es diseñador industrial, graduado por la Facultad de Arquitectura y Diseño, FADA-UNA, con metas bien definidas que ahora puede plasmarlas, tras lograr emprender en el rubro de alimentos, con la elaboración de leche vegetal, específicamente de coco.
El joven visionario y emprendedor, luego de llevar a cabo una minuciosa investigación sobre las propiedades del coco –mbokaja–, desarrolló un producto natural, la leche de coco concentrada 100% natural, agroecológica y sustentable de producción artesanal bajo la línea La Higuera.
Antecedente pandémico
El nombre del emprendimiento, La Higuera, proviene del negocio familiar que es un bar en el que ayudaba y sigue aportando, ubicado en la ciudad de J. Augusto Saldívar donde vive, al igual que el campo de sus abuelos, del cual se abastece de la fruta como materia prima principal.
Fernando comenzó la charla rememorando el proceso, pues a poco de culminar su carrera fue que comenzó la pandemia, y señaló que esta, no solo venía a generar miedo, distanciarnos o a lavarnos las manos tantas veces que perdimos la cuenta, sino que también a cuidarnos con todo lo que comemos.
“Había un patrón de los decesos: ancianos, enfermedades de base, y una mala alimentación, y solo en esta última estaba en nuestras manos hacer algo al respecto”, así comenzó su relato.
A lo que inmediatamente sumó: “Venía de terminar una carrera que exigía mucho, puesto que es muy nueva en nuestro país, diseño industrial, el trabajo final de grado consistía en el diseño, desarrollo, ejecución y viabilidad para la realidad de nuestro país, de un producto que pueda fabricarse seriamente”, prosiguió.
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Inicios del emprendimiento
Afortunadamente, luego de año y medio logró concretar un contenedor de hortalizas frescas para cámaras frigoríficas para los productores de su ciudad. “Sí, en diseño somos muy románticos con los problemas sociales”, expresó.
Dos meses después de licenciarse, el COVID-19 llegaba para quedarse por unos años, amigos suyos que ya estaban trabajando en el rubro fueron despedidos por reducción de personal ante la crisis económica, por lo que era el peor momento para pedir trabajo.
Él siguió ayudando en el negocio familiar, haciendo delivery de los productos del campo: frutillas, lechugas, mandarinas.
Pero había un producto que todos los años se desperdiciaba y sin sacarle provecho. El coco, que es propio de nuestra región, y algo habría que hacer con él, resaltó Ferb.
Fue ahí que empezó a investigar sus propiedades y encontró que el coco se ubicaba como un súper alimento, momento en el que tuvo una epifanía (manifestación o revelación de un pensamiento indescriptible), describió.
“Como soy un apasionado en la investigación y todo lo que sea experimentación, comencé a utilizar todos los procedimientos de una investigación científica, que inició con la pregunta qué puedo hacer con tanto coco y surgía en mi cabeza harina, aceite y leche, y esta última idea me convenció”, avanzó con la historia.
Comenzó preparando 2 litros con una receta que había encontrado en Youtube, pero del coco brasileño, y desde ahí no paró. Probó cantidades, la duración, su proceso de colado, cómo esterilizar el recipiente y cuidar todos los aspectos para asegurar su inocuidad.
Y así, dio origen al emprendimiento de leche vegetal, agroecológica de producción artesanal y sostenible con proyecciones de expandirse y abastecer a un público que busca un cambio.
Propiedades y bondades
La leche de coco o bebida de coco mbokaja tiene un alto contenido en fibras, lo que la hace ideal para controlar el peso, refuerza los huesos por su contenido en hierro, además reduce los niveles de hipertensión por su contenido en potasio, además tiene vitamina E que es esencial para la salud del órgano más grande, la piel, explicó el profesional.
A la vez es buena para los que no consumen cítricos debido a que les produce acidez, pues de la leche de coco se obtiene también vitamina C.
Presentación ecofriendly
La leche de coco es un extracto concentrado que viene en una única presentación de 500 ml, y por ello, se puede diluir en agua potable y así conseguir 1 litro de leche vegetal ideal, para consumir todos los días, a un precio de G. 20.000.
La preparación la hace por pedido, y se puede contactar con el emprendedor a través de sus cuentas personales en nando.b en Instagram, ohmfer en Twitter, y Ferb Britez en Facebook, ya que se encuentra en proceso de creación de redes para la leche La Higuera, que también publica en las cuentas del bar de la familia; LaHigueraJas en Instagram y Facebook.
Pero como Ferb tiene una visión mucho más allá que el simple hecho de lanzar un producto, le agregó otro valor que lo vuelve aún más interesante, ya que tiene el plus de ser ecofriendly, es decir, la botella de vidrio es retornable.
“Por la botella solo abonás en la primera compra, después devolviendo el envase ya solo pagás por el líquido”, resaltó.
Expansión del público objetivo
Nuestro entrevistado confesó que en un principio su público objetivo era cualquier persona que deseara alimentarse más saludablemente, sin conservantes, sin espesantes ni azúcares agregados. Pero con el tiempo fue fijando su público a personas intolerantes a la lactosa, celiacos, diabéticos, además de las que practican la dieta cetogénica o keto.
El coco mbokaja que utiliza Ferb para sus concentrados es del campo de su abuelo, por lo que es completamente orgánico, pues ahí lo recolecta, realiza todo el proceso de romper el coco, que aún lo hace manualmente, y recibe ayuda de su abuela, Virginia, pero todos la conocen como Viki, para desgranar uno por uno cada fruto.
Asimismo, rememoró que con las primeras ventas se pudo adquirir una licuadora pica hielo, con la que procesa el coco.
¿Es difícil emprender en Paraguay?
Ferb considera que efectivamente, es un tanto complicado emprender en Paraguay, a pesar de contar con las facilidades de pagar publicidad en todas las redes sociales, el alcance es muy poco.
A lo que se suma el agravante del gran costo de formalizar una empresa de alimentos, que ronda los G. 50 millones solo para conseguir permisos, siendo que las pequeñas empresas son las que mueven la economía del país, “es hasta irónico”, subrayó.
Reflexiones y aprendizajes
El joven emprendedor, protagonista del día, luego de atravesar por el proceso de culminar una carrera y verse sumergido en una nebulosa de ideas y preocupaciones con el inicio de una pandemia lapidaria, supo aprender del momento y que en los tiempos de crisis surgen las ideas más liberadoras.
“Cuando ya no ves de todo lo negro que te rodea, es ahí cuando debemos buscar la luz. La pandemia me ayudó a agudizar los sentidos y hasta desarrollar ese sexto, la intuición”, se explayó Ferb.
Metas y proyecciones
El joven diseñador industrial y emprendedor se puso como meta ideal: “Competir cara a cara con las marcas de leche animal”.
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Ferb quiere creer que desde su pequeño lugar, en J. Augusto Saldívar, con su familia y amigos que apoyan su ideal, en algún momento se podrá cumplir su sueño, tener más personas que opten por la leche vegetal.
Así mismo, tiene el sueño de que su producto orgánico cobre tanto vuelo que pueda poder solventar una maestría que tiene como meta académica, “pues pretendo hacerlo en Food Desing –diseño en alimentos–”, sostuvo.
“Poder diseñar la comida es una fascinación que tengo. Sigo en Instagram a una arquitecta pastelera que crea unos pasteles que te estallan la cabeza de solo mirarlos”, se aventuró.
Lanzarse con paracaídas y flotadores
Para finalizar la entrevista, pedimos que transmita un poco de su entusiasmo y emoción con algún consejo, y sin más preámbulos, recomendó a los jóvenes como él que no encuentran la oportunidad, a crearla ellos mismos.
“Acá en nuestro país hay tanto por hacer, tenemos los recursos naturales tan a mano, que agudizar la intuición es la clave. No esperen el tiempo ideal, todo está en constante movimiento, investiguen mucho, prueben y luego láncense con paracaídas y flotadores”, concluyó.