Territorios Palestinos. AFP.
Tropas israelíes y milicianos de Hamás volvieron a librar ayer encarnizados combates en el sur de la Franja de Gaza, nuevo epicentro del conflicto, mientras en París se celebró una reunión en busca de un cese el fuego en este territorio palestino.
El ejército israelí indicó en el 114º día de guerra que se libraron “intensos combates” en Jan Yunis, que considera como un bastión del grupo islamista Hamás. Precisó que eliminó a “terroristas” e incautó “grandes cantidades de armas”.
Al menos 24 personas murieron durante el día en esta gran ciudad del sur, bombardeada sin tregua por la aviación israelí, según el Ministerio de Salud de Hamás, que gobierna Gaza desde 2007.
Los enfrentamientos se produjeron en particular en torno a los hospitales Nasser y al Amal, que ahora solo funcionan parcialmente y acogen a miles de refugiados que huyen de los bombardeos.
En el frente diplomático, continúan los esfuerzos a favor de una tregua.
El jefe de la inteligencia estadounidense, William Burns, se reunió ayer domingo en París con altos cargos de Israel y Egipto, y con el primer ministro de Qatar, en busca de un alto el fuego, indicaron fuentes cercana a los participantes.
La reunión fue “constructiva”, afirmó la oficina del primer ministro israelí, añadiendo que aún había “desacuerdos” entre las partes, que “seguirán discutiendo esta semana en otras reuniones”.
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Jefe de Hamás anuncia muerte de tres de sus hijos en bombardeo israelí en Gaza
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, anunció el miércoles la muerte de tres de sus hijos en un bombardeo israeli en la Franja de Gaza y advirtió de que el ataque no frenará la determinación del movimiento islamista tras seis meses de guerra.
El dirigente de Hamás, que vive en Doha, Catar, confirmó a la cadena Al Jazeera el “martirio” de sus “tres hijos” y algunos de sus “nietos”. “Este derramamiento de sangre nos hará aún más firmes en nuestros principios”, afirmó el máximo responsable del grupo islamista, que gobierna Gaza desde 2007.
Según la cadena catarí, un dron alcanzó el vehículo de la familia en el campo de refugiados de Al Shati, en el norte del estrecho y devastado territorio palestino. En un comunicado, Hamás confirmó la muerte de los tres hijos de Haniyeh y de cuatro de sus nietos.
El ejército israelí confirmó que uno de sus bombardeos en Gaza mató a tres de los hijos de Haniyeh, identificados como Mohamed, Hazem y Amir y miembros del ala militar del grupo islamista. El bombardeo se produjo a pesar de los esfuerzos de los mediadores internacionales para alcanzar una tregua en los combates. También coincidió con el primer día del Aíd al Fitr, la festividad que marca el final del Ramadán.
La guerra estalló el 7 de octubre tras el ataque de Hamás contra el sur de Israel, que dejó 1.170 muertos, en su mayoría civiles, según un cómputo de AFP basado en cifras israelíes. El movimiento islamista tomó también 250 rehenes, de los cuales 129 continúan en Gaza, incluidos 34 que se cree han muerto, según las autoridades israelíes.
En respuesta, Israel prometió “aniquilar” a Hamás, que considera una organización terrorista al igual que Estados Unidos y la Unión Europea, y lanzó una implacable ofensiva que ya dejó 33.482 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio.
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Críticas de Biden
Israel volvió a bombardear el miércoles el norte y el centro de Gaza, entre otros el campo de Nuseirat, matando a 14 personas, incluido niños, según Hamás. Los países mediadores -Catar, Egipto y Estados Unidos- esperan respuestas a una nueva propuesta de tregua en tres fases que presentaron el domingo a Israel y Hamás.
La primera contempla una tregua de seis semanas, la liberación de 42 rehenes retenidos en Gaza a cambio de 800 a 900 palestinos encarcelados en Israel, el ingreso de 400 a 500 camiones diarios de ayuda alimentaria y el regreso a sus casas en el norte de Gaza de los desplazados por la guerra.
El presidente estadounidense, Joe Biden, criticó duramente la estrategia militar en Gaza del gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una entrevista con la televisión estadounidense en español Univisión, transmitida el martes.
“Creo que está cometiendo un error”, dijo. “Pido simplemente que los israelíes llamen a un alto el fuego, que permitan durante las próximas seis, ocho semanas, el acceso total a todos los alimentos y medicinas que entren” en Gaza, añadió.
Esta entrevista fue grabada, sin embargo, antes de la retirada, el domingo, de los soldados israelíes del sur de la Franja de Gaza y del aumento, en los últimos días, de la ayuda humanitaria autorizada por Israel para entrar en el territorio.
“El Aíd más triste”
Pese a las advertencias internacionales, el ministro del gabinete de guerra de Israel, Benny Gantz, insistió en que las tropas israelíes invadirán Rafah y regresarán a Jan Yunis, de donde se replegaron la semana pasada. El ejército tendrá que luchar durante años “en la Franja de Gaza, en Cisjordania y en el frente del Líbano”, añadió.
El ejército asegura que Rafah, en la cerrada frontera con Egipto, alberga el último bastión de Hamás en Gaza. Cerca de 1,5 millones de personas se hacinan en esa localidad, la mayoría desplazados por la guerra, según la ONU. Mientras tanto, los palestinos celebran tristemente el final del Ramadán, reunidos en refugios improvisados alrededor de algunos dulces o pequeñas tartas preparadas a pesar de la escasez.
En Jerusalén, la multitud de fieles reunidos en la Explanada de las Mezquitas, en medio de fuertes medidas de seguridad, tenían todos presente la tragedia de Gaza. “Es el Aíd más triste que jamás hayamos vivido”, declaró Rawan Abd, una enfermera de 32 años de Jerusalén Este, ocupada y anexada por Israel.
Israel, que ordenó el asedio total de Gaza al inicio de la guerra, enfrenta también una fuerte presión internacional para permitir el ingreso de más ayuda al territorio palestino amenazado de hambruna.
Fuente: AFP
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Hamás admite “errores” que causaron muerte de civiles durante su ataque contra Israel
Hamás admitió el domingo por primera vez “errores” que provocaron la muerte de civiles durante su ataque en suelo israelí que desencadenó una guerra en Gaza donde se cuentan ya más de 25.000 muertos. En un documento de 16 páginas, el grupo islamista palestino indicó que la operación del 7 de octubre fue una “etapa necesaria” y una “respuesta normal” frente a “todos los complots israelíes contra el pueblo palestino”.
Dando por primera vez su “versión de los hechos”, Hamás reconoció que “quizás ocurrieron algunos errores durante la operación” debido “al rápido colapso de la seguridad israelí y el sistema militar, y el caos en las zonas fronterizas con Gaza”. Sin embargo, negó haber tomado como blanco a civiles y aseguró que si lo hizo fue “accidentalmente y en el transcurso del enfrentamiento con las fuerzas de ocupación”.
El 7 de octubre de 2023 cientos de combatientes del grupo palestino penetraron en el sur de Israel, atacando a puestos militares, kibutz (colonias agrícolas) y un festival de música, dejando más de 1.140 muertos, sobre todo civiles, según un recuento de la AFP a partir de datos oficiales israelíes. Unas 250 personas fueron secuestradas, de las que un centenar pudieron ser liberadas durante una tregua a finales de noviembre.
Este ataque desencadenó una ofensiva aérea y terrestre de Israel contra la Franja de Gaza, gobernada por Hamás, que ha dejado hasta ahora 25.105 muertos, la gran mayoría de ellos mujeres y menores, según el último balance del Ministerio de Salud del estrecho territorio.
En el documento, Hamás, clasificado como “organización terrorista” por Estados Unidos y la Unión Europea, reclamó “el cese inmediato de la agresión israelí”. Pero Israel, que prometió “aniquilar” al grupo, rechaza cualquier cese de los combates sin liberación de los rehenes. Israel calcula que aún quedan 132 cautivos en Gaza. Familiares de los rehenes volvieron a manifestar el domingo para pedir su liberación cerca de la residencia del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Jerusalén.
En un video divulgado tras el informe de Hamás, Netanyahu rechazó “categóricamente” las condiciones que exige el grupo palestino para liberar a los rehenes, que son, según él, “el fin de la guerra, la retirada de nuestras fuerzas de Gaza” y “la liberación de todos los asesinos y violadores”. Asimismo, Hamás rechazó “todo proyecto internacional o israelí destinado a “decidir el futuro de la Franja de Gaza”.
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“Poco oxígeno”
En el terreno en Gaza, el movimiento palestino reportó decenas de bombardeos y disparos de artillería, sobre todo en las zonas cercanas a los hospitales Naser y Al Amal en Jan Yunis, la principal ciudad del sur de la Franja.
El ejército israelí informó que eliminó a “terroristas” en Jan Yunis y que el sábado descubrió un túnel en el que una veintena de rehenes fueron encerrados “en condiciones difíciles, sin luz del día (...), poco oxígeno y una humedad espantosa”. Los soldados encontraron dentro dibujos realizados por una rehén de cinco años.
Según informaron testigos, las fuerzas israelíes también realizaron operaciones cerca del campo de refugiados de Jabaliya, en el extremo norte de Gaza. Según la ONU, un 85% de los 2,4 millones de habitantes de Gaza se vieron obligados a desplazarse dentro del estrecho territorio de 362 km2, bajo un férreo asedio que impide la llegada de comida, agua, medicinas y combustible.
Decenas de desplazados, con bidones en la mano, esperaron el domingo en Rafah la distribución de agua organizada por Médicos Sin Fronteras. Gran parte de la población se hacina en esa localidad, constató la AFP. Según el Ministerio de Salud de Hamás, no ha habido “ningún avance” para aumentar la ayuda humanitaria a Gaza.
El Cogat, órgano del ministerio de Defensa israelí que coordina las “actividades civiles” del ejército en los territorios ocupados, indicó que 260 camiones con ayuda humanitaria ingresaron a Gaza el domingo, es decir “el mayor número (de camiones) desde que inició la guerra”.
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“Eje de resistencia”
Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, también está experimentando un resurgimiento de la violencia a un nivel no visto en casi 20 años.
El ejército israelí llevó a cabo allí operaciones mortíferas en los últimos días, destruyendo las casas de dos combatientes palestinos en Hebrón. Según la Autoridad Palestina, desde el 7 de octubre han muerto al menos 364 palestinos a manos de soldados o colonos israelíes.
La guerra exacerba también las tensiones entre Israel y el llamado “eje de la resistencia” liderado por Irán, que agrupa a movimientos armados como Hamás, Hezbolá en Líbano y los rebeldes hutíes de Yemen.
En la frontera entre Israel y Líbano, donde se producen a diario cruces de disparos, un ataque imputado a Israel mató a un combatiente de Hezbolá en el sur de Líbano, indicó a la AFP una fuente cercana al movimiento libanés. El ejército israelí confirmó que realizó en la zona varios ataques. La violencia transfronteriza ha dejado más de 195 muertos en Líbano, incluidos al menos 144 combatientes de Hezbolá.
Fuente: AFP
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Hamás: el nombre de la tragedia que sufre hoy la Franja de Gaza
La Franja de Gaza y Cisjordania son las regiones que conforman los Territorios Palestinos y distan entre sí aproximadamente 30 kilómetros, siendo la localidad de Hebrón en Cisjordania la más cercana a Gaza City (50 km), al norte del territorio de Gaza. En Cisjordania gobierna la Autoridad Palestina y en Gaza, un grupo terrorista radical.
Juan Carlos dos Santos G., juancarlos.dossantos@nacionmedia.com - Fotos: AFP
Gaza (Aza, en hebreo) es un enclave palestino ubicado entre el mar Mediterráneo, el desierto del Négev en Israel y el desierto del Sinaí en Egipto; ocupa una extensión de 365 km² y viven en él cerca de 2.000.000 de árabes, mayoritariamente palestinos.
Está gobernada de facto desde 2006 por Hamás, un grupo terrorista radical islámico de ideología salafista, aquel que interpreta de manera rígida los preceptos islámicos y cuya finalidad es la instauración de un Estado islámico o califato, donde solo se permita la ley sharía y al islam como única creencia posible.
DE MANO EN MANO
Gaza es el único territorio palestino con fronteras definidas e inamovibles en la actualidad. En el pasado, de ser parte del Imperio otomano a comienzos del siglo XX pasó a dominio británico, integrando el territorio conocido como Mandato Británico de Palestina. Tras las Resolución 181/47 de las Naciones Unidas, la Franja de Gaza debía formar parte del Estado palestino con población árabe, pero fueron los mismos árabes quienes rechazaron este acuerdo y optaron por forzar la situación mediante las armas.
Es así que tras la guerra de 1948 entre los países árabes de la zona (Egipto, Siria, Jordania, Arabia Saudita, Irak y Líbano) en contra de Israel, la Franja de Gaza fue ocupada por Egipto a pesar de que fue derrotado por los israelíes.
BAJO DOMINIO EGIPCIO
Estos no tenían intención de ocupar Gaza, pero tampoco Egipto estaba muy ilusionado por hacerlo ni administrarlo. Finalmente, no tuvo otra opción y la Franja de Gaza permaneció bajo dominio egipcio por espacio de 18 años, hasta 1967, cuando durante la guerra de los Seis Días cayó bajo control de Israel, así como todo el desierto del Sinaí. En aquel entonces, el Ejército hebreo llegó hasta las costas del mar Rojo y se disponía a capturar el canal de Suez cuando llegó el cese de hostilidades.
Hubo varios intentos de ceder la soberanía de Gaza a Egipto por parte de Israel, pero los egipcios no aceptaban semejante responsabilidad. La población palestina, una percepción que lastimosamente se generaliza, ha ganado fama de revoltosa, problemática y han sido expulsada de los territorios de países árabes en donde se asentó.
EXPULSADOS DE PAÍSES ÁRABES
En 1970, durante el denominado Setiembre Negro en Jordania, el rey hachemita los expulsó cuando comenzaban a convertirse en una fuerza militar autónoma que amenazaba su corona.
El 1991, en Kuwait, durante la guerra del Golfo, 400.000 palestinos fueron expulsados de ese país por alinearse con el enemigo invasor, el ejército de Saddam Hussein, dictador de Irak.
Desde los campos de refugiados palestinos del Líbano se produjeron revueltas que acabaron con la vida de centenares de cristianos y los palestinos que se mantuvieron en el lugar no tienen acceso a derechos básicos, incluidos trabajar legalmente y optar por la ciudadanía.
¿JUDEA Y SAMARIA O CISJORDANIA?
Nuevamente se reitera que no es bueno generalizar, pero la percepción en general lleva a esta situación, totalmente triste y lamentable, y en la que nadie está dispuesto a asumir una solución, ni los propios palestinos de la Cisjordania.
La Cisjordania es la margen derecha del río Jordán, tomando en cuenta el nacimiento del río sagrado para el cristianismo, en las laderas del monte Hermón, en el límite entre Israel, Siria y Líbano.
El verdadero nombre de Cisjordania es Judea y Samaria, regiones que mantienen ese nombre desde los tiempos bíblicos. Se popularizó el nombre de Cisjordania solo para diferenciarla de Transjordania, actual reino jordano, margen izquierda del río Jordán.
En 1948, el Ejército jordano ocupó Judea y Samaria, incluyendo la ciudad de Jerusalén que, según lo resuelto en la Asamblea de las Naciones Unidas, estaba destinado a ser un territorio internacional bajo la administración del organismo mundial, algo que nunca sucedió, pues la invasión de Jordania a la zona de Judea y Samaria no permitió poner en marcha el plan de las Naciones Unidas. En 1967, Israel tomó el control de toda la ciudad y la puso bajo su dominio hasta la actualidad, en la que ya hace el papel de capital del país, con el Gobierno asentado oficialmente en ella.
LA SOLUCIÓN DE DOS ESTADOS
Fueron varias las propuestas de paz que se han puesto sobre la mesa, pero claramente los líderes palestinos no están dispuestos a negociar y compartir un territorio que nunca estuvo en sus manos. No ha existido nunca una herencia palestina en todo el territorio que hoy ocupa Israel.
Hay más rastros y registros del origen judío y algunas de árabes en general en la zona, pero no palestinas propiamente como sí las hay sirias, libanesas, iraquíes, jordanas o saudíes en sus propios territorios.
Sin conocer el contexto de la situación, es muy fácil enredarse con la actualidad. Antes que nada, hay que saber que esto no se trata de un conflicto territorial por más que así lo quieran vender. Desde antes de 1947 en las Naciones Unidas ya se ha intentado una solución y este siempre tuvo un componente religioso para no ser concretado.
La única solución posible que pretenden los palestinos y sus líderes es simple: la desaparición del Estado de Israel y sus ciudadanos no musulmanes que habitan hoy allí. Este deseo gira entre el genocidio y la conversión religiosa.
Para gran parte de los israelíes, la solución de dos Estados en un mismo territorio es bien factible y en realidad han dado muestras de ese deseo presentando planes a los palestinos cuando incluso tenían el 40 % o más del territorio controlado. No prosperaron las negociaciones porque los líderes pales- tinos siempre quisieron el 100 % y hoy solo controlan el 20 % por esta razón.
COLONOS AVANZAN
Los colonos judíos o van comprando terrenos a los árabes en zonas de Cisjordania o bien los van colonizando en vista de que estamos hablando de kilómetros de desiertos. Este fenómeno se repite desde comienzo del finales del siglo XIX, no es algo nuevo.
EL MEJOR PLAN RECHAZADO
Incluso entre uno de estos planes de paz, Israel ofreció al líder palestino, Yasser Arafat, Jerusalén Este y parte de la Ciudad Vieja como capital, además del 80 % de toda Cisjordania, toda la Franja de Gaza y la construcción de una carretera exclusiva para palestinos que una estas dos regiones separadas por pocos kilómetros de distancia, pero también fue rechazado.
Por eso el statu quo del problema beneficia a Israel, una sociedad mejor educada y un país con mayores recursos para generar riquezas y desarrollo a medida que se van asentando en una, literalmente, “tierra de nadie”.
El sopor en el que están metidos los sucesivos líderes de la Autoridad Palestina ha hecho crecer a grupos terroristas como Hamás, que se aprovechó de esta situación y tomó el control de la Franja de Gaza, un lugar mucho más factible para llevar a cabo su plan de exterminar al pueblo judío que vive en Israel.
Desde Gaza era posible tener acceso por mar y tierra. Durante un tiempo se proveyeron de armas y municiones por vía marítima y a través de la frontera con Egipto. El estatus de beligerante que fue tomando Hamás contra Israel obligó a este último a tomar medidas de acuerdo a las leyes de la guerra, como el bloqueo marítimo. Egipto, consciente de la situación, también construyó muros por arriba y abajo para proteger sus fronteras del contrabando de todo tipo. Nunca fue suficiente.
De ahí la operación que desarrolló el grupo terrorista el 7 de octubre pasado y que en una infografía detallamos los daños y las pérdidas que se han dado a partir de ese ataque.
HAMÁS CONTROLA GAZA (O LO CONTROLABA)
Hamás, que no es la mayoría de los gazatíes (queremos creer que es así), ha tomado el control total de la población y de todos sus recursos posibles, y los ha puesto al servicio de su causa, una guerra de terror contra el poderoso Estado de Israel. Esa era la situación hasta que, a fines de octubre, el Ejército hebreo decidió entrar en Gaza.
Desde 1987, año de su creación, Hamás ha estado madurando y poniendo a prueba diferentes estrategias para cumplir lo que dice su carta fundacional: crear un califato donde hoy está asentado el Estado de Israel.
EL BRAZO DE IRÁN
Para ello cuenta con el apoyo del Gobierno de Irán, su gran soporte emocional y operativo en esta locura terrorista y con la billetera de Qatar, el soporte económico y que da la cara cuando las cosas vienen mal para el grupo yihadista, como sucede hoy día, luego del ataque del 7 de octubre pasado a comunidades agrícolas del sur de Israel y que ha provocado la operación militar Espadas de Hierro.
La sociedad gazatí ha sido destruida por la presencia de Hamás, que ha instaurado un régimen de terror desde la primera infancia y ha usurpado absolutamente toda la ayuda internacional desviando millones de dólares que llegan desde todo el planeta para su perverso plan islamista. Esto motiva que solamente los negocios vinculados a Hamás puedan prosperar, como se ven en imágenes previas al 7 de octubre.
Gaza es un lugar de mucha pobreza y necesidad, siempre y cuando ese sector no esté involucrado con algún líder de Hamás porque allí sí se vuelve lujoso y sin necesidades.
MANIPULACIÓN DE LA INFANCIA
Circula un video realizado en 2016 del VII Festival Infantil de la Asociación Islámica de Kan Yunis, al sur de la Franja de Gaza, donde centenares de niños asisten a un evento festivo, pero que de un momento a otro se convierte en una oda a la muerte.
“Despierten niños y únanse a la batalla, mueran como mártires y exploten al enemigo”, vocifera un niño de no más de 10 años a otros de la misma edad y también menores a él para luego formar parte de desfiles con uniformes camuflados y réplicas de AK-47.
Este niño hoy tendría 17 o 18 años posiblemente y con seguridad ya hace años se habrá sumado al grupo terrorista de manera activa.
EL METRO DE GAZA
La solución para la Franja de Gaza es no más terrorismo y para ello solo hay una vía: Hamás debe desa- parecer para que quizás ese pequeño territorio pueda contar con un verdadero metro de Gaza, diferente a las actuales construcciones de más de 500 km bajo tierra que sirven para matar a inocentes en ambos lados y solo salvar vidas de líderes terroristas.
Para tener una idea del desperdicio de recursos, un kilómetro de construcción del sistema de metro en algunas ciudades como México DF tiene un costo de USD 80 millones.
Una Gaza en desarrollo, por más utópico que suene, será un ejemplo para la Cisjordania árabe y quizás sea el final de un conflicto que ya solo representa una moles- tia para los reinos árabes que quieren la paz con Israel y, de paso, cuidarse de Irán.
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Guerra entre Israel y Hamás: no hay señales de tregua al cumplirse 3 meses
La guerra entre Israel y Hamás cumple este domingo su tercer mes sin dar señales de tregua, con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, pidiendo un mayor esfuerzo para proteger a los civiles y advirtiendo sobre una posible conflagración regional durante su gira en Oriente Medio.
Israel juró destruir al grupo islamista palestino Hamás tras el ataque que perpetró en su territorio el 7 de octubre y que dejó unos 1.140 muertos, según un conteo de la AFP basado en cifras israelíes. Además, unos 132 rehenes de los 250 secuestrados por Hamás, grupo clasificado por la Unión Europea y Estados Unidos como “terrorista”, permanecen cautivos en el territorio palestino.
La ofensiva que Israel lanzó en Gaza en represalia ha dejado de momento al menos 22.835 muertos, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Hamás, en el poder en el enclave palestino. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, declaró el domingo que es “imperativo” que Israel se esfuerce más por proteger a los civiles de Gaza, durante una rueda de prensa en Doha junto al primer ministro catarí, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani.
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Este último aseguró que Catar, actor clave en la mediación de la tregua de finales de noviembre, prosigue sus esfuerzos para obtener un nuevo acuerdo. Blinken también advirtió que la guerra “podría hacer metástasis fácilmente”, pero añadió que Estados Unidos, principal aliado de Israel, trabaja para “evitar que el conflicto se extienda” en Oriente Medio. Su homóloga alemana, Annalena Baerbock, de visita en Jerusalén, instó por su parte a una “gestión menos intensiva de las operaciones” por parte de Israel.
“El mundo cierra los ojos”
Los bombardeos israelíes han dejado en ruinas barrios enteros de Gaza, obligado al 85 % de los gazatíes a abandonar sus hogares y provocado una grave crisis humanitaria, según la ONU. El domingo, Al Jazeera anunció la muerte de dos periodistas palestinos que trabajaban para la cadena catarí en Gaza: Mustafa Thuria, un camarógrafo independiente que también colaboraba con la agencia AFP, y el reportero Hamza Wael Dahdouh, acusando al ejército israelí del ataque contra su vehículo.
El padre de Hamza, Wael al Dahdouh, redactor jefe de la oficina de Al Jazeera en la Franja de Gaza, ya perdió a su esposa y otros dos hijos en un ataque israelí en las primeras semanas de la guerra. “El mundo debería ver con dos ojos, no con un solo ojo israelí, debería ver todo lo que le está ocurriendo al pueblo palestino (...), pero el mundo cierra los ojos”, denunció en llanto durante el funeral de su hijo en Rafah (sur).
Los bombardeos israelíes, principalmente en esta ciudad y en Jan Yunis, también en el sur, dejaron al menos 64 muertos durante la noche del sábado, según el ministerio de Salud de Hamás. En Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, la policía israelí anunció haber disparado a una niña palestina de tres años durante una operación para impedir una embestida con vehículo en un puesto de control.
La niña, que “estaba en otro vehículo en el puesto de control”, fue “declarada como fallecida” por los servicios de emergencia israelíes. Además de ella, otros ocho palestinos murieron en Cisjordania, siete de ellos en una incursión de tropas israelíes en Yenín. También murieron dos israelíes -una policía y un civil.
“Maximizar la ayuda humanitaria”
El sábado, el ejército israelí anunció que “terminó el desmantelamiento de la estructura militar de Hamás en el norte” de Gaza y que desde ahora se centrará “en el centro y el sur” del enclave. Pese a la presión internacional y los llamados de cese el fuego, Israel, que impuso un asedio total a Gaza desde el pasado 9 de octubre, se mantiene inflexible.
“Tengo un mensaje claro para nuestros enemigos: lo que pasó el 7 de octubre no volverá a suceder”, declaró el domingo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. “Debemos seguir hasta la victoria total”, añadió. Blinken, que llegó por la noche a Abu Dabi para continuar su gira, se reunió en la mañana del domingo con el rey Abdalá II de Jordania.
Según un comunicado del Palacio, el soberano pidió a Estados Unidos ejercer presión sobre Israel para obtener un “cese el fuego inmediato” en Gaza, al advertir sobre “repercusiones catastróficas” si continúan las hostilidades. El diplomático estadounidense afirmó que era “imperativo maximizar la ayuda humanitaria a Gaza” y llamó a evitar una conflagración regional, a trabajar por una paz “duradera” y a “avanzar hacia la creación de un Estado palestino”.
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Blinken viajará el lunes a Arabia Saudita e Israel, donde mantendrá conversaciones que, dijo, “no serán fáciles”. Existen temores de un contagio regional debido a disparos casi diarios entre el Hezbolá libanés, aliado de Hamás, y las fuerzas israelíes en la frontera israelo-libanesa.
También, en Siria y en Irak, los ataques a bases militares de Estados Unidos, principal aliado de Israel, se dispararon en las últimas semanas. Y en Yemen, los rebeldes hutíes apoyados por Irán multiplicaron sus ataques a buques en el mar Rojo en “apoyo” a los palestinos de Gaza.
Fuente: AFP