Las garrapatas generan por lo general muchas molestias a los perros y una señal de la presencia de las mismas es la picazón que causa al animal en las zonas donde se alojan. Estos parásitos cubren sus necesidades nutricionales sobre vertebrados de sangre caliente, pero también lo pueden hacer sobre vertebrados de sangre fría, como los anfibios o reptiles.
La doctora veterinaria Natali Pereira, propietaria de la Clínica Huellas, explicó a La Nación/Nación Media que las garrapatas son muy molestas, ya que generan una infección e irritación en la piel que causa mucho picor al animal. Pero, lo más peligroso es que pueden transmitir enfermedades a través de su picadura, como ser la erlichiosis, babesiosis y anaplasmosis.
Sostuvo que lo primero que hay que tener en cuenta es que las garrapatas prefieren alojarse en las zonas donde la piel es más fina, ya que a través de esas acceden con más facilidad a la sangre. Dicha zonas son dentro y alrededor de las orejas, cuello, cabeza, entre los dedos de las patas, entre las piernas, aunque también pueden preferir situarse en puntos en los que el perro no sea capaz de rascarse.
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Las garrapatas, cuando se instalan en el cuerpo, comienzan una pequeña perforación que provocará una hemorragia fácilmente detectable, siendo así uno de los primeros síntomas que se podrán notar. El síntoma más evidente es que se podrá ver al perro rascarse frecuentemente.
La mejor manera de controlar las garrapatas es a través de la prevención, utilizando productos disponibles en el mercado, siendo las más efectivas las pastillas palatables que difieren de duración según la marca. Además, se recomienda realizar baños frecuentes; fumigar la casa, en especial lugares oscuros, bajo piedras, entre las plantas; también contribuye limpiar el jardín.
La profesional aconseja que ante cualquier síntoma o presencia de garrapatas en nuestro perro, acudamos al veterinario de confianza para una inspección y medicación.
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