Procedente de los confines del sistema solar, el cometa “C/2022 E3 (ZTF)” volverá a cruzar el cielo terrestre tras una larga ausencia de 50.000 años, y podría ser incluso visto a simple vista a finales de enero.
Es un pequeño cuerpo rocoso y helado, de un diámetro de apenas 1 km, descubierto en marzo de 2022 por el programa “Zwicky Transient Facility” (ZTF), que opera el telescopio Samuel-Oschin del Observatorio Palomar, en California.
Fue detectado cuando pasaba por la órbita de Júpiter, y esta semana pasará cerca del Sol. Alcanzará su perihelio, es decir el punto más cercano al Sol, el 12 de enero, según los astrónomos, que pudieron calcular su trayectoria tras meses de observación.
Cuando un cometa se acerca al Sol, el hielo que contiene su núcleo pasa al estado gaseoso y suelta una larga cola que refleja la luz del astro rey. Este rastro brillante es lo que podrá observarse desde la Tierra, inicialmente en el hemisferio norte, a medida que “C/2022 E3 (ZTF)” se vaya acercando.
El cometa brillará con todo su esplendor “cuando esté lo más cerca de la Tierra”, explica Thomas Prince, profesor de Física del Instituto de Tecnología de California, que trabaja para ZTF. Será menos espectacular de todas maneras que Hale-Bopp (1997) o Neowise (2020), que eran mucho más grandes.
Con un buen par de anteojos, o incluso a simple vista, se podrá vislumbrar en la noche, a condición de que el cielo esté despejado, no haya contaminación lumínica y la luz de la Luna no perturbe. “A lo mejor tenemos suerte y será dos veces más brillante de lo previsto”, aventura el astrofísico Nicolas Biver, del Observatorio de París-PSL.
La mejor ventana de observación
La mejor ventana de observación será el fin de semana de los días 21 y 22 de enero, y la semana siguiente. Durante ese periodo pasará entre las constelaciones de la Osa Menor y la Osa Mayor. Después se podrá ver en el hemisferio sur, para luego repartir hacia los confines del sistema solar, donde probablemente nació.
Según los modelos actuales, los cometas provienen o del cinturón de Kuiper, más allá de la órbita de Neptuno, o de la nube de Oort, una enorme zona teórica situada a casi un año luz del Sol, en el límite su campo gravitacional. Teniendo en cuenta su órbita, este cometa “proviene inicialmente de la nube de Oort”, según Biver. Hace 50.000 años, el “C/2022 E3 (ZTF)” ya visitó el interior del sistema solar y pasó cerca de la Tierra.
Esta vez probablemente “saldrá de una vez por todas del sistema solar”, indica Biver. Todo estará listo para contemplarlo, y los científicos esperan aprender un poco más de la composición de los cometas, en particular gracias al poderoso telescopio espacial James Webb.
“Vamos a observarlo por todos lados. No es el cometa del siglo, pero estamos contentos de poder observar cometas como éste cada uno o dos años, porque los consideramos como vestigios de la formación del sistema solar”, explica el astrofísico.
Fuente: AFP.
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Webb celebra aniversario con foto del nacimiento de estrellas
La NASA divulgó este miércoles una imagen nueva y espectacular del nacimiento de estrellas similares al Sol en la que se ve chorros de gas rojo estallando en el cosmos y polvo incandescente, coincidiendo con el aniversario del telescopio espacial James Webb.
Provienen de la región de formación estelar más cercana a la Tierra, a 390 años luz, situada en la nube de gas Rho Ophiuchi. Esta imagen, que contiene unas 50 estrellas jóvenes de un tamaño similar al Sol, “nos permite ser testigos de un brevísimo periodo del ciclo vital estelar con una nueva claridad”, declaró Klaus Pontoppidan, científico del proyecto Webb.
“Nuestro propio Sol experimentó una fase como ésta, hace mucho tiempo”, añadió. El 12 de julio de 2022, la agencia espacial estadounidense reveló las primeras imágenes en color de su nuevo observatorio espacial. Esto marcó el inicio de las operaciones científicas de esta joya tecnológica, situada a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra.
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“En solo un año, el telescopio espacial James Webb ha transformado la visión del cosmos que tiene la humanidad, asomándose a las nubes de polvo y viendo por primera vez la luz de rincones lejanos del universo”, declaró Bill Nelson, jefe de la NASA.
“Cada nueva imagen es un nuevo descubrimiento, que permite a científicos de todo el mundo plantear y responder preguntas que antes ni siquiera podían soñar”, afirmó. Para este primer aniversario, la NASA prevé repasar el primer año de descubrimientos durante una retransmisión de video en directo a través de internet.
Infrarrojos
Desde hace un año, James Webb deslumbra a los astrónomos con imágenes de una precisión sin precedentes. Observó la galaxia más lejana jamás detectada y agujeros negros y midió por primera vez la temperatura de planetas rocosos lejanos similares a la Tierra, cuya atmósfera comenzó a analizar. Sus observaciones han dado lugar a un mar de estudios científicos.
Una de las principales misiones del telescopio es explorar el universo. También examina los exoplanetas, es decir, los planetas situados fuera del sistema solar y ayudará a comprender mejor la formación y el ciclo de vida de las estrellas. Entre las imágenes espectaculares que nos regaló en octubre figura la de los emblemáticos “Pilares de la Creación”, inmensas estructuras de gas y polvo repletas de estrellas en formación, a 6.500 años luz de la Tierra, en nuestra galaxia, la Vía Láctea.
El observatorio costó 10.000 millones de dólares y décadas de trabajo. Es el sucesor del telescopio espacial Hubble, aún en funcionamiento, pero a diferencia de este, que observa el universo principalmente en el espectro visible, James Webb opera en infrarrojos. Esto le permite detectar una luz mucho más débil y, por tanto, ver mucho más lejos.
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Como esta longitud de onda es imperceptible al ojo humano, las imágenes “se traducen” a colores visibles. La región captada por la imagen publicada el miércoles es “completamente sombría cuando se observa con el Hubble”, explicó Klaus Pontoppidan en Twitter. James Webb dispone de combustible suficiente para funcionar durante 20 años.
Investigadores de todo el mundo pueden reservar tiempo de observación con el telescopio. “Hemos seleccionado un ambicioso conjunto de observaciones para el segundo año, basándonos en todo lo que hemos aprendido hasta ahora”, dijo Jane Rigby, del centro espacial Goddard de la NASA. “La misión científica de James Webb no ha hecho más que empezar”.
Fuente: AFP.
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Joven que mató a directora solo puede recibir 8 años de cárcel, según el Código de la Niñez
La pena máxima que pueden ser condenados los adolescentes que cometan hechos punibles graves como es un homicidio doloso y hoy es el caso que genera conmoción en todo el país por el asesinato de la directora del Colegio Nacional San Gervasio en Colonia Independencia, departamento de Guairá, Sofía Rodríguez, de 44 años de edad, es solo de hasta 8 años de pena privativa de libertad, así indica el artículo 207 del Código de la Niñez y la Adolescencia.
Es decir, el joven de 16 años de edad que asesinó a su profesora en la citada institución educativa de la localidad de Colonia Independencia departamento de Guairá solo podrá ser condenado a 8 años de pena privativa de libertad. Sin embargo si el hecho punible cometía un adulto, este podría ser sentenciado a 30 años de cárcel.
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“Pido justicia”
“Yo solo pido justicia”, dijo Arnaldo Cristaldo, esposo de la víctima del hecho, visiblemente conmocionado por lo que le tocó vivir. Agregó que “ahora se les da todo a los alumnos y nada a los profesores, ya no se les puede controlar nada”, dijo al referirse que existe mucha libertad para los estudiantes, que muchas veces se aprovechan de esta situación, mientras que los docentes se ven con las manos atadas, debido a que ante cualquier caso, son denunciados, especialmente cuando son muy exigentes.
“Ella tenía 18 años de servicio. Murió en su institución, como soldado. Se le mató”, lamentó, al tiempo de indicar que el joven agresor vivía en el barrio y todos lo conocían. “Decía que leía la Biblia, pero no sé qué clase de Biblia era, porque Jesús nunca pidió matar a nadie”, lamentó.
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James-Webb explora galaxias extremadamente antiguas
El telescopio espacial James-Webb observó una población de galaxias muy masivas y extremadamente antiguas que parecen haber sido formadas a un ritmo mucho más rápido que lo que predecían los astrónomos, según un estudio publicado el miércoles. Este escenario, que análisis más avanzados deberán confirmar, ocurrió entre 500 y 700 millones de años tras el Big Bang hace 13.800 millones de años. O sea, en un universo muy joven, y por lo tanto muy lejano.
El telescopio espacial James Webb (JWST), que funciona desde julio de 2022, pudo explorar esta región desconocida gracias a su instrumento NIRCam y su potente visión en infrarrojo, que tiene una longitud de onda invisible para el ojo humano y cuya observación posibilita ir lejos en el pasado.
Encontró seis galaxias mucho más masivas de lo previsto en ese Universo primordial, informa un estudio publicado en Nature. Dos de ellas ya habían estado en la mirada del telescopio Hubble, pero pasaron inadvertidas pues la luz era muy débil.
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Según la interpretación de las nuevas imágenes del JWST, estas seis galaxias, llamadas “candidatas” en ese estadio pues el descubrimiento tendrá que ser confirmado por medidas de espectroscopia, contienen muchas más estrellas que los valores esperados. Una de ellas tendría hasta 100.000 millones de estrellas.
“Es más o menos del tamaño de la Vía Láctea, lo que es muy impresionante”, dijo a AFP Ivo Labbé, primer autor del estudio. La Via Láctea necesitó 13.800 millones de años para formar esa cantidad de estrellas, mientras esta joven galaxia creó tantas en apenas 700 millones de años “o sea 20 veces más rápido”, indica este investigador de la Universidad de tecnología de Swinburne en Australia.
Lejanas galaxias de este tamaño no tienen su lugar en el modelo cosmológico actual que busca comprender la estructuracióin del Universo. “La teoría nos dice que, en esas edades tan antiguas, las galaxias eran todas pequeñas y crecían muy lentamente. Se podía esperar que fueran de 10 a 100 veces más pequeñas en cantidad de estrellas”, indica el astrofísico.
“El modelo se fisura”
Hallar galaxias tan enormes, “es como si se saltara a un abismo”, según él. ¿Qué es lo que no funciona? La sospechosa podría ser la materia negra, misteriosa materia invisible que puebla el Universo. Aunque los científicos no pueden detectarla, conocen muy bien su comportamiento y saben que desempeña un papel clave en la formación de las galaxias.
“La materia negra debe +conjugarse+ para formar un halo que atrae hacia ella el gas del que nacerán las estrellas”, dice Labbé. Por lo tanto, ese proceso de “coagulación” debería tomar mucho más tiempo. Parecería entonces que “las cosas se aceleraron particularmente” en ese Universo primordial, que habría sido “más eficaz de lo que se pensaba” para fabricar estrellas, comenta David Elbaz, astrofísico del Comisariado de la energía atómica (CEA), que no participó en el estudio.
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Lo que podría explicarse por el proceso de expansión del Universo, que se acelera más rápido de lo que pensaba, dice ese científico involucrado en el programa de observación del telescopio diseñado por la Nasa. El tema agita el debate entre los cosmólogos y este descubrimiento “es tan excitante pues constituye un indicio más de que el modelo se está fisurando”, analiza David Elbaz.
El telescopio espacial europeo Euclid, que debe ser lanzado en órbita este verano para tratar de develar los secretos de la materia oculta, podría ayudar a esclarecer el misterio, subraya. Labbé cita la teoría del cisne negro, según la cual un acontecimiento imprevisible e improbable, de concretarse, tiene un impacto considerable. “Si una sola de las seis galaxias candidatas es verificada, habrá que revisar la teoría”, señaló.
Impacto de rayo cósmico
El telescopio espacial Webb ha reanudado su plena operatividad tras experimentar el 15 de enero un retraso en las comunicaciones de un instrumento que provocó la interrupción del software de vuelo. Tras una investigación exhaustiva llevada a cabo por equipos de la NASA y de la Agencia Espacial Canadiense (CSA), se determinó que la causa del fallo en el espectrógrafo NIRISS (Near Infrared Imager and Slitless Spectrograph) “era probablemente un rayo cósmico galáctico”, una forma de radiación de alta energía procedente de fuera de nuestro sistema solar que a veces puede perturbar los sistemas eléctricos.
El encuentro con los rayos cósmicos es una parte normal y esperada del funcionamiento de cualquier nave espacial. Este rayo cósmico afectó a la lógica de los circuitos de estado sólido de la electrónica del NIRISS, conocidos como Field Programmable Gate Array. Los ingenieros del Webb decidieron que reiniciando el instrumento se recuperaría su plena funcionalidad.
Tras completar el reinicio, los datos de telemetría de NIRISS demostraron una sincronización normal y, para confirmarlo plenamente, el equipo programó una observación de prueba. El 28 de enero, el equipo Webb envió comandos al instrumento para realizar la observación, y los resultados confirmaron el 30 de enero que NIRISS volvía a funcionar a pleno rendimiento científico.
“La NASA y la CSA se asociaron para abordar el problema de la forma más técnica posible, mediante una consideración detallada de todas las áreas de funcionamiento del instrumento. Analizaron todos los métodos posibles para recuperar los componentes electrónicos de forma segura. Al realizar la operación, se llevaron a cabo revisiones en cada paso intermedio. Ahora nos complace informar de que el instrumento NIRISS de Webb vuelve a estar en línea y funciona de forma óptima”, declaró en un comunicado Julie Van Campen, ingeniera de sistemas del Módulo de Instrumentos Científicos Integrados (ISIM) de Webb en el Centro Goddard de la NASA.
Formación de las primeras galaxias
Astrónomos del Cosmic Dawn Center han desvelado la naturaleza de la región más densa de galaxias observada con el telescopio espacial James Webb en el universo primitivo. Se trata probablemente del progenitor de una galaxia masiva similar a la Vía Láctea, observada en un momento en el que aún se está formando a partir de galaxias más pequeñas. El descubrimiento corrobora nuestra comprensión de cómo se forman las galaxias.
Según nuestros conocimientos actuales sobre la formación de estructuras en el universo, las galaxias se forman de manera jerárquica, formándose primero pequeñas estructuras en el universo primitivo, que más tarde se fusionan para formar estructuras mayores. Así lo predicen las teorías y las simulaciones por ordenador, y así lo verifican las observaciones de galaxias en distintas épocas de la historia del universo. Para observar la formación de las primeras estructuras, hay que mirar lo más atrás posible en el tiempo y, por tanto, lo más lejos posible. Pero estas fuentes son a la vez muy pequeñas y muy débiles, y su detección requiere tecnologías avanzadas.
En un nuevo estudio, se ha detectado el progenitor temprano de lo que hoy probablemente habrá evolucionado hasta convertirse en una galaxia masiva del tamaño de la Vía Láctea. Este grupo de galaxias más pequeñas, bautizado como CGG-z5, fue hallado gracias al programa de observación denominado “CEERS” con el telescopio espacial James Webb, y se observa cuando el universo tenía sólo 1.100 millones de años, el 8% de su edad actual. CGG-z5 se descubrió utilizando el código GalCluster, creado por Nikolaj Sillassen, estudiante de máster en el Cosmic Dawn Center (DAWN).
“Desarrollé el software durante mis estudios para detectar este tipo de estructuras, y ahora lo aplicamos a los datos del programa CEERS”, explica en un comunicado Nikolaj Sillassen, que ya encontró un grupo similar pero más cercano mientras probaba el software. Los miembros más brillantes del grupo de galaxias fueron descubiertos anteriormente con el telescopio espacial Hubble. Pero el programa CEERS reveló miembros nuevos y más pequeños.
“Los otros miembros del grupo son a la vez pequeños y débiles. Sin la sensibilidad y la resolución espacial del James Webb, sencillamente no podríamos detectarlos”, explica Shuowen Jin, becario Marie Curie del Cosmic Dawn Center (DAWN) y autor principal del estudio actual.
Por supuesto, se desconoce cuál será exactamente el “futuro” del grupo de galaxias CGG-z5. En lugar de formar una única galaxia, podría ser que el grupo evolucionara hasta convertirse en un gran cúmulo de galaxias más adelante. Otra posibilidad es que, en realidad, sus miembros no estén tan juntos como parece, sino que formen parte de una estructura filamentosa que, por casualidad, vemos de un extremo a otro.
Para distinguir entre estas hipótesis, se necesitan observaciones más precisas que incluyan la espectroscopia, que requiere más tiempo. Mientras tanto, las simulaciones por ordenador pueden ser de gran ayuda: “Para comprender mejor la naturaleza y evolución de CGG-z5, buscamos estructuras similares en simulaciones hidrodinámicas a gran escala”, explica Aswin Vijiayan, investigador postdoctoral del Cosmic Dawn Center que realizó el análisis de simulación en el estudio. “Encontramos 14 estructuras que coinciden estrechamente con las propiedades físicas de nuestro grupo observado CGG-z5, y luego trazamos la evolución de estas estructuras a través del tiempo en las simulaciones, desde el universo temprano hasta la época actual.
Aunque el desarrollo exacto de la evolución de estas 14 estructuras es diferente, todas compartieron el mismo destino: Aproximadamente entre 500 y 1.000 millones de años después, se fusionan para formar una única galaxia que, cuando el universo tiene la mitad de su edad actual, tiene masas comparables a la de nuestra Vía Láctea.
“Dadas las predicciones de las simulaciones, resulta tentador especular que el sistema CGG-z5 también seguirá una trayectoria evolutiva similar, y que hemos captado el proceso de ensamblaje de pequeñas galaxias en una única galaxia masiva”, afirma Shuowen Jin.
“Curiosamente, el número de estos primeros grupos como CGG-z5 en un determinado volumen de espacio es similar al número de galaxias masivas en épocas cósmicas posteriores”, afirma Georgios Magdis, profesor asociado de DAWN y participante en el estudio. “Esto hace que los grupos en fusión resulten atractivos como principales progenitores de galaxias masivas en épocas posteriores”. El estudio se publica en la revista Astronomy & Astrophysics.
Fuente: AFP/Europa Press.
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Cometas, visitas luminosas que llegan desde el espacio
Fotos: AFP y archivo
La aparición de los cometas está ligada a la historia de la humanidad y guarda cierto grado de misterio y curiosidad a pesar de que científicamente se ha demostrado su composición y hasta cuándo volverán a mostrarse en todo su esplendor. Más allá de todo, la aparición en el cielo de cada uno de ellos llama la atención como el cometa verde que nos visita ahora. Esto es motivo para acercarnos un poco más a la rica historia y mitos que rodean a estas grandes y bellas “antorchas encendidas en el cielo”, que cada tanto nos visitan y dejan su estela de luz.
“El 1 de febrero del 2023 el cometa C/2022 E3 ZTF, llamado comúnmente cometa verde, es visible desde la Tierra”, anunciaron los medios de comunicación por boca de especialistas en astronomía. Esta visita ocurre luego de 50 mil años, por lo que se trata de todo un acontecimiento histórico que aparezca nuevamente y pueda ser observado a simple vista entre la estrella Polaris y la Osa Mayor. Se acercó a 42 millones de kilómetros de la Tierra el 1 de febrero pasado y es poco probable, de acuerdo a especialistas, que regrese antes de millones de años.
Este asteroide fue descubierto el 2 de marzo del 2022 por el proyecto Zwicky Transient Facility y es un pequeño cuerpo rocoso y helado de 1 kilómetro de diámetro, descubierto por el mencionado programa o proyecto que opera el telescopio Samuel-Oschin del Observatorio Palomar, en California. El significado del nombre es el siguiente: la letra “C” significa que el cometa no es periódico (recordemos que la última vez que pasó a través del sistema solar fue hace 50.000 años); 2022 E3 quiere decir que el cometa fue detectado a principios de marzo del 2022 (la letra “E” proviene del sistema de nomenclatura de cometas aprobado por la Unión Astronómica Internacional). El 3 es porque fue el tercer objeto de este tipo descubierto en el mismo período. ZTF hace referencia a cómo se hizo el descubrimiento; en este caso con telescopios de la Instalación Transitoria de Zwicky.
SINGULAR
Según los astrónomos, este cometa es un asteroide formado principalmente por hielo. Los científicos creen que son escombros dejados por la nebulosa solar que se condensó para formar el Sol y los planetas de nuestro sistema solar, explica la NASA. Cuando se acercan a esta estrella, la radiación hace que el hielo del cometa sufra un proceso llamado sublimación, pasando de un estado sólido a gaseoso directamente. Ese cambio deja un llamativo rastro, formando una especie de cola y presenta un tinte verdoso, que lo hace único y singular. Su órbita es extremadamente grande y presenta un particular tono verde fruto de la composición de su corteza. Se piensa que tiene una alta concentración de carbono diatómico (C2), según astrónomos. El color de su resplandor depende de los gases que contiene. En el caso del cometa ZTF, su resplandor verde es causado por la presencia de carbono diatómico que absorbe los rayos ultravioletas del sol.
UNA GRAN ESTRELLA
Se observará en el cielo como una estrella grande y brillante. En el hemisferio sur, se podrá observar hasta el 10 de febrero y más días. Desde 45 minutos después de la puesta del sol, luego de las 21:00 o dentro de ese horario hasta tres horas más tarde idealmente. De 4:00 AM a 5:30 AM la luna nueva y la luna creciente no interferirán con la observación en este período. La luna llena hará que sea difícil de detectar durante los primeros días; sin embargo, a partir del 6 de febrero el satélite aparecerá cada vez más tarde. Para verlo a simple vista, se podrá hacerlo en cielos oscuros evitando espacios de concentración lumínica. Será difícil observar a simple vista desde Paraguay.
¿QUÉ ES UN COMETA?
Los cometas son cuerpos fríos formados por polvo, piedras y gases congelados, que circulan en los límites del sistema solar. Sin embargo, a veces se sienten atraídos hacia el Sol. Cuando esto sucede, el calor de la estrella comienza a evaporarse lentamente, por lo que se forma una nube llamada coma y una cola a su alrededor. Suelen ser brillantes y más grandes que alguno de los planetas que habitan el sistema solar. Estos cuerpos celestes describen órbitas elípticas de gran excentricidad y, por tanto, se acercan al Sol. Los cometas son cuerpos sólidos y a medida que se acercan al Sol, el viento solar azota la coma y se genera la cola característica, formada como hemos dicho por polvo y el gas, de la coma ionizada.
EL HALLEY, EL MÁS FAMOSO DE TODOS
Los grandes cometas son fijos a lo largo de la historia astronómica. Aparecen inesperadamente y pueden cambiar nuestra forma de ver el cielo. El más famoso de todos se ha observado, al menos, desde el año 240 a.C. Es el cometa Halley, que sin lugar a dudas es el más famoso de la historia. Es una “visita” habitual cada 75 años aproximadamente. Fue el astrónomo británico Edmund Halley la primera persona en calcular la órbita de un cometa y descubrir la periodicidad de estos cuerpos celestes; de ahí que el cometa objeto de sus estudios fuese bautizado en su honor. Halley examinó los informes de un cometa que se aproximaba a la Tierra en 1531, 1607 y 1682, concluyendo que se trataba del mismo. Predijo que regresaría en 1758 usando las leyes de movimiento de Newton. Sus predicciones fueron correctas, pero desafortunadamente murió dieciséis años antes de que reapareciera el cometa.
La última vez que pasó cerca de la Tierra para hacerse visible fue en 1986, causando gran impacto, pues fue “recibido” y “acompañado” en el espacio por una flota internacional de naves espaciales. Se espera que la próxima visita del gran cometa será en el 2062, cuando volverá a pasear su luminosa estampa en el cielo. Ese acompañamiento de naves espaciales al Halley permitió proporcionar información muy importante sobre la estructura del núcleo y de la formación de la coma y la cola. Estos descubrimientos confirmaron lo que decían antiguas hipótesis científicas, conocidas como “bola de nieve sucia” de Frad Lawrence Wipple, que afirmó que el Halley estaría compuesto de una mezcla de hielos volátiles (agua, dióxido de carbono y amoníaco) y polvo. Ahora se entiende que la superficie de Halley está en gran parte compuesta por polvo, materiales no volátiles, y que solo una pequeña parte de ella está cubierta de hielo.
El cometa Halley, oficialmente denominado 1P/Halley, es un cometa grande y brillante que orbita alrededor del Sol cada 75 años en promedio; su período orbital puede oscilar entre 74 y 79 años. Es uno de los más conocidos y más brillantes cometas de “periodo corto” de la nube de Oort. Halley es el único de período corto que es visible a simple vista desde la Tierra y también el único cometa a simple vista que quizás aparece dos veces en una vida humana, por lo que del mismo existen muchas referencias de sus apariciones, siendo el mejor documentado.
¿LA ESTRELLA DE BELÉN?
El regreso del Halley al interior del sistema solar fue observado y registrado por astrónomos desde por lo menos el año 240 a.C. Claras evidencias de las apariciones del cometa fueron hechas por cronistas chinos, babilónicos y europeos medievales en 1069, pero no fueron reconocidas entonces como reapariciones del mismo objeto.
La lista de los años de observaciones del cometa es la siguiente, comenzando por el año 239 a.C., primer año en que se sabe que fue observado: 239 a.C., 164 a.C., 86 a.C., 11 a.C., 66, 141, 218, 295, 374, 451, 530, 607, 684, 760, 837, 912, 989, 1066, 1145, 1222, 1301, 1378, 1456, 1531, 1607, 1682, 1759, 1835, 1910 y 1986.
Se menciona que fue este cometa el que guió a los reyes magos en la búsqueda del niño que iba a nacer y que esa “estrella grande con cola luminosa” que les marcara el camino no fue otro que el cometa Halley, que en ese tiempo y con las condiciones de luminosidad de los pueblos y campos la visión de su presencia fue óptima. Los relatos y obras de arte inspiradas en ese momento de la historia de la humanidad muestran la “estrella de Belén” como un cometa surcando el cielo y dejando tras de sí una estela luminosa.
CON NOMBRE PROPIO
- COMETA HALE-BOPP
Descubierto por el astrónomo estadounidense Alan Hale y el astrónomo aficionado Thomas Bopp, el cometa Hale-Bopp, también conocido como el Gran Cometa de 1997, fue uno de los más espectaculares jamás observados en los años 90. Lo descubrieron el 23 de julio de 1995. Da una órbita elíptica alrededor del Sol cada 2.464 años. Alcanzó una magnitud de 1,8 y fue visible durante 18 meses debido a su enorme núcleo, el doble del tamaño del Gran Cometa de 1811. Este cometa gigante tiene entre 40 y 80 km de diámetro y es un cometa de periodo largo. Fue visible a simple vista desde finales de mayo de 1996 a setiembre de 1997. Hay un evento trágico asociado a esta observación, ya que la famosa pareja formada por Eugene Merle Shoemaker y Carolyn Jean Spellmann Shoemaker, que observó el cometa Shoemaker Levy-9 en 1993, quedó tan cautivada por el brillo de este cometa que sufrieron un accidente automovilístico mientras lo observaban en la carretera. Otra tragedia relacionada es que 40 personas de la secta Heaven’s Gate (dirigida por Marshall Applewhite, un ex profesor de música que defendía la abstinencia sexual y que había sido castrado), se suicidaron cuando se acercó el cometa a nuestro planeta. Fue uno de los cometas más vistos de la historia.
- COMETA SHOEMAKER-LEVY
Descubierto por primera vez en 1993 por los astrónomos David Levy y Eugene y Carolyn Shoemaker, este cometa fue destruido en una colisión con Júpiter en 1994. En 1992, se partió en 21 fragmentos y chocó con Júpiter en julio de 1994. Este evento proporcionó la primera observación directa de una colisión extraterrestre entre objetos del sistema solar. Incluso se han hecho películas sobre este cometa, como Deep Impact o Armageddon. El espectáculo cósmico fue observado por telescopios en toda la Tierra, en órbita y a bordo de la sonda espacial Galileo.
El impacto, a una velocidad de unos 60 kilómetros por segundo, produjo una explosión y una bola de fuego equivalente a 6 millones de megatoneladas de TNT. Su impacto fue tan colosal que durante varios meses logró ser hasta más visible que la propia y característica Gran Mancha de Júpiter. De hecho, los efectos de Shoemaker Levy-9 todavía son visibles al día de hoy en el planeta joviano.
- COMETA DE CÉSAR
El más conocido de la antigüedad. Sus siete días de permanencia en el firmamento fueron interpretados por los romanos como señal de la identificación del dictador asesinado poco tiempo antes, Julio César. Se dice de él que puede haber sido el cometa más brillante del que haya registros históricos.
- COMETA IKEYA-SEKI 1965
Dicen que fue el más brillante del siglo XX y se descubrió un mes antes de su perihelio, que es cuando alcanza su punto más cercano al Sol.
- COMETA COGGIA
Fue descubierto por el astrónomo francés Jérôme Eugène Coggia el 17 de abril de 1874. El 9 de julio del mismo año hizo el paso por el perihelio. Fue también realmente brillante y se vio desde junio hasta el mes de agosto del mismo año. Presentó dos largas colas que se extendían más de 60 grados a través del cielo.
LOS GIGANTES DEL CIELO
LOS GIGANTES DEL CIELO
1- Con más de 100 kilómetros de diámetro, el cometa Bernardinelli-Bernstein es el megacometa más grande jamás descubierto. Eso equivale a siete veces el diámetro de Fobos, una de las lunas de Marte. Es el cometa más grande descubierto hasta la fecha. Pedro Bernardinelli descubrió el objeto tan solo una semana antes de defender su tesis doctoral. Los nuevos datos sugieren que el cometa Bernardinelli-Bernstein, también llamado 2014 UN271, tiene un tamaño 10 veces superior al del cometa Hale-Bopp. También es superior al asteroide 55 Pandora y el Arrokoth.
Cuando lo empezaron a estudiar, llegaron las sorpresas: el núcleo del cometa –es decir, la roca helada de su interior– tenía entre 60 y 120 millas (100 y 200 kilómetros) de ancho. Este dato se extrajo basándose en el brillo y la distancia del cometa. Las últimas observaciones realizadas a inicios de febrero del 2022 con el radiotelescopio Alma, ubicado en Chile, confirmaron que el Bernardinelli-Bernstein es el cometa más grande jamás descubierto con 137 kilómetros de diámetro. Entre los cometas conocidos que pertenecen a la misma clase del que nos ocupa, se encuentran el cometa Hale-Bopp, que se acercó a la Tierra en 1997, y el C/2002 VQ94 (Linear), que no alcanzó a adentrarse en el sistema solar más allá de la órbita de Júpiter. Tan solo su núcleo es 50 veces más grande que el que se encuentra en el corazón de la mayoría de los cometas conocidos.
2) C/2002 VQ94 (LINEAR)
Uno de los cometas más grandes que orbitan “cerca” de la Tierra. Su núcleo está estimado en 100 km de diámetro aproximadamente. Fue descubierto el 11 de noviembre del 2002 por el Lincoln Near-Earth Asteroid Research (Linear). Solo se iluminó a una magnitud aparente total de 15,7 porque el punto del perihelio de 6,7 AU (1.000 millones de kilómetros) estaba fuera del sistema solar interior.
3) COMETA HALE-BOPP
Probablemente uno de los cometas más ampliamente observados en el siglo XX y uno de los más brillantes que se han visto en décadas. Gracias a sus 74 kilómetros de diámetro pudo ser contemplado a simple vista durante 18 meses, casi el doble del tiempo que pudo observarse el Gran Cometa de 1811. El cometa Hale-Bopp fue descubierto el 23 de julio de 1995 a gran distancia del Sol, creándose desde entonces la expectativa de que sería un cometa muy brillante cuando pasara cerca de la Tierra.
4) C/2011 KP36 (SPACEWATCH)
Uno de los más grandes descubiertos alrededor de la Tierra. Su nombre actual lo define como un cometa no periódico, pero en realidad aparece en un período de unos 240 años: el cometa recibirá su nombre definitivo cuando haya sido observado en su segundo paso al perihelio, presumiblemente alrededor del año 2256. En el momento de su descubrimiento, el 21 de mayo de 2011, era considerado un asteroide; recién el 19 de abril del 2012 se descubrió que en realidad era un cometa. El cometa tiene un núcleo con un diámetro de entre 30 y 35 kilómetros.
MITOS Y LEYENDAS CON BRILLO
Los cometas han llamado poderosamente la atención de los seres humanos en las diferentes culturas. La aparición repentina de un cometa era frecuentemente relacionada con grandes males o augurios de cambio. Estas erróneas creencias han perdurado en algún sector de la sociedad hasta nuestros días a pesar de que hace mucho tiempo que se conoce la naturaleza exacta de los cometas. Los retornos del cometa Halley también han provocado a lo largo de la historia curiosas anécdotas.
* En China son comunes las historias de astrónomos ejecutados por no haber sido capaces de predecir la aparición de un cometa o de un eclipse solar, ya que eran tomados como malos presagios.
* En la Grecia clásica, en el año 372 a.C. se vio desde la Tierra un cometa del que Aristóteles afirmó que tenía una cola que ocupaba 60° en el cielo nocturno. Para Diodoro de Sicilia anunciaba la decadencia de los lacedemonios y según Éforo de Cime la destrucción por el mar de las villas de Hélice y Bura en Acaya.
* Plutarco relata que para Timoleón de Corintio el cometa del año 343 a.C. fue el presagio del éxito de la expedición contra Sicilia (para los sicilianos el presagio resultó ser funesto). Del cometa que apareció el año 134 a.C. se dijo que anunciaba el nacimiento del rey Mitrídates VI. Los historiadores Sozomeno y Sócrates cuentan que en el año 400 a.C. apareció un cometa “con forma de espada”, que brilló sobre Constantinopla en el momento de las grandes desgracias, en que la amenazaba la perfidia de Gainas.
* En el imperio romano, el historiador Josefo relata que en 66 d.C. –cuatro años antes de la destrucción de Jerusalén– apareció un brillante cometa, que hoy se sabe que se trataba del cometa Halley. Los romanos creyeron que el cometa que apareció tras la muerte de Julio César en el año 44 a.C. era su propia alma.
* El historiador Suetonio atribuyó a la maligna influencia de los cometas los errores cometidos por Nerón, aconsejado por el astrólogo Babilus, quien aseguró que la muerte de Claudio había sido anunciada por un cometa.
* En la Edad Media continuó el miedo a los cometas que siguieron anunciando muertes de reyes, llegándose incluso a crear cometas imaginarios para justificarlas. Uno de ellos fue el del año 814
–inexistente– que se dijo anunció la muerte de Carlomagno.
* El astrónomo Guillaume Le Gentil, de vuelta de la India – donde había ido a observar el tránsito de Venus de 1761–, trajo de allí una nueva planta que en Europa aún no tenía nombre. En honor a Nicole-Reine Hortensia Lepaute (la matemática que había colaborado en el cálculo de la vuelta del Halley) le puso el nombre de Hortensia.
* En la vuelta del Halley a principios del siglo XX, la cercanía de su paso creó un miedo que impulsó la creación de un importante mercado para “máscaras anticometa” y otros artefactos supuestamente diseñados para protegerse de unas posibles emanaciones tóxicas. Hubo gente que se suicidó en Europa central y oriental por la psicosis creada por los periódicos de que en el momento en que la Tierra pasase por dentro de la cola del cometa las personas de la Tierra quedarían envenenadas.
* Diferentes grupos de creencias han otorgado un importante papel a los cometas modernos. Uno de los casos más conocidos ocurrió en 1997, en el paso del cometa Hale-Bopp, cuando se esparcieron rumores de que una gran nave extraterrestre estaría siguiendo su paso, lo que incitó un suicidio en masa entre los seguidores de la secta Heaven’s Gate (que creían que venía a rescatarlos, desencarnados).
* Para los Hare Krishna, el paso de un cometa es observado con temor y reprensión. Los devotos se encierran en los templos y recitan el mantra Hare Krishna durante horas para contrarrestar y repeler la “inauspiciosidad” del cometa. Su gurú, Bhaktivedanta Swami Prabhupāda (1896-1977), decía que los cometas son como policías, que solo deben asustar a las personas malvadas porque viene a llevárselas.
*Atahualpa, el último emperador inca, creyó que su fin y el de su impero estaba ligado a la aparición de un cometa. Según la crónica de Diego Cieza de León (Crónica del Perú, Cap. 65), “cuando Atahualpa fue capturado en la provincia de Cajamarca, y todavía hay cristianos vivos que estaban con el marqués don Francisco Pizarro, que lo había capturado, y vieron en el cielo del norte, bajo, una marca verde, gruesa como un brazo, y largo como la lanza del jinete; y cuando los españoles lo vieron, y Atahualpa se enteró, se dice que pidió que lo sacaran afuera, para que él pudiera verlo, y cuando lo vio, se entristeció y permaneció así. Día siguiente; cuando el gobernador don Francisco Pizarro le preguntó por qué estaba tan triste, respondió: ‘Vi una señal en el cielo y le diré cuando mi padre, Huayna Capac, murió, vieron una marca similar a esa’”.
* Terremotos y otras tragedias. El gran cometa de 1556 fue uno de los más espectaculares de la historia. Pasó bastante cerca de la Tierra y fue bastante brillante. Los observadores lo compararon con Júpiter por su brillo y Marte por su color. Su espectacular cola hacía pensar en “una antorcha agitada por el viento”. En el paradigma aristotélico reinante, que veía a los cometas como fenómenos atmosféricos, fue muy temido y se lo relacionó con los terremotos de Constantinopla y de Shaanxi, en China, el más terrible de la historia con casi 900.000 muertos. Para la ciencia de la época, la relación cometas-terremotos era muy probable en términos de transferencia de calor entre el cercano cometa y las entrañas de la Tierra.
* Abdicación real. Según la leyenda, un melancólico Carlos I de España y V de Alemania, meditando sobre el futuro de la monarquía, decidió abdicar (una decisión casi única en la historia) y retirarse a la vida contemplativa en el monasterio de Yuste luego de observar el cometa y tomarlo como un signo de cambios inminentes.