La temperatura en la cápsula Soyuz atracada en la Estación Espacial Internacional (ISS) aumentó, pero la tripulación está fuera de peligro, indicó la agencia espacial rusa Roscosmos mientras estudia una fuga ocurrida en la nave. Roscosmos explicó que se habían realizado varias pruebas tras descubrir la fuga de refrigerante en la cápsula Soyuz MS-22 y que la temperatura en la nave había aumentado a 30 ºC.
La fuga, ocurrida el miércoles, provocó el aplazamiento de la caminata espacial de los cosmonautas Serguéi Prokopiev y Dmitri Petelin. La nave está bajo revisión para asegurar que puede transportar a los dos cosmonautas y a su colega estadounidense Frank Rubio de vuelta a la Tierra. En un comunicado, Roscosmos dijo que “el ligero cambio en la temperatura no era crítico para las operaciones de los equipos y la comodidad de la tripulación”.
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La agencia espacial señaló que un micrometeorito impactado contra la Soyuz pudo causar la fuga. Imágenes divulgadas por NASA TV mostraron partículas que parecían copos de nieve escapándose de la parte trasera de la nave durante horas. Según la agencia estadounidense, “la mayoría del fluido se derramó” el jueves, pero el refrigerante no supuso ninguna amenaza para la tripulación, dado que la caminata espacial quedó suspendida.
“Las temperaturas y la humedad dentro de la nave Soyuz (...) están dentro de los límites aceptables”, dijo la NASA. Los controladores de vuelo realizaron un “test exitoso” de los propulsores de la nave el viernes, añadió la agencia, que informó de otras evaluaciones en proceso. La ISS es uno de los pocos campos de cooperación aún en curso entre Moscú y Washington desde el inicio de la invasión de Ucrania y las sanciones impuestas por las potencias occidentales contra Rusia.
Micrometeorito pudo causar fuga
Las agencias espaciales de Rusia y Estados Unidos evaluaron la gravedad de una impresionante fuga de refrigerante en una nave espacial rusa atracada en la Estación Espacial Internacional (ISS), que pudo haber sido provocada por el impacto de un micrometeorito.
La nave espacial Soyuz MS-22 estuvo acoplada a la ISS desde que llevó en septiembre a los cosmonautas rusos Sergei Prokopiev y Dmitry Petelin, así como al astronauta estadounidense Frank Rubio. El miércoles, los dos rusos se preparaban para una caminata espacial cuando se disparó un sistema de alerta, lo que indica una caída en la presión del sistema de enfriamiento de la nave espacial, según un comunicado de la agencia espacial rusa Roscosmos.
En las imágenes difundidas por la NASA, se podía ver claramente un chorro de partículas blancas escapando al espacio, que sería el líquido refrigerante. “La causa de la fuga podría ser un micrometeorito”, dijo el jueves Sergei Krikaliov, director de vuelos espaciales tripulados de Roscosmos, según nota divulgada por la agencia de noticias rusa Tass.
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El líquido provenía de la parte trasera de la nave, atracada en el segmento ruso de la ISS. La fuga luego se detuvo por sí sola. La caminata espacial se canceló “para dar tiempo a evaluar el fluido y los posibles impactos en la integridad de la nave espacial Soyuz”, dijo la NASA en un comunicado el jueves.
“Los miembros de la tripulación a bordo de la Estación Espacial están a salvo y no estuvieron en peligro durante el escape”, agregó. La tripulación de la estación “completó operaciones normales el jueves, incluyendo la configuración de herramientas antes de una caminata espacial estadounindense planeada para el lunes”, informó en un comunicado en la tarde del jueves la agencia estadounidense.
¿Soluciones alternativas?
Los dos cosmonautas rusos y el astronauta estadounidense llegaron a la ISS el 21 de septiembre a bordo de un cohete ruso lanzado desde Kazajstán. Normalmente deben utilizar la misma nave para retornar a la Tierra después de seis meses, al final de su misión en marzo de 2023. Si la nave resulta dañada, las posibles soluciones de respaldo, que no se han detallado oficialmente, podrían incluir el despacho de un nuevo vehículo.
Otras cuatro personas se encuentran actualmente a bordo de la ISS: la rusa Anna Kikina, los estadounidenses Nicole Mann y Josh Cassada, y el japonés Koichi Wakata. Los cuatro forman parte de la tripulación Crew-5, que llegó a la ISS en octubre a bordo de una nave de la compañía espacial de la empresa SpaceX, cuyos servicios contrata la NASA. El intercambio para que un cosmonauta ruso vuele a bordo de una nave espacial estadounidense y viceversa fue planificada durante mucho tiempo, concretándose a pesar de las altas tensiones entre los dos países.
La ISS es uno de los pocos campos de cooperación aún en curso entre Moscú y Washington desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, lanzada el 24 de febrero, y a la reacción de las potencias occidentales con la imposición de sanciones económicas. La ISS fue lanzada en 1998 en un momento de cooperación entre Estados Unidos y Rusia, tras la carrera espacial en la que los dos países se habían involucrado durante los años de la Guerra Fría.
Fuente: AFP.