Un equipo de investigación que incluye a la Universidad de Gotinga ha investigado las posibilidades de supervivencia de los cultivos de kombucha en condiciones similares a las de Marte.
La kombucha se conoce como una bebida, a veces llamada té de hongo o té de champiñones, que se produce fermentando té azucarado utilizando cultivos de kombucha, un cultivo simbiótico de bacterias y levaduras. Aunque el entorno marciano simulado destruyó la ecología microbiana de los cultivos de kombucha, sorprendentemente sobrevivió una especie bacteriana productora de celulosa. Los resultados fueron publicados en Frontiers in Microbiology.
Los científicos del proyecto “Biología y Experimento de Marte” (Biomex) ya habían enviado cultivos de kombucha a la Estación Espacial Internacional (ISS) en 2014 con el apoyo de la Agencia Espacial Europea. El objetivo era aprender más sobre la solidez de la celulosa como biomarcador, la arquitectura genómica de la kombucha y su comportamiento de supervivencia en condiciones extraterrestres. Después de un año y medio bajo condiciones marcianas simuladas fuera de la ISS, las muestras se reactivaron en la Tierra y se cultivaron durante otros dos años y medio.
El director del Instituto de Medicina Veterinaria de la Universidad de Gotinga, el profesor Bertram Brenig, fue responsable de la secuenciación y el análisis bioinformático de los metagenomas de los cultivos reactivados y cultivos individuales de kombucha en un equipo con investigadores de la Universidad de Minas Gerais en Brasil. “Según nuestro análisis metagenómico, descubrimos que el entorno marciano simulado interrumpió drásticamente la ecología microbiana de los cultivos de kombucha. Sin embargo, nos sorprendió descubrir que sobrevivieron las bacterias productoras de celulosa del género Komagataeibacter”, dijo en un comunicado.
Los resultados sugieren que la celulosa producida por la bacteria es probablemente la responsable de su supervivencia en condiciones extraterrestres. Esto también proporciona la primera evidencia de que la celulosa bacteriana podría ser un biomarcador para la vida extraterrestre y las membranas o películas a base de celulosa podrían ser un buen biomaterial para proteger la vida y producir bienes de consumo en asentamientos extraterrestres.
Otro aspecto interesante de estos experimentos podría ser el desarrollo de nuevos sistemas de administración de fármacos (por ejemplo, el desarrollo de medicamentos adecuados para su uso en el espacio). Otro enfoque se centró en las investigaciones sobre los cambios en la resistencia a los antibióticos: el equipo de investigación pudo demostrar que la cantidad total de genes de resistencia a los antibióticos y metales, lo que significa que estos microorganismos podrían sobrevivir a pesar de los antibióticos o los metales en el medio ambiente, se enriquecieron en los cultivos expuestos.
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“Este resultado muestra que las dificultades asociadas con la resistencia a los antibióticos en la medicina espacial deben recibir una atención especial en el futuro”, dijeron los científicos.
Fuente: Europa Press.