La NASA confirmó el lunes pasado que su rover Perseverance logró tomar su primera muestra de roca en Marte. “¡Lo logramos!”, tuiteó la agencia espacial estadounidense junto con una fotografía de un núcleo de roca ligeramente más grueso que un lápiz dentro de un tubo de muestra.

La muestra fue recolectada el 1 de septiembre, pero la NASA no estaba segura de que el rover había recogido con éxito su valiosa carga pues las fotografías iniciales se tomaron con poca luz y no eran claras.

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Después de tomar una nueva foto para que el control de la misión pudiera verificar su contenido, Perseverance transfirió el tubo hacia adentro del rover para tomar medidas e imágenes adicionales, y luego selló herméticamente el contenedor.

“Este es un logro trascendental y estoy ansioso de ver los increíbles descubrimientos del Perseverance y de nuestro equipo”, dijo en un comunicado el administrador de la NASA, Bill Nelson.

Thomas Zurbuchen, administrador ascociado de Ciencia, comparó el logro con las primeras muestras de roca tomadas de la Luna, que hoy aún son invaluables para los investigadores. El sistema de muestreo y almacenamiento de Perseverance es el mecanismo más complejo que jamás se haya enviado al espacio, con más de 3.000 piezas.

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El objetivo era una roca del tamaño de un maletín apodada “Rochette” proveniente de una cresta de 900 metros de largo y que es particularmente interesante para la geología pues contiene antiguas capas expuestas de lecho rocoso.

Perseverance utiliza un taladro y una broca hueca en el extremo de su brazo robótico de dos metros de largo para extraer muestras. Tras perforar la roca, el rover hizo vibrar la broca y el tubo durante un segundo cinco veces en un procedimiento destinado a limpiar el borde del tubo de material residual y deslizar la muestra adentro.

Perseverance aterrizó en el antiguo lecho de un lago llamado Cráter Jezero en febrero, en el marco de una misión para buscar signos de vida microbiana antigua por medio de un conjunto de sofisticados instrumentos montados en su torreta.

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También está tratando de caracterizar mejor la geología y el clima antiguos del planeta rojo. La primera parte de la misión científica del rover, que durará cientos de soles o días marcianos, estará completa cuando regrese a su lugar de aterrizaje.

La NASA pretende recolectar las muestras tomadas por el rover en una misión conjunta con la Agencia Espacial Europea, en algún momento de la década de 2030. Su primer intento de tomar una muestra en agosto fracasó después de que se comprobara que la roca no podía soportar el taladro del robot.

Fuente: AFP.

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