La vacuna del laboratorio alemán CureVac es eficaz en un 48% para prevenir el COVID-19, mucho menos que los otros inmunizantes de ARN mensajero, con lo cual se desconoce qué pasará con este producto que la Unión Europea ha encargado en grandes cantidades.
Los resultados definitivos de un ensayo clínico a gran escala del laboratorio alemán, anunciados el miércoles por la noche, eran previsible tras la publicación a mediados de junio de análisis intermediarios decepcionantes. El laboratorio realizó la fase final de sus ensayos con unos 40.000 voluntarios en Europa y en América Latina.
En los participantes del ensayo, “el prototipo de vacuna CVnCoV demostró una eficacia global de 48% (83 casos en el grupo vacunado, 145 en el grupo placebo) contra la enfermedad COVID-19, sea cual sea su gravedad”, informó el laboratorio en un comunicado.
El laboratorio lo atribuye a la propagación rápida de nuevas variantes. CureVac indica que el rendimiento de su producto es ligeramente mejor en la franja de edad de 18-60 años, con una eficacia de 53%.
En este grupo, el efecto protector contra formas moderadas y graves de la enfermedad alcanza el 77%, y es de 100% en la prevención de hospitalizaciones y muertes. Pero “en los participantes de edades de más de 60 años, que representan 9% de casos estudiados, los datos disponibles no han permitido determinar la eficacia de forma estadísticamente clara”.
Pese a estos resultados, CureVac dice estar convencido de que su vacuna “aporta una valiosa contribución a la salud pública al proteger totalmente a los participantes del estudio de 18 a 60 años contra la hospitalización o el fallecimiento, y con una tasa de eficacia de 77% contra la progresión moderada y grave de la enfermedad”, según el director ejecutivo del laboratorio Franz-Werner Haas, citado en el comunicado.
“Creemos que este perfil de eficacia representa una contribución importante a la gestión de la pandemia de COVID-19 y a la gestión de la propagación dinámica de variantes”, agrega.
Aprobación incierta
CureVac debe detallar sus resultados y proyectos para esta vacuna en una rueda de prensa el jueves a las 08H00 GMT. Ahora es la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que ya está analizando el fármaco, la que tiene que dar o no su visto bueno para la comercialización. La Comisión Europea ha firmado un contrato con el laboratorio para la compra de 405 millones de dosis.
Las vacunas BioNTech/Pfizer y Moderna, también basadas en el principio del ARN mensajero, han demostrado una eficacia de alrededor del 95%. La de las de AstraZeneca y Johnson and Johnson se sitúa entre el 60 y el 70%.
CureVac fue uno de los primeros en lanzarse en la carrera de las vacunas y esperaba sacar al mercado un suero eficaz en mayo de este año. Los directivos explicaron en junio que tuvieron que enfrentarse a “un virus diferente” al de sus competidores debido a la “gran diversidad de mutaciones” presentes cuando comenzó la fase de ensayos en diciembre.
Entre los casos secuenciados durante los ensayos se identificaron variantes consideradas “preocupantes”, como la Delta, en más de la mitad de los pacientes. La cepa original del SARS-CoV-2 solo se identificó en el 3% de los casos.
Laboratorio pionero
La progresión de las variantes no es la única causa de este revés, estimaron en las últimas semanas los expertos, que recuerdan que los productos de BioNTech y Moderna han demostrado una eficacia sólida frente a mutaciones del coronavirus.
La formulación elegida por CureVac, y sobre todo su menor concentración de 12 microgramos, podría ser un factor. CureVac trabaja con un ARN mensajero con una estructura diferente a la de sus dos rivales.
Fundada en 2000, el principal accionista de CureVac es el multimillonario alemán Dietmar Hopp, cofundador del gigante de software SAP. Su fundador, Ingmar Hoerr, es un pionero en la investigación del ARN mensajero.
En junio de 2020, el gobierno alemán pagó 300 millones de euros (355 millones de dólares) para adquirir el 23% de las acciones del laboratorio, después de que las autoridades estadounidenses intentasen obtener derechos exclusivos para Estados Unidos sobre una potencial vacuna de CureVac.
La compañía se alió con los gigantes farmacéuticos suizo Novartis y alemán Bayer para las fases de producción. Aliado de la británica GSK, desarrolla además las llamadas vacunas de segunda generación, que tienen en cuenta las variantes.
Fuente: AFP.