La Organización Mundial de la Salud (OMS) subrayó el viernes que no existen por ahora “datos adecuados” sobre los efectos de cambiar de vacuna entre la primera y la segunda dosis, tal y como Francia prevé hacer con las personas de menos de 55 años que recibieron la primera dosis del fármaco anti-COVID-19 de AstraZeneca.
“No hay datos adecuados para decir si es algo que puede hacerse” y por tanto los expertos de la Organización concluyeron que inyectar vacunas diferentes en la primera y segunda dosis “no es algo que puedan por ahora recomendar”, dijo Margaret Harris, portavoz de la OMS, a los periodistas en Ginebra.
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La vocera recordó que esta es la posición adoptada por el Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico (SAGE) sobre Inmunización en febrero en el momento de sus recomendaciones sobre la vacuna anti-COVID de AstraZeneca y ante informaciones sobre un posible vínculo entre ese producto y efectos secundarios muy raros.
También subrayó que esos científicos habían pedido por entonces investigaciones científicas sobre la intercambiabilidad de las vacunas anti-COVID. Las personas de menos de 55 años vacunadas contra el COVID-19 con una primera dosis de AstraZeneca tendrán su segunda dosis con otra vacuna, Pfizer o Moderna, anunció este viernes en Francia la Alta Autoridad de Salud (HAS por sus siglas en francés).
Francia suspendió el 19 de marzo la inoculación de la vacuna AstraZeneca para los menores de 55 años tras la aparición de algunos casos de trombos en Europa. Pero antes de eso, unas 533.000 personas, sobre todo empleados de salud, habían recibido una primera dosis.
“Para estas personas, ahora recomendamos administrar una vacuna de ARN mensajero”, es decir, las de Pfizer/BioNtech o Moderna, para la segunda dosis con un intervalo de 12 semanas entre ambas, dijo el presidente de la Autoridad de Salud francesa, Dominique Le Guludec.
Fuente: AFP.