La vacuna del COVID-19 desarrollada por los británicos AstraZeneca/Oxford, cuyo uso suspendió Dinamarca por precaución tras problemas de coagulación en pacientes, es barata y fácil de almacenar, pero en su corta historia ha acumulado controversias. Éstas son algunas de sus principales características:
“Vector viral”
Esta vacuna fue desarrollada por los investigadores de la universidad de Oxford en colaboración con el laboratorio británico AstraZeneca. Es una vacuna “de vector viral”: toma como base otro virus (un adenovirus de chimpancé) que fue debilitado y genéticamente modificado para impedir que el coronavirus se reproduzca en el organismo humano.
La forma en que introduce el material genético en las células, ordenándoles que ataquen al SARS-CoV-2, se ha calificado de “caballo de Troya”.
Práctica y asequible
La vacuna de AstraZeneca/Oxford tiene la ventaja de ser barata (unos 2,5 euros o 3 dólares por dosis, con variaciones según los costes de producción locales). AstraZeneca se ha comprometido a venderla sin hacer beneficio.
También es fácil de almacenar: puede conservarse a la temperatura de un refrigerador, entre 2 ºC y 8 ºC, a diferencia de las vacunas de Moderna y Pfizer/BioNTech, que solo pueden almacenarse a largo plazo a temperaturas muy bajas (-20 °C en el primer caso y -70 °C en el segundo). Esto facilita una vacunación a gran escala.
Confusión sobre su eficacia
Según el laboratorio británico, tiene una eficacia promedio del 70% (frente a más de 90% para Pfizer/BioNTech y Moderna), resultado validado por la revista científica The Lancet.
En los primeros resultados publicados, procedentes de ensayos clínicos previos a su aprobación, aparecían variaciones de eficacia, según dosis diferentes administradas por error, lo que sembró la duda y provocó críticas, llevando a la empresa a realizar estudios adicionales.
Lea más: ASU+B: la iniciativa que busca apoyar ideas que transformen la capital
Su eficacia en personas mayores de 65 años también fue cuestionada en Europa por falta de datos, hasta que nueva información, extraída de las campañas de vacunación de los países más avanzados en este terreno, aportó tranquilidad al respecto.
Varios países, como Alemania e Italia, la han autorizado finalmente para este grupo de edad, con la esperanza de acelerar sus campañas de inmunización. Un estudio realizado por las autoridades sanitarias de Inglaterra demostró una protección de entre el 60% y el 73% contra las formas sintomáticas de la enfermedad en personas mayores de 70 años, con una sola dosis.
Coágulos sanguíneos sospechosos
Dinamarca anunció el jueves que suspendía el uso de la vacuna de AstraZeneca como medida de precaución debido a la preocupación por la aparición de coágulos de sangre en personas vacunadas. La agencia danesa de salud subrayó que aún no se había establecido ninguna relación entre la vacuna y dichos coágulos.
Un portavoz de AstraZeneca aseguró que “la seguridad de la vacuna se ha estudiado ampliamente en los ensayos clínicos de fase III y los datos revisados por expertos confirman que la vacuna ha sido generalmente bien tolerada”.
Lea más: Rusia y China planean construir una estación lunar
Austria ya anunció el lunes que había dejado de administrar un lote de vacunas producidas por el laboratorio británico, después de que una enfermera de 49 años muriera por “graves trastornos de coagulación” días después de recibirla.
Otros cuatro países europeos, Estonia, Lituania, Letonia y Luxemburgo, suspendieron inmediatamente la vacunación con dosis procedentes de dicho lote, que se entregó a 17 países y que incluía un millón de vacunas.
Retrasos en las entregas
El organismo regulador británico, MHRA, fue el primero en aprobar su utilización masiva. País más afectado de Europa por el COVID-19, con 125.000 muertos, el Reino Unido ha encargado 100 millones de dosis de esta vacuna.
Los retrasos en las entregas a los países de la Unión Europea provocaron arduas quejas, ya que el laboratorio británico sí que estaba suministrando al Reino Unido las existencias prometidas. AstraZeneca anunció en enero que sólo podría entregar un tercio de los 120 millones de dosis prometidos inicialmente a los 27 Estados miembros de la UE en el primer trimestre.
Italia bloqueó recientemente la exportación de 250.000 dosis, alegando una “escasez persistente” y “retrasos en el suministro”. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió que otros países podrían bloquear las exportaciones. Y afirmó que AstraZeneca había entregado “menos del 10%” de las dosis pedidas entre diciembre y marzo.
Fuente: AFP.