Perú cerrará esta semana la primera fase de los ensayos clínicos de una potencial vacuna china contra el COVID-19, aplicada a 12.000 voluntarios, mientras el país se acerca al millón de casos confirmados del nuevo coronavirus.

La vacuna del grupo chino Sinopharm consiste en dos dosis que se aplican a cada voluntario con un mes de diferencia. El ensayo está a cargo de personal médico de dos universidades peruanas. La inoculación de la primera dosis terminará este sábado, pero ya comenzó paralelamente la aplicación de la segunda a los primeros voluntarios, explicó a la AFP el médico Germán Málaga, investigador principal del ensayo en Perú.

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Si los resultados de los ensayos clínicos son positivos, lo que se sabrá en las primeras semanas de 2021, el gobierno peruano pretende comprar 20 millones de vacunas para inmunizar a dos tercios de la población peruana.

“Esta sería la primera vacuna que tenga plena disponibilidad para traer en nuestro verano [austral] los 20 millones de dosis [vacunas] que se necesitan. El laboratorio chino sí tiene la capacidad de proveer al país esta vacuna”, indicó Málaga. “No vamos a estar seguros hasta que todos estén vacunados”, añadió el investigador de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.

“Miedo”

La vacuna se suministra mediante una inyección intramuscular, en el brazo. Los voluntarios fueron divididos en tres grupos: unos recibieron la cepa de Wuhan, otros la de Pekín y a los restantes se les inyectó un placebo.

La primera dosis ha sido aplicada en los laboratorios de la universidad Cayetano Heredia, situada en el populoso distrito de San Martín de Porres, en el norte de Lima. Para la segunda dosis, en cambio, se cubrió con una carpa una cancha de baloncesto para convertirla en consultorio en el mismo campus. De forma voluntaria, 12.000 peruanos participan en el estudio.

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“Tengo padres mayores (...) Les veía demasiado cansados, saturados, deprimidos con esta pandemia. Entonces siento que de alguna [forma] estoy contribuyendo [al país], es para beneficio de nuestras familias”, dijo a la AFP la voluntaria Alma Quiñones Gallardo, de 23 años, que estudia para ser controladora de tráfico aéreo.

“Tuve miedo, porque es una vacuna experimental”, pero “como es la segunda dosis ya estoy más tranquila”, añadió Quiñones, quien contó que tras la primera dosis se sintió mal durante dos días, tuvo fiebre y vómitos. En el ensayo participa también la Universidad de San Marcos.

100.000 al día

Una vacunación nacional contra el coronavirus, que sería gratuita, implica enormes desafíos logísticos para el sistema sanitario peruano, extenuado tras nueve meses de pandemia. El país andino, además, está sumido en una recesión económica y transita un periodo de inestabilidad política marcado por la sucesión de tres presidentes en una semana el pasado noviembre.

“Vacunar a 20 millones de personas tomará unos seis meses, implica vacunar más de 100.000 al día”, indicó Málaga. “Deberíamos estar vacunados antes de la primavera de Perú, en septiembre de 2021”, añadió el especialista.

Mejora paulatina

Con 33 millones de habitantes, Perú tuvo a su precario sistema sanitario en jaque durante semanas a inicios de la pandemia, en las que hubo una aguda escasez de oxígeno medicinal y de camas en cuidados intensivos. A mediados de agosto, sin embargo, los contagios y decesos comenzaron a bajar paulatina y sostenidamente, hasta ahora.

La pandemia ha matado a más de 36.000 peruanos. El país registra 977.000 casos confirmados de COVID-19 desde el inicio de la emergencia sanitaria y se prevé que supere la marca del millón de contagios en los días de Navidad.

En los momentos más críticos, los hospitales peruanos llegaron a tener más de 14.000 pacientes con coronavirus, pero ahora son menos de 3.800, según datos oficiales. En las primeras semanas de agosto había un promedio de 222 decesos diarios (ahora son 60) y de 8.340 nuevos contagios (ahora son 1.133).

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Si bien la situación ha mejorado, Perú es el segundo país más enlutado del mundo por el COVID-19 en relación a su población, después de Bélgica, con 113,39 muertes por cada 100.000 habitantes, según la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos.

El nuevo gobierno peruano de Francisco Sagasti pretende inmunizar a la población lo antes posible. Aunque el país ha apoyado los ensayos de la vacuna china, no se cierra a adquirir otras vacunas de forma paralela o eventualmente exclusiva.

“Lo ideal sería, si logramos obtener los contratos [con los laboratorios], hacer todo este proceso de vacunación, en gran medida, hacia fines del primer trimestre, entre marzo y parte de abril”, afirmó Sagasti en la televisión el 29 de noviembre.

Fuente: AFP.

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