Ante el avance descontrolado de la epidemia de COVID-19, que ha infectado a 12 millones de personas en su territorio, Estados Unidos autorizó el uso de un tratamiento de la firma Regeneron, usado antes por el presidente Donald Trump. Estados Unidos es, de lejos, el país más enlutado del mundo por el coronavirus, con 255.800 muertes. La epidemia está fuera de control y el número de nuevos casos diarios se está disparando (casi 164.000 solo el sábado) y ya supera los 12 millones de contagios, según la Universidad Johns Hopkins.
Ante esta situación, la Agencia de Medicamentos de Estados Unidos (FDA) otorgó este sábado la autorización urgente a un cóctel de anticuerpos sintéticos de la empresa de biotecnología Regeneron. Este tratamiento se le administró a Trump, quien lo había promocionado después de recuperarse del COVID-19 en octubre.
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Según la FDA, se ha demostrado que el tratamiento con REGEN-COV2, una combinación de dos anticuerpos fabricados en laboratorio, reduce las hospitalizaciones o visitas a la sala de urgencias de pacientes con COVID-19 con enfermedades secundarias o “comorbilidades”.
“Autorizar estas terapias con anticuerpos monoclonales puede ayudar a los pacientes ambulatorios a evitar ser hospitalizados y aliviar la carga de nuestro sistema de salud”, afirmó Stephen Hahn, comisionado de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA).
“Terapia prometedora”
El presidente de Regeneron, Leonard Schleifer, añadió que esta decisión supone “un importante paso en la lucha contra el COVID-19, ya que los pacientes de alto riesgo en Estados Unidos tendrán acceso a una terapia prometedora en un estadio temprano de su infección”. Estos anticuerpos imitan lo que hace el sistema inmunológico después de contraer el COVID-19 al bloquear la punta del virus que le permite adherirse y penetrar en las células humanas.
Este tratamiento es más eficaz durante la fase inicial del contagio, cuando los anticuerpos aún tienen la posibilidad de controlar al invasor, y no durante la segunda fase de COVID-19, cuando el peligro ya no es el virus, sino la reacción exagerada del sistema inmunológico que ataca los pulmones y otros órganos.
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El de Regeneron es el segundo tratamiento con anticuerpos sintéticos que recibe la aprobación de emergencia de la FDA, después de que una terapia similar desarrollada por Eli Lilly consiguiera ese estatus el 9 de noviembre. La compañía recibió más de 450 millones de dólares del gobierno de Estados Unidos para el desarrollo de tratamientos para luchar contra el COVID-19 dentro de la operación “Warp Speed” (máxima velocidad), creada por Trump para inmunizar a la población estadounidense.
La Casa Blanca también anunció a finales de octubre la compra de 300.000 dosis del tratamiento de Lilly por 375 millones de dólares, a 1.250 dólares la dosis. La autorización otorgada a Regeneron es la última de las noticias esperanzadoras en la lucha contra el coronavirus, después de que los proyectos de vacunas de Pfizer/BioNTech y de Moderna anunciasen eficacias cercanas al 95%.
“Vacunación sin precedentes”
Italia, donde la pandemia ha provocado la muerte de más de 48.000 personas, iniciará una “campaña de vacunación sin precedentes” a finales de enero, comenzando con los ciudadanos más expuestos a la pandemia, anunció el sábado el ministro de Salud italiano, Roberto Speranza.
La pandemia ha causado la muerte de al menos 1,373 millones de personas en todo el mundo desde que la oficina de la OMS en China informara del inicio de la enfermedad a fines de diciembre de 2019, según un recuento de la AFP basado en fuentes oficiales. Se han registrado oficialmente más de 57,5 millones de casos en todo el planeta. En Europa, los cierres y otras restricciones impuestas a la población en muchos países para hacer frente a la segunda ola de la epidemia están comenzando a dar sus frutos.
En Francia, donde el número de casos nuevos, muertes e ingresos en cuidados intensivos está disminuyendo, las autoridades creen que sin duda se ha cruzado el pico de la segunda ola. El gobierno británico confirmó este sábado que el encierro de cuatro semanas en Inglaterra no se extenderá más allá del 2 de diciembre, cuando se volverá a un sistema de restricciones locales.
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“Los recientes avances positivos en las vacunas y las pruebas masivas dan esperanza de que el uso de la restricciones para combatir el virus pueda reducirse gradualmente para la primavera”, dijo Downing Street en un comunicado. Por el contrario, Portugal decidió el sábado “reforzar” las restricciones para frenar la epidemia, principalmente con el cierre de escuelas y administraciones públicas el lunes 30 de noviembre y el 7 de diciembre, ambos vísperas de festivos. La pandemia protagonizó los primeros actos de la cumbre virtual del G20 que comenzó el sábado en Riad.
“¿Estaremos preparados para garantizar el acceso (a las vacunas) a escala planetaria, y evitar a toda costa el escenario de un mundo de dos velocidades, donde solo los más ricos podrán protegerse del virus?”, preguntó a sus homólogos el presidente francés, Emmanuel Macron, en un discurso por videoconferencia.
Fuente: AFP.