La empresa alemana de biotecnología BioNTech nunca ha producido una vacuna, pero lidera la carrera en la búsqueda de un escudo contra el COVID-19. Gracias a una tecnología innovadora, la pyme fundada en 2008 logró asociarse con el gigante estadounidense Pfizer. Las dos empresas anunciaron el lunes resultados prometedores en el ensayo a gran escala de la fase 3 de su vacuna en desarrollo, la última etapa antes de pedir su homologación.
Con sede en Maguncia, capital del estado federal de Renania-Palatinado, esta sociedad de unos 1.500 empleados está especializada en la investigación de las inmunoterapias para el tratamiento del cáncer y de enfermedades graves o hereditarias.
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BioNTech fue fundada por una pareja de investigadores alemanes de origen turco, Ugur Sahin y Özlem Türeci, y se especializó sobre todo en el desarrollo de terapias individuales adaptadas a cada enfermo de cáncer.
En este sentido, el laboratorio trabaja en la tecnología del ARN mensajero (ARNm), una molécula que permite al cuerpo humano crear proteínas virales que desencadenarán una respuesta inmunitaria. Esta tecnología, que tiene la ventaja particular de poder desarrollarse rápidamente, sin crecimiento celular, es la que trabaja en la vacuna candidata contra el COVID-19.
Capacidad de reacción
El inmunólogo Ugur Sahin, de 55 años, contó a la prensa alemana cómo le llamó la atención, en enero, un artículo publicado en The Lancet, la prestigiosa revista científica médica británica. Este describía la propagación fulgurante de un nuevo virus aparecido en Wuhan, en la provincia de Hubei, en China.
El riesgo de pandemia mundial aún no se mencionaba pero BioNTech decidió desde ese momento trabajar sobre este nuevo virus. Antes incluso de que el planeta entrara en confinamiento al principio de la primavera boreal, ya había desarrollado 20 vacunas candidatas, explicó Sahin en Spiegel. Entre estos proyectos, BioNTech eligió la fórmula BNT16b2, la más prometedora, para lanzar sus ensayos.
La fuerza de Pfizer
La pequeña empresa alemana y Pfizer, el gigante estadounidense de casi 100.000 empleados, ya habían establecido una asociación de investigación y desarrollo en 2018 para la concepción de vacunas a ARNm destinadas a prevenir la gripe. Este acuerdo desembocó en el desarrollo de una vacuna candidata.
Para BioNTech, que aún no ha producido ni puesto en el mercado tratamientos médicos autorizados, unirse a la fuerza de Pfizer es una ventaja. La alianza entre ambas empresas se anunció a mediados de marzo. “Es nuestra tecnología”, recuerda Sahin. “La cooperación es ideal” pues “nos permite desarrollar y distribuir una posible vacuna lo antes posible”, explica en Spiegel.
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Producción encarrilada
El laboratorio tiene como objetivo fabricar 100 millones de dosis este año y ahora “claramente” espera superar el objetivo anterior de 1.300 millones de dosis para el próximo año, indicó BioNTech a la AFP. Varios países y la Unión Europea ya reservaron millones de dosis de la vacuna BioNTech/Pfizer a la espera de las eventuales autorizaciones de comercialización en los diferentes países interesados.
A mediados de marzo, BioNTech firmó igualmente un acuerdo de cooperación con la china Fosun Pharmaceutical, con sede en Shanghái, que será el distribuidor exclusivo de la vacuna en China. Mientras que la capitalización de BioNTech, que cotiza en el Nasdaq, se disparó este año, Ugur Sahin y Özlem Türeci ingresaron en el exclusivo club de los multimillonarios y de los cien alemanes más ricos.
Fuente: AFP.