La vacuna Brilife (acrónimo de la palabra hebrea “briut”, salud y “vida” en inglés) acaba de recibir la aprobación del Ministerio de Salud de Israel y del Comité de Helsinki para iniciar la etapa de experimentación en seres humanos.
“Este es un día de esperanza para los ciudadanos de Israel”, dijo el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, mientras visitaba las instalaciones del laboratorio el domingo por la noche. “Hace solo dos meses recibimos la primera botella de la vacuna y hoy ya tenemos 25.000 dosis”, agregó.
Por su parte, el director del Instituto de Investigaciones Biológicas, el profesor Shmuel Shapira, aseveró: “Confío en nuestra vacuna, confío en ella y en la capacidad de los científicos del instituto que la han desarrollado”.
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Las pruebas
La primera fase en humanos comenzará el domingo 1 de noviembre y durará siete meses. Será llevada a cabo en unos 80 voluntarios sanos con edades comprendidas entre los 18 y 55 años en dos hospitales, el centro médico Tel Hashomer Shiba, en Ramat Gan y el Hospital Universitario Hadasa, en Jerusalén.
“Primero se experimentará la vacuna sobre dos voluntarios, uno en Shiba y otro en Hadasa”, explicó el doctor Eitan Ben Ami, director del departamento de pruebas clínicas tempranas de Shiba. “Y dependiendo de su reacción, se probará con el resto de los voluntarios, cuarenta en cada hospital”.
Todos los vacunados serán monitorizados durante todo un año, para estudiar posibles efectos secundarios y reacciones, señaló el doctor Ben Ami. A algunos de los voluntarios se les inyectará Brilife y a otros un placebo. Una vez completada la primera fase, la segunda comenzará en diciembre con 960 voluntarios sanos.
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El método
Si ambos ensayos son superados con éxito, la fase 3 se llevará a cabo con 30.000 voluntarios en abril o mayo de 2021. Si esa última fase se supera satisfactoriamente la vacuna sería aprobada y apta para uso de la población general.
El doctor Ben Ami, quien se muestra optimista con la candidata a vacuna contra COVID-19 desarrollada por el laboratorio de Investigaciones Biológicas, explicó su funcionamiento: “La vacuna está basada en un método conocido, en el que a un virus que no causa enfermedades a los seres humanos, a través de ingeniería genética, se le adhieren proteínas que forman unas ‘coronas’ que son identificadas por el cuerpo como COVID-19” y de este modo el cuerpo produce anticuerpos contra el virus camuflado.