Por Alberto Castro

Imposible es un adjetivo que está fuera del diccionario del Centro de Innovación en Tecnologías Energéticas del PTI (Parque Tecnológico Itaipú), a tres años aproximadamente de establecer un hito espacial histórico para nuestro país. Desde su búnker en el Alto Paraná, el equipo de trabajo hornea los detalles del lanzamiento del primer satélite con impronta local, proyectado para el 2020, desde las paradisíacas costas de la Guayana Francesa.

El plan estelar cumple expeditivamente los plazos técnicos, sujeto a los rigores metodológicos, tomando forma desde los trámites puntuales. Así es que el Parque Tecnológico Itaipú (PTI) dio un paso histórico y fundamental al firmar el contrato con la empresa argentina Investigaciones Aplicadas (Invap), para iniciar de esta manera el estudio de factibilidad de la Primera Misión Satelital del Paraguay.

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La suscripción del crucial documento estuvo a cargo de la directora ejecutiva, Dra. María Teresa Peralta; la directora técnica, Dra. Myriam Torres; y el gerente general y CEO de Invap, Ing. Héctor Otheguy (por el PTI). Durante diez meses, la empresa especializada en diseñar y construir satélites, así como otros instrumentos de la tecnología aplicada, investigará en nuestro país con diversos sectores que ayudarán a identificar las necesidades y potenciales aplicaciones de interés para nuestro país.

De esta manera, se estará llevando a cabo el estudio de requerimientos del que hablará el ingeniero Juan Domaniczky. "Esta investigación es para saber qué configuración tiene que tener el satélite (podría ser meteorológico, de datos, imágenes, geoestacionario) y, sobre todo, buscar qué le conviene al país", apuntó uno de los coordinadores del plan satelital.

MOMENTO HISTÓRICO

"Estamos extraordinariamente satisfechos con este momento histórico. En coincidencia con la orientación del Gobierno, el Paraguay se prepara para ingresar a la era de la tecnología espacial. Somos el único país de Sudamérica donde aún no aprovechamos las ventajas que implica tener un satélite propio para las comunicaciones, la educación y la provisión de diversos servicios que beneficien a la población. Podemos decir que el PTI, con este contrato, ha abierto hoy un camino importante para el presente y las futuras generaciones de nuestro país", dijo María Teresa Peralta.

La firma del contrato tuvo lugar en la ciudad andina de San Carlos de Bariloche, sede de la empresa argentina, ceremonia de la que también participaron el Ing. del CITE, Juan Domaniczky, y el asesor Dr. Geladio Zelada, el gerente aeroespacial de Invap, Gabriel Cristhian Absi, y el responsable de Relaciones Institucionales, Ing. Eduardo Rodríguez Lubary.

Tanto la Dra. Peralta como el Ing. Otheguy consideraron que el paso dado es fundamental para incorporar a Paraguay a la era del aprovechamiento aeroespacial.

La iniciativa fue uno de los proyectos seleccionados por el Conacyt, que posibilita hacer el estudio de factibilidad que se extenderá hasta abril del año próximo.

El trabajo evaluará los distintos aspectos que intervienen en la implementación de una misión satelital, como el beneficio socioeconómico, los elementos técnicos y programáticos, conceptos asociativos y de fortalecimiento regional. Esto contribuirá a la toma de decisiones en distintas áreas de la actividad, tanto pública como privada.

ALIADO DE LA NASA

Hay que señalar que la empresa Invap es especializada en construir y ensamblar satélites y es un aliado de la NASA en proyectos espaciales. Tiene tres orbitadores en el espacio y actualmente está construyendo otros dos para lanzarlos en los próximos años. También trabaja con proyectos de energía nuclear, renovables como las eólicas, paneles solares, hidrocinética y termosolar.

LOS INICIOS

Ahora que el proyecto está más que encaminado, vale la pena refrescar el plan satelital en su fase inicial. "En el 2014 se llegó a crear mediante una ley el Consejo Nacional Aeroespacial con el Ministerio de Defensa. Se conformó entonces un equipo de trabajo, integrado por cinco institutos que dependen del Ministerio de Defensa. Luego visitamos la Argentina porque hicimos un trabajo de prospectiva energética con la gente del Consejo Nacional de Energía Atómica de Argentina (Fundación Bariloche). Y ellos nos contactaron con la gente del Invap (Investigación Aplicada), que es el mayor centro aeroespacial de la región. Tienen toda la logística para llevar un satélite al espacio y acostumbran ensamblar los satélites de la NASA. Empezamos con todo el tema del monitoreo, a sondear las factibilidades", apuntó el ingeniero Juan Domaniczky, quien lidera el equipo de trabajo.

ENSAMBLAR EL PROYECTO

"Contactamos con la gente del Invap que nos habían presentado las personas de la Fundación Bariloche. De esa manera empezamos a ensamblar el proyecto. Y el proceso empezó a tomar forma. Nos reunimos con ellos y en el interactuar, en el ir y venir, preguntamos qué nos hace falta para que Paraguay tenga un satélite. ¿Qué hay que hacer? Y nos dijeron que lo primero que hay que hacer es un estudio de requerimientos", siguió Domaniczky, graficando la etapa inicial de la ruta al espacio.

DESAFÍO

El proyecto se encuadra dentro de lo que representa el desafío que implican los retos tecnológicos vinculados a la exploración espacial y de los derivados de ella, el avance en investigación y desarrollo. El proyecto es uno de los seleccionados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para su desarrollo en el Parque Tecnológico. El presupuesto orilla la suma de G. 898.000.000.

LA FRASE

"Paraguay es el único país en Sudamérica que no tiene aún un rastreador y aparato aeroespacial, por lo que la pionera iniciativa es todo un reto para nuestros ingenieros e investigadores, por los beneficios que reportará a la República en materia de comunicación" (MARÍA TERESA PERALTA)

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