MARÍA PAZ SALAS , MONTEVIDEO, URUGUAY. AFP
Un llamativo color verde que triunfa en las redes sociales y una pulpa deliciosa de innumerables propiedades nutricionales han convertido al aguacate en estrella gastronómica de Estados Unidos y Europa. Pero la voraz demanda de este fruto rico en grasas vegetales, también llamado palta, acumula detractores por el impacto ambiental que causa su explotación en países productores de América Latina, como México, Chile, Perú o Colombia.
El chef irlandés JP McMahon, ganador de una estrella Michelin, fue uno de los primeros en calificar al aguacate como un nuevo “diamante de sangre”, anunciando que dejaría de servir la cotizada fruta en sus restaurantes en Galway, en la costa oeste de la isla. Otros le siguieron. “Me impactó el hecho de que no asociamos el aguacate con el cambio climático o deforestación porque es un símbolo de la salud en el mundo occidental”, aseguró McMahon a la AFP. Esta es la problemática en dos países productores de la región.
DE MICHOACÁN AL SUPERBOWL
México produce más aguacates que cualquier lugar del mundo. Solo en la segunda semana de enero, un camión salió del estado de Michoacán cada seis minutos cargado de la fruta, principal ingrediente del guacamole que los norteamericanos consumen masivamente durante el Superbowl, previsto el próximo domingo.
La mayoría de sus cultivos se ubican en el volcánico suelo de este estado occidental de México, uno de los más azotados por la violencia.
Ello no ha frenado la exportación de esta baya, sobre todo a Estados Unidos, destino del 80% de sus aguacates. En el período 2018-2019 ya se han enviado 377.411 toneladas, 13% más que en el mismo período anterior.
A otros mercados se exportaron 57,376 toneladas, 8% más, según cifras de la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (Apeam).
GUERRA DEL AGUA EN PETORCA, CHILE
“Hay niños que tienen entre 10 y 12 años que no conocen el río”, asegura Rodrigo Mundaca, vocero y fundador de Modatima –organización de defensa del agua– desde la provincia de Petorca, en el centro de Chile. En esta localidad, a 150 km de Santiago, se producen una gran parte de los aguacates de exportación, la llamada “Palta Hass”.
En la temporada 2017-2018, el país produjo cerca de 225.000 toneladas de aguacate, según el Comité de Palta Hass Chile. Un 30% fue destinado a territorio local y un 70% restante fue exportado principalmente a Europa, Estados Unidos, China y Argentina. La industria enfrenta a grandes productores y pobladores de Petorca por las severas sequías que sufre la zona. Los locales apuntan directamente a las empresas agrícolas.