Naciones Unidas, Estados Unidos. AFP.

Los Estados miembros de la ONU lanzaron ayer martes la negociación por dos años de un tratado para regular la alta mar, donde se almacenan valiosos tesoros de ADN vege­tal y animal.

Por la mañana, dos lanchas con militantes de Greenpeace exhibieron pancartas en el East River de Nueva York, con las leyendas: “¡Océanos Globales - Acuerdo Global!”, y “Nuestros océanos merecen un acuerdo global”.

“Es urgente que creen un tratado fuerte que nos per­mita crear una red global de santuarios oceánicos”, dijo Sandra Schoettner, bióloga marina de Greenpeace.

El debate de las condiciones del acuerdo se desarrollará en cuatro sesiones, de dos semanas cada una, durante los próximos dos años.

La pregunta clave que debe­rán resolver los miembros de la ONU es cómo regular áreas de alta mar, definidas como las aguas que se extienden más allá de las jurisdiccio­nes nacionales, desde las 12 millas náuticas (22 kilóme­tros) desde la costa.

Las aguas de alta mar cubren 46% de la superficie del pla­neta. El tratado probable­mente avance en la defi­nición de áreas marinas protegidas, y tendrá como objetivo mejorar la investi­gación ambiental.

Pero será vital la discusión sobre cómo compartir valio­sos recursos genéticos mari­nos, como ADN de plantas y animales, que las empresas patentan en su búsqueda que incluye desde mejores cos­méticos hasta mayores rendimientos de cultivos.

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