Washington, Estados Unidos | AFP.

La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos dictaminó este viernes que la policía debe solicitar una orden judicial para rastrear a una persona a través de su teléfono móvil, en uno de los casos de liberta­des públicas más importan­tes de los últimos años. Esta sentencia del máximo tribu­nal estadounidense, dictada por una mayoría de cinco jue­ces contra cuatro, es una gran victoria para los partidarios de la Cuarta Enmienda de la Constitución, que protege a los ciudadanos contra cual­quier intrusión en su privaci­dad sin una presunción seria.

El caso surgió cuando la poli­cía obtuvo, sin una orden judicial, información sobre un sospechoso de un robo a partir de la ubicación de su teléfono móvil durante más de cuatro meses, lo cual para los activistas en favor de las libertades públicas supone un claro abuso y una violación de la privacidad.

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El fallo de la Corte supone un hito para la Unión Esta­dounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), que era respal­dada por destacados acadé­micos y por los gigantes tec­nológicos Apple, Facebook, Twitter, Verizon, Google y Microsoft, pero también por organizaciones conservado­ras, incluso militantes por el derecho a portar armas que estaban preocupados por su anonimato.

Los datos del teléfono celu­lar de un sospechoso de robo, Timothy Carpenter (se lo ubicó en 12.898 opor­tunidades a lo largo de 127 días) se usaron para mostrar que el dispositivo estaba en las proximidades cuando se produjeron varios robos y el acusado fue condenado. Lo paradójico del caso es que se lo acusaba de robos a mano armada… de celulares.

Los relevamientos, realiza­dos sin autorización judicial, determinaron por ejemplo, a qué iglesia asistía Carpenter los domingos o si dormía o no en su casa. Sus abogados y la ACLU argumentaron que la confiscación de los registros es inconstitucional, y el tri­bunal les dio la razón.

NO AL “ACCESO IRRESTRICTO”

La Corte Suprema anuló una decisión de un tribunal infe­rior que decía que la policía no necesitaba una orden para obtener esa informa­ción. El presidente del Tribu­nal Supremo, John Roberts, se puso del lado de los cuatro jueces liberales.

“Rechazamos otorgarle al Estado un acceso irrestricto a la base de datos de informa­ción de ubicación física de un proveedor de servicios ina­lámbricos”, dijo el tribunal en su fallo.

“La posición del gobierno no puede lidiar con los drásti­cos cambios en la tecnología digital que hicieron posible el seguimiento no solo de la ubicación de Carpenter sino también de los demás por años y años”, dijo.

Etiquetas: #Corte de EEUU

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