En ocasión de su quinta visita al Paraguay, esta vez con motivo de la asunción al mando presidencial de Santiago Peña, el rey Felipe VI de España inauguró oficialmente la nueva sede de la Embajada de su país en el Paraguay.
La presencia del monarca español en tierras paraguayas fue propicia para una cordial reunión con la colectividad española residente en Asunción en el emblemático Palacete Peris que de ahora en más acogerá a la representación española.
Se trata de una joya arquitectónica de estilo neoclásico italiano asentada sobre la avenida Mariscal López y Mayor Fleitas de la ciudad de Asunción, que fue restaurada, remozada y puesta en valor, conservando su fachada original, para albergar a la legación española.
La embajadora Carmen Castiella Ruiz de Velasco fue la anfitriona de este encuentro en cuyo marco el rey de España y el secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo, procedieron a descubrir una placa inaugural del recinto que entre los años 1919 y 1920 fuera diseñado y construido por los hermanos de origen español, José y Cristóbal Peris. Concebido como una villa renacentista, el Palacete Peris se constituye por su imponente arquitectura, antigua pero palaciega, en uno de los patrimonios materiales de la memoria urbana de Asunción.
Felipe VI asistió a este encuentro tras participar durante la mañana del martes 15 de los actos oficiales de la toma de mando del presidente Santiago Peña, en el centro histórico de Asunción, en ceremonias que se desarrollaron en la explanada de la Bahía del Palacio de López, la Catedral Metropolitana y la sede de Gobierno.
El soberano de España y jefe de Estado llegó después del mediodía a la nueva sede de la Embajada, donde cerca de un centenar de miembros de la colectividad española lo aguardaban para saludarlo y confraternizar con él en el marco de un día muy significativo para el pueblo paraguayo. Igualmente, participaron de la reunión varios empresarios españoles y miembros de la Cámara Española de Comercio, personal de la Embajada y autoridades españolas que trabajan en organismos internacionales. El servicio gastronómico de este evento llevó el sello de la casa de comidas Karu, que ofreció bocaditos artesanales salados y dulces a los selectos invitados del ágape real.