Ubicado a unos 35 minutos de Londres, el Castillo de Windsor acogerá a la Reina Isabel II durante estos tiempos difíciles del coronavirus. Como una de las medidas extremas para cuidar a la monarca de 93 años, se ha decido que la misma fuera trasladada del Palacio de Buckingham, en el epicentro de Londres, al establecimiento ubicado en el Condado de Beckshire.
En el Reino Unido los casos de infectados y muertos por coronavirus aumentan cada día más sin que parezca que el Gobierno vaya a tomar medidas contundentes para frenar su expansión y las personas mayores son una de las máximas preocupaciones de la ciudadanía. “Ella goza de buena salud, pero se ha considerado preferible moverla. Muchos de sus empleados están un poco asustados por el coronavirus. Los anfitriones del palacio ven un flujo constante de visitantes, entre los políticos y dignatarios de todo el mundo”, asegura una fuente de Palacio a ‘The Sun’.
En Buckingham trabajan unas 500 personas que tienen contacto con el exterior. Sin embargo, en Windsor, el flujo de personas es mucho menor y la plantilla de trabajadores se reduce a unas 100 personas. Se sabe que el coronavirus viene afectando especialmente a los adultos mayores y la reina Isabel II está en ese grupo de personas de riesgo. “Conoció a mucha gente allí –en Buckingham– hasta hace poco. Pero está a unas semanas de cumplir 94 años y los asesores creen que es mejor ponerla a salvo. No hubo temores específicos o pruebas positivas todavía, pero nadie quiere correr riesgos”, destacó. Clarence House confirmó también que el viaje del Príncipe de Gales y la Duquesa de Cornwall a Chipre y Jordania planeado para este mes será pospuesto. Carlos y Camilla tenían planeado viajar el próximo 17 de marzo y se pretendía que el príncipe también visitara Bosnia y Herzegovina.
CONTAGIO REAL
El coronavirus no perdona condición social, por lo que muchas otras casas reales europeas también están extremando medidas para evitar contagio y propagación de la epidemia. Sin embargo, el que no pudo salvarse es Carlos de Habsburgo-Lorena, el primer miembro de una familia real que dio positivo a la prueba. El nieto del último emperador de Austria-Hungría está en cuarentena domiciliaria en su residencia en la región de Baja Austria.