“Me gusta pensar que contribuyo con una manera diferente de pensar. He demostrado un modelo de negocio sano que está favoreciendo el cambio y que es aceptado.
Prefiero ser positiva y pensar que puedo mostrar un ejemplo magnífico de otra forma de hacer negocios”, decía la hija de Paul McCartney horas antes de dar uno de los desfiles más comentados del año. La Semana de la Moda de París, que culminó ayer, vio cómo subían a su pasarela vacas, zorros, osos, lagartos y conejos de la mano de la diseñadora británica Stella McCartney, la reina de la moda sustentable, como una forma de protesta contra el uso de pieles de animales en la industria. Stella es una de las pioneras en abanderar el ecologismo textil y la moda sustentable.
“La mitad de mis clientes acuden a mí por mi estilo y la otra mitad, por su preocupación climática”, señala. Su colección de tejidos es una moderna mezcla de texturas nobles, como algodones, sedas y lanas, con otras de nueva generación, esos materiales de laboratorio que se crean a partir del reciclado, como el nylon y el poliester. “Cada decisión que tomamos es una seña de nuestro compromiso para definir el futuro de la moda”, enfatiza McCartney.