Hace dos años, cuando se apartaron definitivamente de la familia Real más mediática del mundo, las expectativas del príncipe Harry (37) y su esposa, Meghan Markle (40), en torno a lo que sería su nueva vida en Estados Unidos eran tan enormes como el Palacio de Buckingham. Sin embargo, al parecer las cosas no salieron como lo esperaban y hoy la pareja que pretendía hacer millones al año estaría atravesando por serias dificultades económicas.

Varios proyectos en los que trabajaron fueron cancelados o suspendidos a raíz de la pandemia. Recientemente, se cumplió un año de haber firmado un contrato de 30 millones de dólares con Spotify para desarrollar un podcast que contaría con varios episodios. Hasta ahora solo se subió un audio de bienvenida en diciembre de 2020. Además, el primer año de funcionamiento de su fundación Archwell, solo recaudó USD 50.000.

“Ellos esperaban hacer millones al año”, dijo una fuente a la revista Star, destacando la gran brecha que existe entre los ingresos y los gastos que tienen los duques de Sussex para sostener el alto nivel de vida que llevan en los Estados Unidos

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Por su parte, el Daily Mail publicó que Harry y Meghan ya están buscando un nuevo hogar para su familia por lo que estarían tratando de vender su espectacular mansión de 14 millones de dólares de nueve habitaciones en el exclusivo vecindario de Montecito, California, donde llevan viviendo 18 meses.

Los padres de Archie, de dos años, y Lilibet, de seis meses, compraron la suntuosa residencia a principios de 2020 después de renunciar a sus deberes en la familia real británica y mudarse a los EEUU. Rodeada de extensos jardines y con vista al mar, la casa californiana de la pareja tiene una bodega y una sala de juegos. También cuenta con un gimnasio, spa, cine, casa de huéspedes, cancha de tenis y una extensa piscina.

Mantener semejante mansión demanda millones de dólares al año, al igual que toda su corte de guardaespaldas. Sobre esto último, se estima que gastan cerca de USD 3 millones anuales en seguridad. Al renunciar a la Corona, Harry dejó de recibir la ayuda económica de su padre, quien solventaba la protección de su hijo y de su familia.

La semana pasada el príncipe Harry inició acciones legales contra la decisión del Gobierno británico de retirarle la protección policial cuando está en el Reino Unido y de no permitirle pagar personalmente por ella. Antes de renunciar a sus obligaciones reales y a la financiación pública, los duques de Sussex contaban con escolta policial durante las 24 horas del día.

De acuerdo con uno de los abogados del príncipe, citado por el diario Daily Telegraph, el nieto de la reina Isabel II no se siente seguro en el Reino Unido y por tanto “no puede volver a su hogar” con su mujer Meghan y sus hijos Archie y Lilibet.

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En su acción judicial, el hijo menor de la desaparecida princesa Diana argumenta que su equipo de protección privada en Estados Unidos carece de “jurisdicción” en el extranjero ni tampoco puede acceder a la información de inteligencia necesaria para ello. Por ello, Harry propuso al Gobierno británico costear él mismo de su bolsillo esa protección por la policía, algo a lo que el Ministerio del Interior se negó.

Según la revista Star, el hermano menor del príncipe Guillermo ya gastó cerca de 10 millones de dólares de la herencia que recibió de su madre, la fallecida Lady Diana.

En la entrevista que concedió en marzo pasado a Oprah Winfrey, Harry confesó que gracias a esa herencia pudieron concretar su sueño de radicarse en California. “Tengo lo que me dejó mi madre y sin eso, no hubiéramos podido hacer esto”, subrayó.

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El informante de la citada publicación señaló que los problemas financieros originan tensión entre el príncipe y su esposa. “Meghan advirtió a Harry sobre los gastos y tuvieron peleas, pero ella claramente disfruta de los lujos. El equipo glamour de Meghan, por ejemplo, no es nada barato”, apuntó “Su guardarropas y joyas están en valuadas es más de USD 10 millones”, aseveró la fuente.

Definitivamente, la vida lejos de los privilegios de la Corona británica no se muestra fácil para el príncipe Harry y su esposa quienes lo dejaron todo para iniciar una nueva vida en otro país, argumentando, entre otras cosas, la gran presión mediática que sufrían cuando vivían en Inglaterra.

En entrevista con el diario inglés The Sun, Martyn Compton, uno de los amigos más cercanos de Harry cuando estuvieron en el Ejército, dijo no entender por qué el príncipe decidió renunciar a todos sus deberes y títulos de la familia real. Teme que su amigo viva para arrepentirse de esta decisión. “Espero que no sea una decisión de la que se arrepienta amargamente”, expresó.