Tiger Woods, de 45 años, y Charlie, de 12, firmaron una ronda de 62 golpes, 10 bajo par, para concluir en el quinto lugar en el Ritz-Carlton Golf Club de Orlando (Florida). “Fue genial, fue un día muy divertido”, declaró el exnúmero uno mundial al terminar su recorrido.
En su primer torneo de golf tras su grave accidente de auto de febrero pasado, Tiger Woods disfrutó este sábado pasado haciendo pareja de nuevo con su hijo Charlie en la primera ronda del PNC Championship, que concluyó feliz pero también agotado físicamente.
“Charlie y yo nos lo pasamos muy bien jugando juntos de nuevo”, se felicitó. “Hubo muchas bromas durante todo el día. Nos gastamos bromas el uno al otro y nos hicimos comentarios por lo bajo”. Un año atrás, el PNC Championship fue el escenario de la primera competencia de Tiger junto a su hijo, que entonces ya asombró al público con su nivel siendo el participante más joven en la historia del torneo.
En aquella ocasión, la última vez que se vio a Tiger en un campo antes de su accidente, el ‘Team Wood’ concluyó en la séptima plaza de este evento de final de año, en el que una veintena de ganadores de torneos de Grand Slam juegan haciendo pareja con un familiar.
En la actual edición, padre e hijo se encuentran igualados con otras cinco parejas a tres golpes de distancia de los líderes, el golfista Stewart Cink y su hijo Reagan. Todos los focos en el campo estaban puestos en el arranque de la ronda de los Woods, cuando Charlie generó un rumor de admiración con un extraordinario golpe de salida que acabó con un birdie en el primer hoyo.
En total, la pareja logró 10 birdies sin cometer ningún bogey, una marca que deseaba el siempre ultracompetitivo Tiger. “Había una cosa que queríamos hacer, queríamos mantener una tarjeta limpia”, reconoció. “El año pasado hicimos un bogey en cada ronda. Este año no lo hemos hecho y espero que mañana tengamos un buen inicio y sigamos así”.
“Es frustrante”
El mundo del golf aguardaba con gran expectativa el regreso a un campo del mejor jugador de este deporte de las últimas décadas, quien acumula 82 títulos de la PGA, 15 de ellos de Grand Slam. Aunque ha protagonizado épicas resurrecciones en el pasado, Tiger ha advertido que la gravedad de sus lesiones probablemente le impedirá ser un miembro regular del circuito.
Woods colisionó con su camioneta el pasado febrero cerca de Los Ángeles (California) a casi del doble de la velocidad permitida, sufriendo severas fracturas en la pierna derecha de las que sigue en rehabilitación. Este sábado, Woods se desplazó en un carro de golf por este campo de 6,5 kilómetros, mientras su hijo lo recorría a pie.
“Me hubiera gustado poder caminar con él y estar a su lado en cada paso como lo hice el año pasado. Físicamente no puedo hacerlo”, reconoció Tiger antes de describir sus actuales limitaciones.
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“Es frustrante cuando no golpeo la bola tan lejos como sé que puedo y cuando veo que los golpes no salen como quiero. Hoy (solo) pegué dos o tres golpes exactamente como quería”, lamentó. “No tengo resistencia. No he jugado. Esta es mi cuarta o quinta ronda en todo el año. Es agotador”, señaló. “No estoy en forma de golf. No estoy en forma para practicar y definitivamente no lo estoy para los torneos”.
“Si quiero competir a nivel del circuito voy a tener que recuperar la resistencia y golpear miles y miles de bolas de golf. Simplemente toma tiempo”, afirmó Woods, quien reveló que apenas dos semanas atrás no tenía claro si podría jugar este evento.
En el PNC Championship también compiten otras leyendas del golf, como Gary Player o Nick Faldo. La número uno del circuito femenino, la estadounidense Nelly Korda, juega junto a su padre, el extenista checo Petr Korda, y se ubican en el undécimo puesto con una tarjeta de 63 golpes (-9).
Fuente: AFP.