La reina Isabel II, cuyas apariciones han sido escasas desde su breve hospitalización en octubre, concedió una audiencia el miércoles al organista Thomas Trotter en el castillo de Windsor.
La soberana de 95 años, que aparece sonriente en las fotos del encuentro, entregó a Trotter la Medalla de la Reina para la Música en su residencia ubicada a unos 50 km al oeste de Londres.
Desde el primer confinamiento debido a la pandemia de coronavirus en marzo de 2020, la monarca, en el trono británico desde hace casi 70 años, ha instalado su principal lugar de residencia en Windsor.
Su estado de salud ha sido motivo de preocupación desde que los médicos la pusieron en reposo el 20 de octubre y pasó una noche en el hospital para someterse a pruebas “preliminares”, cuya naturaleza nunca se especificó.
Desde entonces, Isabel II redujo considerablemente su hasta ese momento apretada agenda. El 24 de noviembre recibió al gobernador del Banco de Inglaterra y tres días antes asistió al bautizo de sus dos últimos bisnietos en la capilla de Todos los Santos de Windsor.
Unos días antes, había celebrado su primer encuentro cara a cara en público en un mes, al recibir al jefe del Estado mayor británico Nick Carter.
En un principio, la reina debía retomar las actividades públicas el 14 de noviembre con motivo de una ceremonia en honor a las víctimas de las guerras, pero su participación fue cancelada en el último momento y el palacio aludió un dolor de espalda.
Isabel II también canceló su viaje a la ciudad escocesa de Glasgow a finales de octubre para asistir a la conferencia sobre el clima de las Naciones Unidas COP26, en la que la familia real británica estuvo representada por el príncipe Carlos, heredero del trono de 73 años, y el príncipe Guillermo, su hijo mayor, de 39.