La ONU instó a Emiratos Árabes Unidos a aportar pruebas de vida de la princesa Latifa, hija del emir de Dubái, después de que ella afirmara estar retenida como “rehén” en unos videos divulgados por la prensa británica. Horas después, la embajada de Emiratos Árabes Unidos en Londres aseguró en un comunicado que la princesa “está siendo atendida en su hogar” y que “su estado continúa mejorando”.

“Esperamos que retome su vida pública a su debido tiempo”, agregó la legación diplomática. Una portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Liz Throssell, había indicado previamente, en una rueda de prensa, que el caso de la princesa Latifa había sido tratado el jueves ante la misión permanente de Emiratos en Ginebra.

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“Expresamos nuestra preocupación por la situación, habida cuenta de los inquietantes videos que salieron a la luz esta semana. Pedimos más informaciones y precisiones sobre la situación actual” de la princesa Latifa, explicó Throssell este viernes. “Pedimos una prueba de vida”, señaló la portavoz.

Además, insistió la vocera, dada las “graves preocupaciones” sobre la situación de la princesa Latifa, “pedimos que el gobierno dé prioridad a esta respuesta”. El ministro británico de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, ya había pedido el miércoles pruebas de que la princesa Latifa está viva.

Este asunto “nos preocupa”, declaró por su parte el primer ministro británico, Boris Johnson, “pero la Comisión de Naciones Unidas sobre los derechos humanos ya lo examinó y lo que haremos es esperar y ver cómo avanzan”.

“Mansión-prisión”

La princesa, de 35 años, hija de Mohamed bin Rashed al Maktum, dirigente del emirato de Dubái y primer ministro de Emiratos Árabes Unidos, intentó escapar del país en barco de esta ciudad-Estado del Golfo en 2018, en vano.

Sus familiares transmitieron videos en los que la princesa aseguraba estar encerrada en una “mansión que se convirtió en prisión” con todas las ventanas cerradas y custodiada por policías. Según dijeron, no han tenido más noticias de ella.

Según la cadena británica BBC, los videos fueron grabados aproximadamente un año después de que intentara huir. Varias oenegés, como Amnistía Internacional, pidieron a la ONU que se encargue del caso de la princesa Latifa, y el Reino Unido pidió pruebas de vida.

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En diciembre de 2018, la ex Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Mary Robinson, se reunió con la princesa y declaró que ésta estaba “perturbada, afectada por un grave problema de salud y tratada por un psiquiatra” pero que estaba bien atendida por su familia.

Dos años después, el grupo de trabajo de la ONU sobre desapariciones forzosas o involuntarias decidió “dar por esclarecido el caso” de la princesa, “quien al parecer se encuentra recluida en régimen de incomunicación en su domicilio de Dubái”.

Las oenegés acusan de manera regular a Emiratos Árabes Unidos, rico Estado del Golfo cercano a los países occidentales, de violar los derechos humanos y reprimir las voces críticas.

Fuente: AFP.

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