Tras anotar un gol ante el Leeds en la Premier League, el jugador de fútbol paraguayo Miguel Almirón, estrella del equipo Newcastle de Inglaterra y de la Albirroja, colocó la pelota debajo de su camiseta y la besó en un acto simbólico que reveló que será padre por primera vez. Mientras que su esposa, Alexia Notto, utilizó sus redes sociales para comunicarle a sus afectos y al mundo en general la mejor noticia de todas: están en la dulce espera del primer “Baby Almirón”.
Alexia subió varias fotografías a su cuenta de Instagram, acompañadas del siguiente escrito: “Nuestra pequeña familia está creciendo. Estamos tan agradecidos con Dios por esta bendición y con mi ángel (mi Abuelo). Este fue nuestro secreto mejor guardado y estamos felices de compartir con ustedes esta noticia #babyalmiron”.
Almirón y Alexia habían unido sus vidas en matrimonio en noviembre del 2016, y desde entonces son conocidos por disfrutar de su relación de casados, llevando una vida tranquila y sin sobresaltos ni polémicas. Desde el 2019 la pareja se estableció en el país europeo; luego de haber pasado por Argentina y Estados Unidos, donde también jugó “Miggy”.
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Historia
El joven jugador, promesa del fútbol paraguayo, nació en Asunción el 10 de febrero de 1994. Creció en el seno de una familia humilde, conformada por su padre, Rubén Almirón, y su madre, Sonia Rejala, junto a sus 4 hermanos. En total, eran 7 personas y para mantener a su familia don Almirón trabajaba como guardia de seguridad, incluso 18 horas al día, mientras que su madre era funcionaria de un supermercado.
La historia de la familia cambió gracias al talento del pequeño Miguel, en quien creyó su tío, Diego Almirón, apoyándolo desde un principio en su carrera y convirtiéndose así en una de las personas más influyentes de su círculo.
“Miguel era muy tímido. Le faltaba confianza y fácilmente podía asustarse, así que lo llevé al club para que tuviera otros amigos”, había señalado su padre a un medio internacional; en la misma línea, una maestra lo había descripto como un alumno muy tranquilo, que hacía sus deberes: “No era como otros niños traviesos e inquietos”.
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La promesa
Miguel dejó atrás a ese niño tímido para enfrentarse a jugadores de la talla de Lionel Messi, uno de los mejores de la historia. Incluso, tras el partido de la selección paraguaya de fútbol contra Argentina, en noviembre del año pasado, que resultó en un empate, su equipo posteó en su red social de Instragram la siguiente frase: “Un ícono sudamericano y Lionel Messi”. Eso desató la locura de los fanáticos paraguayos.
“Miggy” dio sus primeros pasos en el fútbol en la escuela del club 3 de Noviembre del barrio San Pablo; a los 14 años fue a probar al Club Nacional, donde finalmente no fue considerado. Posteriormente, llegó a las inferiores del club Cerro Porteño, donde fue aceptado y fichado para, a partir de allí, vivir una seguidilla de éxitos en el mundo del deporte.
Forma parte de la nueva camada de jugadores de la Albirroja y la promesa de futuras participaciones en los mundiales. Pero su historia se corona hoy en el plano personal, con la futura llegada del heredero: “Baby Almirón”.