La revista Vogue Reino Unido, rinde homenaje a las mujeres que han trabajado durante el confinamiento, poniéndolas en su portada mostrando sus trabajos reales y dejando de lado el tradicional estereotipo de mujeres perfectas.

La pandemia del COVID-19 afecta actualmente a todos los países del mundo, sin importar raza, sexo, religión o posición económica, es una especie de tsunami, se llava todo por delante y deja solo lo esencial.

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El mundo está cambiando y la moda no es la excepción, es por eso que Vogue Reino Unido decidió hacer este gran cambio, reemplazando a figuras internacionales por mujeres trabajadoras con labores comunes, que a pesar de la cuarentena continuaron realizando sus trabajos aportando lo mejor de ellas.

De esta manera esta renombrada revista nos sorprende y pasa a la historia mostrando la valentía de estas personas que han arriesgado incluso sus vidas al continuar con sus labores con total normalidad.

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Las tres mujeres seleccionadas como el rostro de Vogue Reino Unido a partir del mes de julio son:

Narguis Horsford, conductora de tren subterráneo desde hace diez años; vive sola en Bounds Green al norte de Londres. Ama su trabajo y levantarse muy temprano ya se le hizo rutina.

“A veces sobre la 1:30 de la mañana, para poder llegar a tiempo a mi estación. Veo las noticias para saber si el clima puede afectar mi ruta. Conduzco dos rutas, de Stratford a Richmond/Clapham Junction y de Gospel Oak a Barking. Trato de dormir lo mejor posible por las noches y preparar mi uniforme para no tener prisa cuando despierte", manifestó la mujer.

Para finalizar destacó que cada jornada es diferente a pesar de recorrer el mismo camino, nunca tiene los mismos pasajeros y siempre se mantiene concentrada en el camino, además de estar preparada para reaccionar ante cualquier situación.

Gracias al trabajo que Narguis realiza miles de personas llegan seguras a sus hogares o a sus empleos y eso tiene mucho valor ya que a pesar de tener una familia que la quisiera tener en casa, a ella le agrada aportar su granito de arena durante esta complicada etapa.

La otra imagen es Rachel Millar, quien trabaja como médico obstetra en el Hospital Homerton, al este de Londres. Dice que ama todo lo referente a los bebés y su llegada, es por eso que continúa trabajando en el hospital a pesar de la contingencia. Además de que los trabajos de parto se detienen.

“Cada semana es diferente, puedo estar cubriendo horarios nocturnos en el área de obstetricia, ayudar a las mujeres que acuden a sus citas médicas mensuales o acudir a la casa del paciente para el nacimiento de los bebés; son jornadas de 8:00 de la mañana a 8:00 de la noche”, dijo Millar.

Agregó lo siguiente: “Uno de los momentos más difíciles para mí fue cuando robaron mi bicicleta, cuando todo empezó decidí comenzar a usarla como medio de transporte para evitar el transporte público, pues podría ser un riesgo para mis pacientes que pertenecen a un grupo de riesgo alto”, dijo. Gracias a su gran labor los pequeños recién nacidos tienen la atención médica que se merecen.

Y por último hablamos de Anisa Omar, asistente de supermercado. La joven de 21 años trabaja como asistente. Vive en Islington con sus padres y sus tres hermanos y cursa el segundo año de la carrera de Administración de Empresas.

“Cuando comencé a trabajar era cajera, pero ahora soy la encargada de recibir los pedidos de Rapi, que es un servicio mediante una aplicación en la que puedes ordenar lo que necesites. Yo preparo los pedidos y los entrego al repartidor para que él pueda llevarlos a su destino”, profirió Anisa.

“Cuando la contingencia comenzó supe que tenía que continuar trabajando, pues muchas personas lo dejarían de hacer, pero yo podía ayudarlas y hacer algo por ellas, es por eso que continué haciéndolo. Claro que hay ansiedad, pero esa recompensa de saber que hacés las cosas bien vale la pena”, expresó finalmente la joven.

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