Con la intención de escapar de la tumultuosa vida que llevan las celebrities, el príncipe Harry y Meghan Markle se habían mudado a Los Ángeles, Estados Unidos, con el anhelo de vivir una vida tranquila y sin estar pendientes de las cámaras.
Si hay algo que abunda en la ciudad de las estrellas, son los papparazzi en pos de capturar momentos relevantes en busca de primicias. Conforme revelan varios portales internacionales, la pareja ha tenido que llamar en varias ocasiones a la policía debido a que es acosada dentro de su propia casa a través de drones que se encontraban sobrevolando constantemente la mansión.
Al parecer se repite la historia como con su madre, la recordada y muy querida princesa Diana.
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“Harry y Meghan han visto varias veces esos drones que se les acercan y suponen que están operados por fotógrafos intentando captar imágenes de su intimidad. Aunque no pueden estar seguros de que sea solo eso”, develó una fuente cercana al matrimonio, según el The Daily Beast.
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“Meghan recibió amenazas en el momento de su boda, por lo que el miedo a un ataque terrorista también es muy real para ellos”, aseguró esa misma fuente. “Sea lo que sea, solo hay que ponerse en sus zapatos para entender el miedo que están pasando. ¿Cómo se sentiría cualquiera si tuviera que vivir algo así? ¿Cómo te sentirías tú si tuvieses a varios drones zumbando sobre tu cabeza a pocos metros mientras intentas jugar con tu hijo”, concluyó la fuente en Daily Beast. La propiedad es alquilada, está valuada en 18 millones de dólares y pertenece al actor Tyler Perry.