También conocida como “fruta del dragón”, es muy vistosa, dulce y aromática. Adquirió mayor reconocimiento gracias gracias a sus propiedades, ya que la ciencia le atribuye bondades destacables para el cuerpo.

Proviene de una planta llamada cacto hylocerus cacteus, originaria de zonas tropicales y subtropicales de América y se encuentra en tres variedades: amarilla con la pulpa blanca, roja con la pulpa blanca y roja con la pulpa del mismo color.

Por sus nutrientes se la puede considerar un tesoro y la Organización Mundial de la Salud recomienda su consumo. Posee antioxidantes, mucílagos, fenoles, ácido ascórbico, también es rica en vitaminas del grupo B, C y minerales como el calcio, el fósforo, hierro, proteína vegetal y fibra. Sus semillas se pueden consumir y aportar ácidos grasos buenos.

Beneficios

Sistema digestivo: la pitaya tiene oligosacáridos, un tipo de fibra que no puede ser degradada por los jugos gástricos. Este compuesto llega sin digerir al colon y sirve de alimento para las bacterias buenas que lo protegen. Por otro lado, la fibra influye en el buen funcionamiento del tránsito intestinal.

Sistema inmune: Aporta una buena cantidad de vitamina A, C, zinc, nutrientes que ayudan a prevenir infecciones y otras enfermedades. También previene la anemia por su aporte en hierro y vitamina C que facilita la absorción.

Huesos: Brinda calcio, magnesio y fósforo, fundamentales para mantener los huesos, dientes y tejidos saludables. Está muy indicado para aquellas personas que tengan osteoporosis y para aquellos que están en etapa de crecimiento.

Colesterol: Su consumo habitual, junto a una alimentación saludable ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares. Su aporte en fibra previene la absorción de colesterol en el intestino delgado y la saponina ayuda a regular los niveles del organismo.

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