La mayoría de los movimientos o gestos que hacemos a diario parecen inofensivos, sin embargo, pueden tener un impacto negativo en la espalda: dolores, contracturas e incluso lesiones más importantes.
Sin importar la edad y género, cualquiera puede padecer estos problemas, e incluso se estima que 9 de cada 10 personas en todo el mundo alguna vez padecerá este malestar. Por eso, y para cuidar la ergonomía corporal, es fundamental conocer cuáles son las posibles causas o errores que podríamos estar cometiendo.
1.Elevación. Para levantar un papel del piso, basta con agacharse encorvando la espalda y agarrarlo. En este caso puede que sea un gesto inofensivo, pero si realizamos esta acción para levantar un objeto pesado, podríamos llegar a lesionarnos de gravedad en la zona lumbar.
Lo apropiado para realizar esta acción, es bajar flexionando las rodillas y con la espalda recta, gesto similar al que realizamos cuando hacemos ejercicios y nos toca practicar sentadillas.
2.Postura. Cuántas veces nos han dicho que debemos mantener la espalda recta mientras estamos sentadas, incluso paradas. Encorvar la espalda es el gesto más común para todo, especialmente cuando nos sentamos a trabajar o estudiar, pero añade tensión a los músculos y estresa la columna. Lo peor es que a largo plazo puede llegar a modificar la anatomía de la columna vertebral.
3.Mucho tiempo sentada. Además del cómo nos sentamos, la cantidad de tiempo también influye. El exceso de computadora, televisión o cualquier actividad que nos mantiene sentadas hace que la espalda acumule tensión muscular. Es fundamental realizar pausas y estiramientos varias veces durante la jornada.
4.Sobrecargar un lado. Genera una mala distribución y nos referimos a un bolso, cartera, mochila, etc., pudiendo generar desde contracturas a dolores más fuertes. Lo mejor es cargar ambas partes del cuerpo por igual, no abusar con el peso y tampoco prolongarlo durante mucho tiempo.
5.Los tacos altos de los zapatos. Nos hacen más esbeltas y son hermosos, pero la espalda no opina igual. Puede provocar una curvatura antinatural de la columna vertebral, así como un cambio en el centro de gravedad, lo que deriva a una carga extra para la zona lumbar. Lo ideal es limitar el tiempo de uso.