¿Sabías que existe una fobia a la soledad? Los momentos a solas pueden ser restauradores para muchas, pero hay personas que sienten un miedo extremo al punto de tener ataques de ansiedad.

Por: Natalia Delgado

“Se trata de una fobia específica, no es miedo a sentirse solo sino al aislamiento, la soledad en sí y a ser ignorado”, explica Analia Valiente, Licenciada en Psicología Clínica. Algunas personas incluso pueden tener este “ataque” estando acompañadas o simplemente pensando en la idea de estar sola, consigo misma.

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Además del miedo a la soledad o a la idea de estar sola en un futuro, la persona puede tener ciertos hábitos, según explica Valiente. Puede que evite el aislamiento social a toda costa, sienta mucho temor y ansiedad al punto de verse incapacitada para hacer sus actividades habituales o también que sufra síntomas físicos como: mareos, respiración agitada, taquicardia, entre otros, típicos del ataque de pánico.

¿Cuál es la causa?

“No hay una causa definida al 100%, pero sí se lo vincula a traumas. Por ejemplo: personas que sufrieron abandono físico o emocional -especialmente en la infancia- alguna experiencia traumática, la pérdida de un ser querido, un miedo inculcado, entre otras”, menciona Valiente.

La mayoría, en algún momento, nos sentimos solas y tristes, y la especialista detalla que esto es normal. Existe una diferencia importante entre sentirse sola y tener miedo a estarlo: la autofobia genera una ansiedad irracional y severa que puede, incluso, incapacitar a la persona.

¿Qué se puede hacer?

“La autofobia sin tratamiento puede tener muchas consecuencias, desde relaciones poco saludables por la dependencia, hasta no poder vivir con ‘normalidad’. Para poder afrontar este miedo y superarlo, hay que buscar el origen y sanar esa herida. A medida que la persona vaya avanzando en el tratamiento, también se la expone progresivamente a su miedo, que es estar sola”, detalla Analia.

“La terapia de exposición y la cognitiva, son las más empleadas para superar las fobias”, explaya la psicóloga. La primera ayuda a controlar la ansiedad y la segunda se centra en desarrollar la autoconfianza y a dominar todo lo que nos pasa para no abrumarnos, básicamente son herramientas que nos ayudan a retomar el control de todo lo que nos pasa. Por eso es importante consultar con un especialista que determine cuál es el mejor tratamiento para cada caso.

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