Todas alguna vez nos equivocamos y tampoco estamos exentas de volver a errar. Asumir la responsabilidad de los actos no es una tarea fácil, pero los expertos explican porqué es tan importante saber disculparse con los demás.
Por: Natalia Delgado
El perdón es como un pegamento, somos seres sociales que construimos vínculos con los demás, algunos más unidos que otros pero relaciones en fín. Cuando nos equivocamos y hacemos algo que daña al otro, estamos rompiendo con esta unión y todo lo que implica, confianza, respeto, sinceridad.
La curita. Ante esta situación, el perdón viene a unir aquello que se “quebró” y a tratar de reparar el daño causado. Esto no siempre es fácil, requiere de coraje y valentía hacerse cargo de los errores, pero es algo que cuando sale del corazón y se trabaja, puede fortalecer aún más la relación entre las personas.
La culpa. A veces decimos cosas sin pensar, nos dejamos llevar por los arrebatos o hacemos cosas sin pensar en las consecuencias. Los errores propios dañan al otro pero también tienen un impacto en nosotras. Pensar en lo que pasó, cómo le afectó a la contraparte, no conversarlo con nadie o no disculparse genera culpa, una emoción que puede derivar a otras emociones negativas como la tristeza y hasta la depresión.
Se desarrolla empatía. “Ser empáticos quiere decir que podemos ponernos en los zapatos del otro y dimensionar cómo se sintió. Esta es la antesala a una disculpa real y a la sanación; es algo tan simple como plantear la situación al revés, en cómo nos sentiríamos nosotras si el otro hubiera cometido ese error hacia nuestra persona”, explica Analia Valiente, licenciada en psicología y agrega que la empatía es fundamental para construir buenos vínculos.
Beneficios en nosotros y nuestras relaciones. Aprender a pedir perdón -y perdonar- es clave para mejorar la calidad de vida. Pedir perdón desde el corazón y trabajar en no cometer los mismos errores es un gran acto de amor y empatía, pero saber perdonar también es importante. Nos ayuda a liberar cargas, soltar el pasado, rencores y pensamientos negativos.
A nivel mental, aumenta la autoestima, disminuye el estrés, la ansiedad, la tristeza y el malestar que generó dicha situación. A nivel físico el cuerpo libera tensiones, como si se tratara de una carga menos, también disminuye la presión sanguínea y la tensión arterial.