Tiene una historia antigua y muy interesante. Volvió a ganar popularidad como aperitivo y las nuevas generaciones lo están redescubriendo.

“El vermut es un licor aromatizado con hierbas, formado a base de vino neutro de buena calidad, un toque de ajenjo -absenta- y otras especies amargas y tónicas”, explican desde el Museo de Vermut en España.

Su origen tiene muchas teorías y varios recorridos históricos largos. La principal hipótesis señala que fue creado por Hipócrates en Grecia. Otros, que fue Antonio Benedetto Carpano en 1786, quien con 21 años creó este aperitivo a base de vino blanco y que en aquel entonces, el vermut se convirtió en la bebida oficial de la realeza, luego de que Antonio se lo diera de probar al Duque Vittorio Amadeo III.

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¿Por qué elegir esta bebida?

Es una bebida fresca, ligera y su sabor se equilibra entre lo dulce y lo amargo. Al estar compuesta por vino y diferentes hierbas como el ajenjo, cuenta con las propiedades medicinales de las plantas y los antioxidantes del vino, pero sus beneficios no terminan ahí.

- Es económica: generalmente huímos de los destilados baratos porque generalmente caen peor (más resaca, problemas estomacales y hasta intolerancia), pero podemos encontrar opciones de marcas renombradas a bajo costo y disfrutar de un aperitivo delicioso, con unas rodajas de naranja y gaseosa O agua tónica.

- La previa: ya sea que te juntes con tus amigas a compartir, haya un asado familiar o algún evento que vincule un agasajo, el vermut es ideal. Primero porque es ligero, refrescante y, por sobre todo, abre el apetito. Muchas veces se acompañan las picadas con cerveza u otras bebidas que terminan cayendo como una bomba y generando malestar. El vermut, por el contrario, resulta idóneo por sus mezclas de hierbas.

Dato extra: en algunos países bautizaron el happy hour (entre las 18 y las 21 horas) como “la hora del vermut”.

- Variedad: originalmente se crearon dos tipos, el blanco o “bianco” y el rojo o “rosso”. En la actualidad existen también el rosado y el seco. El rosso se caracteriza por ser menos amargo y seco que el resto, también por el ajenjo y las hierbas que se le agregan.

El blanco es más cítrico, tiene notas avainilladas y varias hierbas medicinales. Sigue manteniendo la amargura justa y es más astringente que el rojo. El vermut rosado tiene aroma intenso, es suave, fresco y apenas amargo; está elaborado a base de vino tinto y blanco y se usa para preparar otros cócteles.

Finalmente, el vermut seco o dry, lleva vino blanco, genciana, cilantro y salvia. Su sabor es áspero, ligeramente picante y de fuerte amargura. Más se lo emplea para combinar con otros destilados y crear tragos. Es importante recalcar que se trata de una bebida alcohólica con una graduación que varía entre los 15 y 23 grados, por eso es fundamental consumirlo moderadamente.

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