Llegan las festividades más tradicionales del año. Navidad y Año Nuevo son fechas para compartir con los seres queridos y disfrutar de diferentes manjares, pero ¿cómo darse los gustos sin excederse demasiado?
Por: Natalia Delgado
Las fiestas son sinónimo de asado, chipa guasú, sopa, vittel toné, clericó, helado, pan dulce, sidra, entre tantas otras delicias que podemos disfrutar en esas fechas. Muchas familias se reúnen desde temprano para elaborar la cena en equipo y compartir ese tiempo.
Generalmente sucede que la abundancia en la mesa es tan grande, que las sobras se convierten en el recalentado de toda la semana. Nuevamente, nadie se enoja por eso, pero el problema es la balanza. Especialmente cuando una cuida su alimentación y se ejercita para llevar una vida saludable.
¿Qué podemos hacer para darnos los gustos sin restricciones? La Licenciada en Nutrición, Elena Araujo, nos responde. “La mayoría de las personas evita comer en el día para ‘comer bien’ a la noche, esto es un error. No hay que saltarse ninguna comida, es mejor comer al horario que estamos acostumbrados y no llegar con tanta hambre a la cena. De esta manera podemos comer pequeñas porciones de todo lo que deseamos sin excedernos”.
Otro punto a tener en cuenta durante las festividades es la bebida. La especialista sugiere optar por soda o gaseosas sin azúcar, por otro lado, menciona que la elección de la bebida alcohólica dependerá del menú.
“Si es pasta, lo ideal sería evitar la cerveza porque ahí tenemos exceso de carbohidratos. Si la cena es carne y ensalada mixta se puede acompañar con cerveza, pero hay que moderar el consumo de hidratos de carbono como el chipa guasú. Si se trata de cocteles, hay que elegir mezclas que no aporten azúcar, como el gin tonic con agua tónica sin azúcar”, explica.
Los días después de las fiestas también son otro desafío, más que nada por el recalentado. Elena sugiere volver a la alimentación normal, incluir frutas, verduras y alimentos ricos en fibra para promover el tránsito intestinal; el consumo de suficiente agua es excluyente.
No es que vayamos a tirar las sobras, pero si hay que moderar las raciones. “Lo ideal sería elegir solo un alimento que nos gustó y nos quedamos con ganas de comer más, pero se debe consumir solo en una comida, por ejemplo: el almuerzo. Luego ya comemos alguna frutita de merienda y una cena bastante ligera”, puntualiza.
Para finalizar, Araujo recalca que mantenerse en movimiento es fundamental para no aumentar de peso: realizar actividad física y buscar un equilibrio en la alimentación, sin restringirse y sufrir; esas son las claves para disfrutar de las fiestas sin malestares posteriores.
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