¿Sabías que más allá de lo estético está vinculada a funciones vitales de habla e ingesta de alimentos? Por eso, hacemos un repaso por ciertas pautas que no están demás recordarlas.
Una dentadura sana permite comer, hablar y sonreír sin complejos. Por el contrario, cuando no se implementan pequeños hábitos a diario se pueden desarrollar diferentes afecciones que causan dolor, incomodidad e incluso, pérdida de las piezas dentales.
También hay que tener en cuenta que los tratamientos posteriores para solucionar esos problemas resultan complejos y costosos. Por eso, para evitar cualquier tipo de complicación, lo primero es la higiene bucal, que se debe realizar de forma correcta y utilizando los productos adecuados.
1.Aunque parezca sencillo, cepillar durante unos segundos los dientes no es suficiente. Hay que tomarse el tiempo necesario y llegar a toda la cavidad bucal. El cepillo debe colocarse formando un ángulo de 45°, apoyando las cerdas sobre la unión de los dientes y las encías.
2.Los movimientos deben ser suaves pero firmes para barrer toda la superficie y eliminar la placa bacteriana, tanto por fuera como por dentro, arriba y abajo. Para que el proceso sea efectivo, debe durar al menos 2 minutos.
3.El mínimo de cepillado debe ser de dos veces al día -por la mañana y por la noche-, según recomienda la Asociación Dental Americana, y en los casos de personas que usen ortodoncia o tengan alguna patología, debe realizarse luego de cada comida.
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4.Como todo, tampoco conviene exagerar con la limpieza. No debe ser muy frecuente, tampoco debe sobrepasar los 3 minutos ni realizarse con mucha fuerza, caso contrario se podría gastar el esmalte que protege las piezas dentales y lastimar las encías.
5.La forma del cepillo y el material de las cerdas es otro punto importante. Se debe elegir el que mejor se adapte a la boca y permita llegar a toda la cavidad bucal. Lo ideal es usar uno que su material sea noble y no lastime las encías ni el esmaltado.
6.Otro punto es cambiarlo trimestralmente, el cepillo debe estar en buenas condiciones, si las cerdas están gastadas y abiertas ya no cumplicaron correctamente su función.
7.La lengua también hay que higienizar en el proceso de limpieza. La placa bacteriana también se puede acumular en la superficie de este órgano. El modo correcto es el barrido de atrás para adelante, es decir, desde su inicio hasta la punta de la lengua.
8.El odontólogo puede indicar el tipo de pasta dental que sea más adecuada, pero la regla general es que contenga flúor porque previene las caries, formación de bacterias y refuerza la estructura dental.
9.El hilo dental y el enjuague bucal son dos elementos más que te ayudarán a tener una higiene óptima, además, removerá los restos de alimentos que el cepillo no alcanza a barrer.
10.Por último, hay que moderar alimentos: dulces y ácidos, el tabaco, beber suficiente agua y mantener una alimentación saludable. La visita al odontólogo para un chequeo rutinario debe ser cada 6 meses.
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